Echa un vistazo a nuestra lista de los platos más deliciosos hechos con remolacha, que también utilizan coberturas de verduras.
1. Arenque bajo un abrigo de piel
Esta ensalada es el plato fuerte de la mesa de Nochevieja. El arenque finamente picado, las patatas cocidas, la zanahoria y la remolacha, así como la cebolla y el huevo picado, se colocan en capas. Esta ensalada es tradicionalmente aderezada con mayonesa. Antes de servirla, déjala reposar un rato para que las distintas capas absorban todos los jugos
Aquí tienes una detallada receta publicada hace tiempo en nuestra web.
2. Ensalada Liubóvnitsa
A menudo se dice (particularmente en Rusia) que el camino más rápido al corazón de un hombre se encuentra a través de su estómago. En la época soviética, la ensalada Liubóvnitsa (amante) era un plato que algunas damas cocinaban a sus admiradores, incluso antes de que la palabra “afrodisíaco” hubiera entrado en el vocabulario común. Se elabora con remolacha y zanahoria hervida, queso duro, ajo, ciruelas pasas, nueces y mayonesa. La ensalada se coloca en forma de capas, y se sirven generalmente en porciones distribuidas en tazones de cristal.
3. ‘Vinegret’
Esta es, sobre todo, una ensalada de invierno debido a la falta de verduras frescas durante esta estación del año. Consiste en remolacha hervida, papas y zanahoria, además de col, pepino encurtido, cebolla y guisantes. Todos los ingredientes se mezclan y sazonan con aceite de girasol y un chorrito de vinagre.
Puedes leer la receta completa pinchando aquí.
4. Ensalada de remolacha y queso
Esta sencilla ensalada con sabor caucásico está hecha de remolacha hervida, un poco de queso de oveja o feta cortado en dados y nueces. Se adereza con aceite vegetal y se adorna con verduras.
5. ‘Borshch’
La más célebre sopa de la cocina eslava (junto con la shchide repollo), se dice que aporta fuerza y vitalidad. Es fácilmente reconocible por su fuerte color rojo vino, proveniente de la remolacha. Para obtener mejores resultados, cómela con crema agria y pan Borodinski (de centeno oscuro). También puedes degustarla al estilo ucraniano sirviéndola con los pampushki (panecillos de masa), salo (grasa de cerdo) y ajo.
Pincha aquí para ver un vídeo que te enseña a preparar la sopa más famosa de Rusia.
6. ‘Svekólnik’
La svekólnik, o borshch fría, se prepara más rápido que su prima caliente. La remolacha se hierve y se corta en dados, y se le añade pepino picado, huevo hervido, salchicha y las verduras. Mezcla todos los ingredientes con kéfir, y la sopa está lista para comer. Debido a que se sirve fría, se cocina principalmente en verano.
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7. ‘Botvinia’
La botvinia es una antigua sopa fría hecha con tapas de remolacha en kvasagrio. Agrega espinacas, cebolleta y ortigas. También hay que añadir cubos de hielo, lo que la hace ideal para el verano. También se puede servir con pescado rojo.
Aprende más sobre este plato y otros que fueron populares en la Rusia precomunista pinchando aquí.
8. Panqueques rosados
Para hacer panqueques de color frambuesa brillante, además de remolacha, necesitarás leche, harina de trigo, huevos crudos, azúcar, sal y aceite vegetal para freír. Estos panqueques tan originales se pueden hacer aún más exóticos añadiéndoles caviar o queso crema.
¿Sabías que puedes hacer panqueques de patata? Pincha aquí para ver un vídeo con la receta.
9. Remolacha y rábano picante
Se dice que el cóctel de remolacha y rábano picante es el favorito de Vladímir Putin. Puedes cocinar el tuyo con remolacha hervida, manzana verde, zanahoria cruda y el jugo de medio limón. Pon todos los ingredientes en una licuadora, añade 1/2 taza de agua y una cucharadita de rábano picante rallado. Luego bate hasta que esté suave. Esta bebida limpia la sangre y es buena para el hígado, en serio.
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10. Remolacha marinada
Esta receta es genial si no tienes prisa y puedes esperar al invierno. Las remolachas pequeñas son las más adecuadas para prepararla. Deben lavarse y hervirse hasta que estén cocidas, luego hay que enfriarlas, pelarlas y cortarlas en cubos o tiras. Colócalas en un frasco estéril con cubos o aros de cebolla y pimienta en grano. El adobo se prepara por separado: vierte agua y vinagre en una cacerola, añade sal, laurel y azúcar, y luego lleva a ebullición. Vierte esto sobre la mezcla de verduras en el frasco y cúbrela. Conserva en la nevera durante 24 horas y luego en un lugar oscuro y fresco durante todo el invierno.
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