Nadezhda Ustínova Para RBTH

La saga de
'Star Wars'
en Rusia y la URSS

Hace mucho tiempo, en un país muy, muy lejano que ya no existe en el mapa político mundial no ponían en el cine Star Wars.

"Cuesta incluso imaginarse la reacción del público soviético si se hubiera lanzado la primera película de la saga en los cines en 1977, —recuerda el crítico de cine Serguéi Lunev. —Lo máximo a lo que se podía aspirar en el campo socialista era a películas indias sobre amor y, con menos frecuencia, comedias americanas con una fuerte crítica al capitalismo y a la sociedad del consumo".

En la URSS Star Wars llegó a la gran pantalla tras casi 13 años después de que se lanzara la primera película. Sin embargo, se hizo famosa mucho antes.

Los años 80:
Los diplomáticos, los primeros fans

En febrero de 1988 tuvo lugar un evento sin precedentes en los cines moscovitas: el festival "Días de cine de EE UU en la URSS". Según recuerdan los testigos, se armó un gran revuelo y los especuladores vendieron las entradas para las películas por un precio 20-30 veces superior al estipulado. Al festival fueron estrellas muy conocidas como Richard Gere, Tim Robbins, etc. Entonces fue cuando se proyectó por primera vez oficialmente el El imperio contraataca.
Según recuerda Kirill Razlogov, organizador de aquel festival y actualmente presidente de una asociación de críticos, en la época soviética había un límite de 14 películas norteamericanas al año.

"Todos los filmes que participaron en el festival pasaron una selección según determinados parámetros, el primero era la moderación ideológica", comenta Razlogov. Solo unos pocos pudieron ver la película.
A finales de los años 70 y principios de los 80, los únicos que tenían acceso al cine occidental eran los miembros de misiones diplomáticas de la URSS en Occidente, los altos funcionarios del Estado, y los artistas a los que se les había permitido ir al extranjero. Fueron justamente ellos quienes se convirtieron en los intermediarios de la cultura occidental a través del Telón de Acero, a menudo trayendo por contrabando cintas de video y otras cosas.


Así que en las dachas de los altos rangos del Partido Comunista habían visto hacía ya tiempo las películas de la saga en un círculo cerrado. Según una fuente de RBTH que tenía relación con una productora durante la época soviética, para traducir Star Wars a partir de las cintas traídas del extranjero el gobierno contrató a varios traductores. Fueron justamente estas traducciones las que se convertirían más tarde en la base para todo el negocio de creación y difusión de contenido pirata en Rusia de los años 90.
La prensa soviética tituló el primer episodio como "Horror de una escala verdaderamente cósmica", aunque era conocida en la calle como "La guerra de las galaxias". Los personajes recibieron los nombres de "Princesa de la cara redonda", "Joven del campo" y "Viejo caballerdo de la Mesa Redonda".

Piratas "legales"
A finales de 1988 se empieza a emitir Zebra, un programa juvenil de la televisión petersburguesa que se convirtió en todo un hito entre los adolescentes de la URSS. En 1989, a pesar de la coyuntura oficial y saltándose los derechos de autor, el programa empieza a emitir la trilogía de Star Wars en fragmentos de cinco minutos. En algún lugar de la redacción se encontró el video pirata con la traducción, hecha con una sola voz.

El presentador del programa Pável Gladkov recuerda como decidieron retransmitir la saga, asumiendo el riesgo que ello conllevaba.

"Uno de los consulados generales de EE UU envió una petición sobre la legalidad de la proyección. No podíamos responder nada. Sin embargo, en vista a la gran popularidad del programa, hicieron la vista gorda y nos permitieron seguir con la transmisión de la película en fragmentos"

Pável Gladkov
Presentador del programa

Los años 90: Primer estreno oficial
En plena perestroika, en verano del 90, la trilogía llega a la gran pantalla por primera en la URSS. Fue uno de los primeros grandes estrenos occidentales con la URSS todavía en pie.

En honor al estreno, los cartelistas soviéticos Yuri Bokser y Aleksandr Chansev crearon cuatro obras oficiales que a día de hoy se consideran piezas de coleccionista.
Paralelamente, la vida "secreta" de la saga continuaba y la copia pirata con la traducción de una sola voz fue generando todo un ejército de admiradores.


