El kulesh es un plato tradicional ruso que suele asociarse a las campañas militares del pasado. Se trata de una sopa líquida a base de granos de mijo, carne en conserva y otros ingredientes como manteca de cerdo, cebollas fritas, sal y pimienta.
Los orígenes del kulesh se remontan al siglo XVII, durante el reinado del zar Alexéi Mijaílovich. Era popular entre los cosacos que vivían en el sur del país. Eran conocidos por sus campañas militares y largos viajes a través del vasto paisaje ruso. El plato era fácil de preparar.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el kulesh se servía a menudo a los soldados soviéticos en las campañas militares para levantarles la moral y proporcionarles sustento. También se creía que tenía propiedades curativas y se utilizaba como remedio para diversas dolencias.
El kulesh tiene muchas variantes y puede elaborarse con una amplia gama de ingredientes. Aunque se suelen utilizar granos de mijo y manteca de cerdo, se puede sustituir por otros cereales como cebada perlada y arroz. Además, el kulesh puede hacerse con carne, pescado o incluso setas, según lo que haya más a mano.
Para cocinar el kulesh, se hierve el cereal elegido en un caldo espeso hecho con manteca de cerdo o carne. Luego se añaden cebollas fritas, sal y pimienta para realzar el sabor. También se añade manteca de cerdo o carne ahumada, que dan a la sopa su sabor y textura característicos.
En algunas regiones de Rusia, el kulesh se sirve como una papilla espesa, mientras que en otras tiene más consistencia de sopa. En algunas recetas se añade nata agria u otros productos lácteos, mientras que en otras no se utilizan.
En el pasado era un plato asociado a las campañas militares y los viajes largos, pero hoy se ha convertido en un alimento reconfortante para los estresados rusos modernos.
En primer lugar, cortar el beicon en dados de 1,5 x 1,5 cm aproximadamente.
En una cacerola o caldero de paredes gruesas, calentar el aceite vegetal. Si utilizas manteca de cerdo, sáltate este paso, ya que la manteca le aporta suficiente grasa. Pon el tocino en la cacerola y fríelo, removiendo durante 5 minutos, hasta que se dore.
Pelar y picar finamente las cebollas.
Añadir las cebollas al beicon frito y mezclar.
Pelar las zanahorias y rallarlas con un rallador grueso. Añadir las zanahorias a las cebollas y el beicon. Sofreír durante 5 minutos, removiendo.
Llenar la olla con 2 litros de agua o caldo y llevar a ebullición. Mientras hierve el agua, lavar bien el mijo y verterlo en un bol suficientemente grande con agua hirviendo. Tras 2-3 minutos, pon el mijo en un colador.
Poner el mijo en agua hirviendo y mezclar. Ponerlo a hervir de nuevo.
Pelar las patatas y cortarlas en dados pequeños.
Ahora, pon las patatas en la sopa hervida.
Añadir la hoja de laurel, sal y pimienta negra molida. Cocer a fuego moderado durante unos 10-15 minutos.
Pelar el ajo y picar finamente el perejil y el ajo.
Con una batidora, batir ligeramente los huevos en un bol. Añadir el perejil y el ajo, y mezclar.
En cuanto las patatas y el mijo estén listos, retirar la hoja de laurel de la cazuela. Sin dejar de remover la sopa, verter los huevos con el perejil y el ajo en un chorro fino. Cocer durante 1 minuto más.
Tu kulesh está listo, así que retira la sartén del fuego. Debería quedar una sopa muy espesa. Ahora, ¡vierte el kulesh en los platos de servir y decóralo con hierbas frescas!
¡Que aproveche!
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