Los 10 mejores escritores rusos de todos los tiempos

Russia Beyond (Galería Tretiakov; Legion Media)
Estos autores no sólo están incluidos en el plan de estudios obligatorio de las escuelas rusas, sino que también son leídos y releídos hasta la saciedad y han sido elogiados por varias generaciones tanto de críticos como de aficionados. ¿Quiénes son?

En Russia Beyond ya hemos recopilado una lista de 112 escritores rusos, clasificándolos desde geniales hasta absolutamente geniales. Pero, ¿y si nos despertáramos por la noche y nos preguntaran quiénes estarían en el top 10 de los más geniales?

1. Alexánder Pushkin (1799-1837)

Nosotros, los rusos, solemos decir que Pushkin lo es todo para nosotros (y es alabado y amado mucho más que cualquier otro). Este genio, que murió con sólo 37 años, consiguió abarcar una enorme cantidad de temas, géneros y formas. Fue un poeta brillante, creador no sólo de unos 800 poemas cortos sobre el amor, el honor y el sentido de la vida, sino también de 12 largos poemas épicos y una novela completa en verso, Eugenio Oneguin. Esta última se considera una enciclopedia de la vida rusa del siglo XIX, debido a la cantidad de cosas que Pushkin explica y describe con detalle en ella (lea más sobre ella aquí.) Y Pushkin utilizó la única estrofa original con un orden estricto de rimas y ritmos.

Además, Pushkin fue un gran prosista y dramaturgo. Su drama histórico Borís Godunov es una obra emblemática que sigue representándose como ópera en todo el mundo. Mientras que su novela La hija del capitán da una idea de la sociedad noble provinciana del siglo XVIII, así como de la rebelión de Pugachev. Contiene la frase que se convirtió en aforismo: "Dios nos libre de ver una revuelta rusa, insensata y despiadada" (Не приведи Бог видеть русский бунт - бессмысленный и беспощадный).

Lee más sobre por qué Pushkin es tan grande aquí y encuentra 10 obras imprescindibles de él aquí. 

2. Nikolái Gógol (1809-1852)

El primer escritor satírico y cómico, cuyas obras son increíble y paradójicamente relevantes incluso hoy en día. Gógol es autor de obras cómicas que aún se representan en teatros de todo el país.

Una de las más famosas es El inspector, que describe una ciudad de provincias en la que unos funcionarios profundamente corruptos se enteran de que un inspector de la capital va a visitar e inspeccionar su ciudad de incógnito. Pero, enloquecidos por la ansiedad, tratan al tipo equivocado como a un funcionario VIP de San Petersburgo... ¡Épico!

Probablemente la obra más conocida de Gógol sea su novela (que él mismo definió como un poema en prosa) Las almas muertas. Este libro es una especie de "Odisea rusa" y un intento de descubrir la misteriosa alma rusa. Un funcionario de bajo rango llamado Pável Chichikov hace un recorrido visitando a los terratenientes de una ciudad de provincias pidiéndoles que le vendan sus siervos... que ya han muerto...

Gógol imaginó este libro como una trilogía, a la manera de La Divina Comedia de Dante Alighieri. El primer volumen se referiría a Inferno, el segundo y el tercero a Purgatorio y Paradiso. Sin embargo, tras haber escrito la mitad del segundo volumen, Gógol no quedó satisfecho con el resultado y lo quemó...

3. Lev Tolstói (1828-1910)

Este autor no necesita presentación adicional y es, probablemente, el escritor ruso más famoso (y más prolífico). Su colección completa de obras consta de 90 volúmenes, todo lo que escribió durante sus 82 años de vida, incluido un enorme diario y muchas cartas que intercambió con un amplio círculo de amigos.

Las novelas más importantes y conocidas de Tolstói son, por supuesto, Guerra y paz, que describe la vida de Rusia durante su guerra con Napoleón en 1812, y Anna Karénina, la tragedia de una mujer que no era feliz en su matrimonio.

Sin embargo, el propio Tolstói consideraba su obra más grandiosa la novela Resurrección, sobre un hombre que cambia radicalmente de vida y mentalidad debido a sentimientos de culpa. Tolstói también es famoso por sus Bocetos de Sebastopol, considerada la primera correspondencia bélica rusa.