Kirill Tijomirov, fundador de la mayor asociación de fans de la red social rusa VKontakte, narra: "Eran tiempos difíciles. La gente estaba más preocupada por sobrevivir y no se lo pasaba tan bien viendo películas. Sin embargo, la saga tuvo su audiencia. Poco a poco se empezaron a traer al país películas, libros y merchandising. Todo era ilegal, pero los admiradores los compraban como rosquillas".

Poco después la URSS se derrumbó. La desaparición de la censura posibilitó que las pantallas se llenasen de nuevos espectáculos. En 1992 el principal canal de televisión intentó emitir en hora de máxima audiencia el Episodio IV. Sin embargo, a tres horas de la retransmisión se tuvo que cancelar, ya que la copia que habían comprado resultó ser pirata.



Los fans se organizan
La saga alcanza popularidad en la historia de la Rusia moderna en 1999, 22 años después de la proyección de la primera película. Cuando se proyectó en la gran pantalla se hizo con el primer puesto de películas extranjeras de ese año.

Entonces apareció el movimiento de admiradores. Marina Sevyolova, productora de los festivales de ciencia ficción AVA Expo y Starkon, explica cómo a finales de los 90, los seguidores empezaron a hacer las primeras reuniones en sus propias casas.


"A finales de ese mismo año los fans decidieron organizar un primer gran evento en Moscú. Lo llamaron Starkon y reunió a más de cien personas de toda Rusia. Decidieron organizar el evento de manera anual", añade Savyolova.


Pasados 11 años, Starkon se convertiría en el mayor festival de admiradores de la ciencia ficción del país y reuniría a miles de fans no solo de Star Wars, sino de otras producciones de ciencia ficción.

La década del 2000:
se convierte en clásico

En el 2000 la clásica trilogía aparece por primera vez oficialmente en video.
La saga se vuelve tan cercana al espectador ruso que en 2001 el programa satírico más conocido del país sobre temas políticos, Kukli, dedica su programa a los tres clásicos episodios. En esa retransmisión, el recién elegido Vladímir Putin hace de Luke Skywalker, y el antiguo presidente Borís Yeltsin, de jedi Obi-Wan Kenobi.

En los años posteriores los canales de televisión más importantes "luchan" por emitir los episodios la saga, así como documentales y parodias que hicieron sobre la película: A Long Time Ago. The Story of Star Wars, Spaceballs, etc.

Los dos últimos filmes aparecen en Rusia sin retraso, prácticamente al mismo tiempo que en todo el mundo, en 2002 y 2005. El Episodio II. Ataque de los clones y el Episodio III. La venganza de los sith se mantuvieron durante semanas entre las películas más vistas.
Muestra durante el estreno del Episodio VII de Star Wars en el centro comercial Tsvetnói, en Moscú.

Amor "estelar"

Las reuniones de seguidores alcanzan un nivel sin precedentes, en gran medida gracias a los grupos en las redes sociales. Por ejemplo, el grupo no oficial Star Wars en Vkontakte, la red social más popular de Rusia, cuenta con más de 120.000 participantes a día de hoy, según relata uno de sus fundadores, Kirill Tijomirov.
Claro está que no se contentan con el mero hecho de hablar por internet. En las grandes ciudades tienen lugar encuentros, juegos temáticos y entrenamientos para campeonatos de esgrima artística con sables de luz. También se ha hecho muy popular entre los fans el cosplay, es decir, disfrazarse de los protagonistas de la saga.
Como en todo el mundo, los espectadores rusos han estado en vilo esperando el lanzamiento del nuevo episodio de la saga. Los admiradores no se llevan muy bien con Disney, el nuevo propietario de los derechos. Tijomirov considera que poco a poco aceptarán la situación: "Lo importante es que, pasado mucho tiempo, la historia que parecía haber terminado continúa. Esto quiere decir que tendrá lugar una nueva ola de renovación tanto entre los fans, como en los libros, los juegos y los cómics de la serie".

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