Un pobre estudiante llamado Rodión Raskólnikov lucha por salir de su propia miseria. Decide matar a una anciana prestamista, pero luego sufre por el crimen que ha cometido. Finalmente, confiesa sinceramente y parte hacia la cárcel.
Raskólnikov y Marmeládov. Ilustración de "Crimen y castigo", 1874
Mijaíl Klodt / Dominio públicoRodión Raskólnikov es un estudiante que ha tenido que dejar la universidad por no tener dinero para pagar su educación. Caminando por las oscuras y sucias calles del San Petersburgo del siglo XIX, está filosofando y se le ocurre que hay dos tipos de personas: las ordinarias y las extraordinarias. Por supuesto, él cree que es una persona extraordinaria, pero tiene que demostrárselo a sí mismo. ¿Se atreve a hacer algo grande para cambiar su vida? Y, por alguna razón, decide que sería genial matar a la anciana prestamista a la que dio sus últimos relojes para recibir algo de dinero.
Ilustración de 'Crimen y castigo', 1893.
Nikolái Karazin / Dominio públicoMientras piensa en el inminente crimen, Rodión conoce a Semión Marmeládov, un borracho y exfuncionario. El hombre le cuenta a Rodión su pobre vida: que su primera esposa murió y él perdió su trabajo y su hija tuvo que prostituirse para ganar algo de dinero para la familia. Luego, se casó con otra mujer con hijos y todos son infelices y están necesitados.
Sintiendo una increíble pena por Marmeládov, Rodión le da su último dinero, recién recibido de la prestamista. Pero, poco después, recibe una carta de su madre. Le escribe que la hermana de Raskólnikov quiere casarse con un hombre con dinero, para salvar a Rodión y ayudarle a terminar la universidad. Pero Rodión no puede dejar que su hermana le salve casándose con un hombre repugnante al que no ama... de modo que, ahora, está convencido de que matar a la prestamista y quitarle el dinero es la única manera de salvar a su familia.
Ilustración de 'Crimen y castigo', 1893.
Nikolái Karazin / Dominio públicoAsí que mata a la anciana golpeándola con un hacha. Pero lo que no había planeado era tener que matar a su hermanastra, que había vuelto a casa a destiempo. A toda prisa, recoge algo de dinero y huye.
Al día siguiente, Rodión tiene fiebre. De repente, recibe una citación de la policía. Se asusta, pero resulta que sólo le acusan de no pagar el alquiler. Cuando Rodión está a punto de salir de la comisaría, oye a los policías hablar de asesinato y se desmaya. Muy nervioso, entierra todo lo que había robado.
Imágenes de la película 'Crimen y castigo', dirigida por Lev Kulidzhánov, 1969
Estudio cinematográfico de M. Gorki, MosfilmEntonces, Raskólnikov se entera de que Marmeládov ha muerto tras ser atropellado por un caballo. Así que le da el resto del dinero a la viuda de Marmeládov. Finalmente, conoce a Sonia, la hija de Marmeládov, que le invita a asistir al funeral.
Imágenes de la película 'Crimen y castigo' dirigida por Lev Kulidzhánov, 1969
Estudio cinematográfico de M. Gorki, MosfilmRaskólnikov decide visitar al policía con un amigo para averiguar cómo recuperar todo lo que la dama prestamista asesinada les había comprado. El detective, Porfirio Petróvich, parece ser un hombre muy sofisticado. Discute con Raskólnikov el artículo que ha publicado sobre la gente ordinaria y extraordinaria. Y expresa su preocupación sobre si las personas extraordinarias, generadoras de grandes ideas, tienen derecho a permitirse infringir la ley si ello beneficia a la humanidad. Porque Porfirio teme que tales personas puedan no sólo permitirse cometer un delito, sino llegar hasta el asesinato... Raskólnikov se escandaliza y, desde ese momento, piensa que el detective sospecha de él, y se pone aún más nervioso.
Imágenes de la película 'Crimen y castigo' dirigida por Lev Kulidzhánov, 1969
Estudio cinematográfico de M. Gorki, MosfilmSonia Marmeládova, la pobre huérfana, se convierte en la única persona a la que Raskólnikov cuenta su crimen. Ella le convence de que lo confiese todo y le promete seguirle al campo de prisioneros de Siberia. El detective Porfirio visita a Raskólnikov y también le sugiere que confiese. Finalmente, Rodión acude a la policía y confiesa su crimen.
Sin embargo, no se siente culpable en absoluto. Sólo lamenta no haber podido romper la prohibición moral del asesinato. Comprende que no es extraordinario, sino simplemente ordinario, y eso le hace sentirse mal, peor incluso que por haber cometido el crimen.
Imágenes de la película 'Crimen y castigo' dirigida por Lev Kulidzhánov, 1969
Estudio cinematográfico de M. Gorki, MosfilmSonia cumple su palabra, le sigue a Siberia y le regala una Biblia. Tras sobrevivir a una enfermedad en la cárcel, Raskólnikov comprende por fin que amaba a Sonia. Y, así, comienza su renacimiento personal.
La trama del crimen fue tomada por Dostoievski de la vida real. Había un viejo creyente (raskólnik, en ruso) que mató a dos mujeres con un hacha, y su juicio fue cubierto por los periódicos. Podría haber sido una intrigante historia de detectives, pero, en realidad, el crimen ocurre al principio de la novela, mientras que el castigo adquiere un mayor protagonismo. Raskólnikov se castiga a sí mismo y, de forma extraña, la prisión resulta ser un alivio para su sufrimiento mental.
Imágenes de la película 'Crimen y castigo' dirigida por Lev Kulidzhánov, 1969
Estudio cinematográfico de M. Gorki, MosfilmDostoievski describe vívidamente la escoria de la sociedad de San Petersburgo y los pobres que tienen que hacer cosas horribles para sobrevivir. El ser humano más puro e inocente de la novela es Sonia, que tiene que convertirse en prostituta, porque su numerosa familia está muy necesitada, mientras que el padre sólo bebía.
Pero los temas filosóficos y morales de la novela son más importantes que la trama criminal o los temas sociales. Lo más importante de la novela es la idea ordinaria/extraordinaria de Raskólnikov. El hecho de que algunas personas crean que pueden ser más grandes que otras. Dostoievski siente que estas personas han perdido a Dios...
Toda la novela es la respuesta de Dostoievski a las ideas del nihilismo que se extendieron en la década de 1860 entre la juventud radical de Rusia. El escritor quería mostrar a qué puede conducir la pérdida de la fe en Dios y el abandono de las bases morales. Sin embargo, logró producir una novela atemporal que inspiró a muchos creadores con su esencia.
La propia teoría conspirológica de la novela es que el nombre del protagonista -Raskólnikov Rodión Románovich- es un mensaje oculto de Dostoievski que dice “raskololas ródina Románovij” (“la patria de los Romanov está rota”). Y esto sucedió debido a la miseria y la gente pobre que perdió sus valores cristianos. Y son la Biblia y la fe las que ayudan a Raskólnikov a revivir (y quizá también a Rusia).
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