También fue un gran filósofo y pensador religioso, y hay todo un universo en sus obras. Descubre la vida de Tolstói en imágenes

4. Fiódor Dostoievski (1821-1881)

Fiódor Dostoievski tuvo una vida dramática: a los 28 años fue detenido por difundir libros prohibidos y enviado a prisión en Siberia. La experiencia de aquellos duros días, la plasmó más tarde en su novela La casa de los muertos. Y, tras salir de la cárcel, se convirtió en un hombre muy religioso, pues creía que sólo la fe podía salvar a una persona (idea que vemos en muchas de sus obras).

Dostoievski escribió cinco grandes novelas que conmovieron al mundo: Crimen y castigo, El idiota, Los demonios, El jugador y Los hermanos Karamázov. Todas ellas tienen una trama apasionante, frecuentemente detectivesca, y un análisis psicológico muy profundo de los personajes y los motivos de sus actos.

A Dostoievski siempre le interesaron las profundidades más bajas del alma humana, con todos sus pecados y lados oscuros. Y sus personajes suelen ser muy miserables e incluso locos. Sus Apuntes del subsuelo ponen en primer plano a una persona así.

5. Iván Turguéniev (1818-1883)

Iván Turguéniev creó o expresó varias esencias importantes en sus obras. En primer lugar, el llamado "Nido noble", frase que apareció por primera vez como título de su novela Un nido de la alta burguesía (también conocida como "El hogar de la alta burguesía"). Es la historia de la finca rural de un terrateniente, que ya ha perdido la mayor parte del dinero de la finca. Sus hijos y familiares huyen como polluelos de un nido, pero algunos invitados, criados y personas al azar visitan y se alojan constantemente en la finca, creando allí una vida social. De hecho, la mayoría de las novelas de Turguéniev describen diferentes "nidos" nobiliarios. Ahora, el "nido noble" se ha convertido en una frase hecha en lengua rusa.

El segundo problema importante que Turguéniev logró ser el primero en analizar fue el de Padres e hijos, como se titula su novela más famosa. Este eterno problema de la incomprensión común de dos generaciones sigue siendo absolutamente actual. Turguéniev también exploraba un 'superfluo', un nuevo tipo de hombre, un nihilista, un ateo y un hombre que valora el intelecto más que los sentimientos y se siente diferente de los demás.

Por último, "la chica Turguéniev" sigue siendo un aforismo muy conocido. En muchas de sus novelas, como Rudin,Asya y las dos mencionadas antes, hay una joven que parece débil y frágil. Pero, de hecho, siempre parece más fuerte y más moral y honesta que los hombres.

Viviendo durante mucho tiempo en Europa, Turguéniev también contribuyó mucho a acercar la literatura rusa al público extranjero y a traducirla a diferentes idiomas.

6. Antón Chéjov (1860-1904)

"La brevedad es hermana del talento" es el aforismo más famoso de Chéjov. Fue un maestro de los relatos cortos, que a veces son incluso más poderosos que algunas grandes novelas. Chéjov fue el primero en no centrarse en el drama exagerado, sino en la vida cotidiana. Los personajes de sus relatos a menudo se hunden en la rutina y las circunstancias, sin mostrar aspiraciones propias.

Al mismo tiempo, Chéjov fue un brillante dramaturgo y probablemente sea más conocido por sus obras teatrales representadas en todo el mundo. Escribió sobre el desvanecimiento de la nobleza como clase, al tiempo que expresaba la sensación de que los sirvientes de ayer estaban más adaptados a la vida real que los aristócratas mimados. Y, de alguna manera, parecía predecir la Revolución bolchevique o, al menos, la llegada del nuevo mundo, en sustitución del viejo (Lee más sobre las cuatro obras principales de Chéjov aquí). 

7. Iván Bunin (1870-1953)

Bunin fue el primer escritor ruso galardonado con el Premio Nobel de Literatura (1933). Su principal rival por el galardón en aquel momento era el escritor soviético Maxim Gorki, y lo más probable es que fuera una decisión política del comité del Nobel elogiar a Bunin, que emigró de Rusia a Francia tras la Revolución bolchevique de 1917 (la locura de esta época y el caos de la Guerra Civil quedaron retratados en su obra autobiográfica titulada Días malditos).

