El comienzo del verano es la temporada de las fresas, y aquí tienes una selección de recetas con esta popular baya veraniega, clasificadas por su dificultad. No dudamos de que podrás hacer al menos una de ellas.
1. Tartaletas de nata y fresas
Nivel de dificultad: 5
Para muchos, estas tartaletas se asocian a los recuerdos felices de la infancia, a una salida al teatro o a alguna otra delicia. En verano, se pueden hacer con una crema más ligera y con el sabor favorito de la temporada, por ejemplo, el de las fresas frescas y agridulces.
2. Pávlova
Nivel de dificultad: 4
Nombrado así en honor a la bailarina rusa Anna Pávlova, este postre parece una creación de un pastelero de moda. De hecho, si tienes una batidora, preparar el merengue (la base de la “Pávlova”) no debería ser ningún problema. Añade un poco de nata y bayas, y el ligero postre que parece el tutú de una bailarina estará listo.
3. Tarta de fresas Tsvetáeva
Nivel de dificultad: 3
Este delicado pastel de nata agria lleva el nombre de la poetisa de la Edad de Plata Marina Tsvetáeva, a quien, según la leyenda, le gustaba mucho. Así que si buscas un postre sencillo para las cálidas tardes de campo llenas de poesía, toma nota de esta receta. Su composición es bastante sencilla: lo principal es el relleno de bayas.
4. Requesón con fresa
Nivel de dificultad: 2
Esta es una receta en la que todos ganan: bate con la batidora el requesón (300 g) con nata o crema agria (100 g) y un edulcorante (por ejemplo, miel líquida). Corta en rodajas las fresas (200 g), rocíalas con zumo de limón y azúcar de vainilla. Pon la mezcla batida en cuencos de postre, añade las fresas por encima. Sirve y come inmediatamente. (Las cantidades citadas son para dos-tres raciones).
1. Sopa de fresas
Nivel de dificultad: 1
La temporada de fresas es una época en la que la línea entre la sopa y la mermelada puede quedar algo difuminada. Al menos, esto es lo que creían los cocineros soviéticos, ya que esta receta data de la época soviética. El mejor aparato para difuminar la línea es una batidora. Para convencerte de que lo que te estás comiendo es una sopa, complementa la mezcla escarlata de bayas, agua y azúcar con un par de rebanadas de pan frito.
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