En Rusia, los soldados que pasan toda carrera en el ejército aprendiendo a inflar tanques son a menudo objeto de bromas.
Sin embargo, las operaciones de combate a veces son muy diferentes de cómo la gente las imagina. Habiendo sido desplegados por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial, los señuelos de tanques volvieron a demostrar su valía en la guerra más reciente de Yugoslavia, en 1999.
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Durante los primeros cuatro meses de combates, los aviones de bombardeo de la OTAN en Kosovo lograron destruir solo 20 tanques serbios, 18 vehículos de combate de infantería y menos de dos docenas de plataformas de artillería autopropulsadas. Mientras tanto, el cuartel general de la OTAN informaba de datos bastante diferentes: cientos de vehículos armados, pesados y ligeros, habían sido supuestamente destruidos.
De hecho, estos "cientos de equipos militares", resultaron ser señuelos de goma que un avión no podía distinguir de uno auténtico a una altura de varios kilómetros. Como resultado, misiles y bombas que costaban millones de dólares destruían esencialmente patos de goma de gran tamaño.
Este, a primera vista, engaño absurdo hizo que los jefes militares se sentaran y, a partir de mediados del año 2000, los altos mandos de Rusia decidieron probar el sistema por sí mismos. Así fue como Rusia obtuvo sus primeros tanques y aviones de goma.
Os presentamos al ejército inflable
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La mayoría del hardware de las Fuerzas Armadas rusas tiene "hermanos de goma". Entre ellos figuran los tanques T-72 y T-80, los cazas MiG-31 y MiG-29, e incluso el temible sistema de misiles S-300 (un poco viejo anticuado comparado con el S-400, pero no importa).
Además del equipo de "combate", la lista de hinchables incluye unidades de apoyo como estaciones de radar, transportes, vehículos de personal, etc.
Un tanque de goma estándar pesa alrededor de 30 kilogramos y puede soportar la nieve, la lluvia, el aguanieve y una temperatura entre -30 y + 30 ° C. Básicamente, son capaces de soportar todas las dificultades de la guerra y cumplir su cometido al mismo tiempo.
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Puedes pensar que debe ser realmente fácil detectar el material auténtico mediante imágenes térmicas de los motores y otras partes móviles. Y tendrías razón. Entonces, a primera vista, las armas de goma son muy originales, pero no serían muy útiles. El ejército también pensó en ello y aplicó su ingenio: añadir unidades de calefacción especiales que se instalan dentro del "hardware" para simular el funcionamiento y el calor de un vehículo de combate. Eso significa que incluso los satélites, drones y otros sistemas de observación modernos tienen dificultades para distinguir los tanques reales de los artificiales.
El Ministerio de Defensa ruso no ha revelado cuantas tropas ni vehículos falsos posee. Lo que sí se sabe es que, en 2017, aumentó su producción de señuelos neumáticos hasta tal punto que ahora los exporta. Así que, más de un tercio del "ejército de goma" ruso está prestando servicio actualmente en el extranjero, donde también desempeñará un papel clave en burlar a las unidades de reconocimiento del enemigo.
¿Sabías que la Fuerza Aérea rusa utiliza carreteras y autopista como pistas de aterrizaje? ¿No? Pues pincha aquí.
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