La Academia Sueca destacó su "seguimiento y desarrollo con castidad y arte de las tradiciones de la prosa clásica rusa". Así que, en este sentido, podemos llamar a Bunin el último gran escritor ruso del siglo XIX.

Sin embargo, fue más lejos que sus predecesores, muy realistas. Bunin no era profundamente psicológico, ni había escrito los motivos y la trama detallada. Utilizaba el simbolismo, los medios tonos y las insinuaciones, dejando que el lector pusiera en marcha su imaginación. Sus obras maestras, como El amor de Dmitri u Oscuras avenidas, son incluso eróticas sin describir nada sexual de forma realista. La clásica novela de Bunin El caballero de San Francisco describe cómo un hombre muy rico y respetuoso es débil ante el destino y las circunstancias... y lo inútil que resulta su dinero tras su muerte.

8. Vladímir Maiakovski (1893-1930)

Los primeros años del siglo XX fueron una época absolutamente única para la poesía rusa, en la que nació toda una generación de poetas de talento que componían en diferentes estilos y maneras (fue la llamada Edad de Plata). Vladímir Maiakovski destacó incluso en este ambiente. Fue un poeta revolucionario, que rompió absolutamente las antiguas "leyes" poéticas, las viejas rimas y ritmos clásicos. Jugó magistralmente con las frases y la estructura y forma del poema.

Fue un destacado miembro del movimiento futurista. Elogió la Revolución bolchevique y abrazó el espíritu rebelde de la nueva era. También contribuyó a la propaganda, inventando versos para carteles y publicidad.

Fue una superestrella soviética, viajó de gira por todo el mundo (e incluso por EE UU, donde, más tarde, nació su hija sin que él lo supiera). Y su vida privada era un reflejo de sus letras abiertas, ya que vivía junto a su musa Lilia Brik y su... marido Osip Brik (que también era editor de Maiakovski). En 1930 se suicidó en circunstancias aún no del todo claras.

9. Mijaíl Bulgákov (1891-1940)

Mijaíl Bulgákov es un escritor de un talento tan grande y diversificado que a veces cuesta creer que todas sus obras, tan diferentes entre sí, fueran escritas por el mismo hombre. Era médico de profesión.

Demostró su talento y habilidad como escritor cuando era un joven médico que trabajaba en una remota aldea de provincias durante la Primera Guerra Mundial, como describió su experiencia en Cuaderno de un joven médico. Más tarde, fue testigo presencial de la época más turbulenta -la Guerra Civil en Rusia- y reflejó esta caótica pesadilla y la agonía del viejo mundo en su novela Guardia blanca. Después escribió relatos semifantásticos con una mezcla de ciencia, medicina y sátira sobre la realidad soviética (como Corazón de perro). 

Y, finalmente, la obra de su vida es El maestro y Margarita, una novela de realismo mágico que muestra, por un lado, cómo el diablo visitó el Moscú soviético y, por otro, cómo Jesús pasó los últimos días de su vida... Se cree que el personaje femenino que se convierte en bruja y firma un contrato con el diablo tuvo un prototipo en la vida real; fue la propia esposa de Bulgákov, que supuestamente trabajó en secreto para la agencia de inteligencia soviética.

10. Borís Pasternak (1890-1960)

Borís Pasternak fue más conocido a lo largo de su vida como poeta y traductor de poesía. Pero entonces escribió Doctor Zhivago, una novela que cambió su destino y el de la literatura mundial. Fue prohibida en la URSS y publicada por primera vez en Italia (con la CIA implicada en su uso como instrumento de propaganda contra el Estado soviético). Pasternak recibió el Premio Nobel de Literatura por esta novela, pero fue tan acosado en la URSS que pronto murió... 'No leen a Pasternak, pero lo condenan' , una frase de la época que se convirtió en un modismo para la idiotez de la situación.

Formalmente, el libro retrataba la Guerra Civil, pero, en el fondo, era una novela sobre el ser humano, sobre el amor y la muerte, el sentido de la vida y el universo mismo. Y absolutamente inapropiada en la época soviética, ya que la novela no pone en buen lugar a los bolcheviques y, en cambio, muestra lo bárbaros que actuaron y cómo arruinaron muchas vidas.

La novela se publicó oficialmente por primera vez en la URSS en 1988 y ahora está incluida en todas las listas de lectura escolares y universitarias y se confirma como una de las novelas más fuertes del siglo XX.

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