Los rusos tienen la antigua tradición de recolectar frutas y verduras para el invierno. Cuando no había refrigeradores, el proceso de fermentación permitía conservar los alimentos durante mucho tiempo, preservando todos sus nutrientes. Hoy en día muchos nutricionistas admiten que los alimentos probióticos mejoran la digestión y refuerzan el sistema inmunitario. Prueba estas sencillas recetas rusas y tu estómago te lo agardecerá.
El chucrut es el rey fermentado de las mesas rusas. Lo más probable es que conozcas la leyenda de cómo el chucrut salvó a los marineros del escorbuto, gracias a su alto contenido en vitamina C. También es excelente para el sistema inmunológico. Además de comer chucrut en ensaladas, los rusos preparan con él una sopa tradicional llamada shchi, y hacen la soliankay el bigus.
Pica la cabeza de col y ralla una zanahoria. Mezcla las verduras y añade 1 cucharada de sal. También puedes agregar arándanos rojos. Comprime bien todo en un frasco o sartén y deja reposar durante 3-4 días. El repollo comienza a fermentar a una temperatura de 20-21ºC. Guarda el chucrut en una nevera.
Hay dos maneras de encurtir los pepinos: con vinagre (“marinado”) y sólo con sal. De todos modos, para el encurtido, es mejor elegir pepinos pequeños de hasta 10 cm de largo. Estas verduras pueden conservarse en salmuera hasta medio año.
Remoja 1 kg de pepinos en agua fría durante dos horas. Pon varias hojas de grosella negra y cereza en el fondo de los tarros, añade 3-4 dientes de ajo y eneldo (opcional). Luego mete los pepinos muy apretados y agrega 1 cucharada de sal. Añade agua hervida fría y cierra la tapa. Da la vuelta al tarro varias veces para disolver la sal. Deja los frascos en un lugar fresco (no en un refrigerador) durante 2 semanas.
En Rusia, a menudo se pueden ver tomates encurtidos junto con los pepinos, o por separado. Su sabor picante los convierte en un interesante aperitivo para combinar con bebidas alcohólicas. Los mejores tomates en escabeche se preparan en barriles de madera, pero se puede utilizar un simple frasco de vidrio. La técnica de preparación es la misma que se utiliza con los pepinos, pero muchos rusos sugieren añadir esencia de vinagre y azúcar.
El ajo es sin duda súper saludable, pero sólo una persona audaz será capaz de comerlo todos los días. Sin embargo, el ajo marinado es menos picante, por lo que no te dejará un aliento apestoso.
Pon algunas semillas de pimiento y hojas de laurel en el fondo de frascos esterilizados con calor. Añade los dientes de ajo pelados. Vierta la marinada caliente (para 0,5 litros de agua usa 2 cucharadas de vinagre, 1 cucharada de sal y azúcar). Cierra inmediatamente la tapa y da la vuelta al frasco. Almacenar en un lugar oscuro y seco. El ajo estará listo en una semana.
El poeta ruso Alexánder Pushkin no podía disfrutar de sus cenas de otoño sin tomar manzanas encurtidas. Este plato tradicional ruso tiene un sabor picante bastante específico. El mejor tipo de manzana para esta receta se llama Antónovka, aunque puedes emplear pequeñas manzanas verdes agrias si no las encuentra.
Pon unas cuantas hojas de grosella negra y cereza en el fondo de un frasco, agrega las frutas enteras y vierte salmuera hervida una vez esté fría. Pon algo en la parte superior para mantener la fruta bien apretada. El proceso de fermentación comienza al alcanzarse una temperatura de 15-21ºC. Sus manzanas estarán listas en 2-3 semanas.
¿Te gusta la “caza silenciosa”? En la cocina rusa, hay un montón de sabrosas recetas con russula, champiñones blancos o boletus. Se comen hervidos, fritos, rellenos y (por supuesto) encurtidos. Uno de los tipos más populares de champiñones encurtidos son los pequeños rebozuelos.
Pon los hongos a hervir hasta que se hundan en el fondo de la cazuela y luego pásalos a otro recipiente. Agrega sal, azúcar y pimienta al caldo de champiñones y lleva a ebullición. Añade los champiñones, vierte 1 cucharada de vinagre y deja hervir durante 5 minutos. Añade los champiñones, marina en tarros y guarda en un lugar fresco. Estarán listos en un mes.
Estas tiernas y picantes verduras pueden ser encurtidas, ya sea cortadas en rodajas o como pasta. Se pueden añadir otras verduras al encurtirlas: los mejores amigos de las berenjenas son las zanahorias, los pimientos y el ajo. A este aperitivo se le llama “lengua de suegra”.
Corta la berenjena en rodajas y remójala en agua salada durante 20 minutos. Ralla una zanahoria y una cebolla picada. Fríe la berenjena, las cebollas y las zanahorias en aceite vegetal. Pon todo en un frasco y vierte la salmuera. Conserva en un lugar oscuro. Estará listo en una semana.
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