Hay un proverbio ruso que dice: "Sopa de kasha, nuestra comida" (“Щи да каша - пища наша”). Así que no es de extrañar que las gachas sean un alimento básico en la dieta diaria de muchos rusos.
Según un estudio realizado por un popular servicio de reparto de comida, en el primer semestre de 2023, los cereales más populares en Rusia son el arroz, el trigo sarraceno, el mijo e, inesperadamente, el bulgur y los guisantes.
El arroz contiene zinc, que puede proteger y reparar la piel y las mucosas humanas. Sin embargo, sólo lo contiene el arroz integral, y los rusos suelen comprar arroz blanco pulido, que es simplemente una fuente de hidratos de carbono.
En la cocina rusa, el arroz se come como guarnición de pescado, carne o chuletas. Se añade a sopas, guisos y estofados. El arroz con huevo y hierbas es un relleno popular para tartas. También se utiliza para hacer col rellena: un relleno de carne, arroz y verduras se envuelve en hojas de col. A veces se añade a ensaladas de pescado: por ejemplo, en la ensalada con carne de cangrejo y en la ensalada con hígado de bacalao.
Por otra parte, merece la pena mencionar un plato de la cocina oriental: el pilaf. Se trata de un plato contundente y sabroso en el que se cuece arroz junto con carne (casi siempre de ternera o cordero), cebollas, zanahorias y especias.
El trigo sarraceno contiene proteínas vegetales, hidratos de carbono lentos y antioxidantes que protegen al organismo del envejecimiento. La fibra bruta, en la que es rico el trigo sarraceno, elimina el exceso de colesterol y reduce el riesgo de diabetes.
Las gachas de trigo sarraceno son una de las guarniciones más populares de la cocina rusa. Se cocina con agua o leche. Una combinación popular son las gachas de trigo sarraceno con setas. Se dice que Nicolás II comía este tipo de gachas, cocinadas según una receta especial, casi todos los días.
El trigo sarraceno hervido se utiliza como relleno de tartas y albóndigas (kundum). Se añade a chuletas, buñuelos y tortitas.
Los grañones de mijo se obtienen a partir del mijo. El mijo es uno de los principales proveedores de proteínas vegetales e hidratos de carbono, y contiene los microelementos necesarios para el organismo.
El mijo suele utilizarse para preparar gachas de mijo con agua o leche. Se sirve con mantequilla, nata agria, azúcar o fruta. Un plato frecuente en la dieta otoñal son las gachas de mijo con calabaza.
El mijo se añade a las chuletas y a los primeros platos. El mijo molido se utiliza para hornear tortitas.
El bulgur es un cereal elaborado con trigo duro. Los granos de trigo se ponen en remojo, se cuecen al vapor y se secan, después se les quita la cáscara y se trituran. El resultado es el bulgur.
Es especialmente popular en Oriente Medio y Asia Central, pero en Rusia es conocido desde hace tiempo en el Cáucaso y el sur del país. Desde 2015, el consumo de bulgur en Rusia ha crecido significativamente. El interés por él está alimentado por nutricionistas y vendedores que lo recomiendan para perder peso, así como para los vegetarianos.
En cuanto a sus propiedades nutricionales, el bulgur tiene un alto contenido en fibra, proteínas, potasio, hierro, así como un bajo índice glucémico y un bajo contenido calórico. Gracias a ello, el bulgur puede recomendarse para la alimentación infantil y dietética.
Se utiliza para hacer gachas, pilafs, ensaladas y sopas.
Los guisantes molidos son un cereal que se produce a partir de las semillas de las legumbres. Los guisantes contienen muchas proteínas -hasta un 23%-, hierro, fósforo y calcio, así como vitaminas B, PP, E y betacaroteno.
Los guisantes se ponen en remojo y luego se cuecen durante al menos una hora, mientras aumenta significativamente su volumen. Básicamente, los guisantes se utilizan para hacer sopas y gachas, pero a veces se usan para hacer tortitas y pasteles.
En la cocina rusa también son populares los platos a base de sémola, maíz, avena y grañones perlados. Por ejemplo, a partir de sémola se cocinan gachas de leche, sin las cuales es imposible imaginar ningún menú en la guardería. Hay un sabroso y barato manjar de sémola: el pastel "mannik".
La avena se utiliza para hacer gachas, pan y pasteles. El uso más común de la sémola de avena es para hacer gachas, pero también se emplea para hacer galletas, crema agria y pan, y se añade al yogur. Los granos de perla se añaden a sopas, rassolniki y chuletas.
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