Las varéniki con patatas, champiñones y cebolla son sin duda mi tipo favorito de bolas de masa hervida de verduras saladas, que tomo cuando quiero un desayuno o almuerzo sólido, lo que sucede al menos una vez a la semana. No hay nada demasiado complicado en la cocina de estas masitas, sin embargo, es mejor tener en cuenta algunos consejos que garanticen un relleno equilibrado, una masa tierna, una forma adecuada y el sabor característico del varéniki.
Huevos para una mejor masa
Hay dos recetas populares de masa varéniki: con y sin huevos. Se supone comúnmente que es mejor usar masa de huevo para el varéniki dulce, y sin huevo para el varéniki salado. Pero honestamente, creo que añadir huevos a la base de este plato es siempre una buena idea porque hace que la masa sea mucho más tierna y elástica, lo que, por cierto, evita que se rompa mientras se le da forma.
Amasar, amasar, amasar
Para obtener la masa adecuada de los varéniki, que debe ser a la vez bastante gruesa, suave y elástica, prepárate para amasar con las manos durante al menos 5 o mejor 10-12 minutos: es un trabajo duro, pero el resultado merece la pena.
Dale a tu masa un poco de descanso
Después de amasar, también es importante dejar la masa a temperatura ambiente durante 30-40 minutos: justo después de amasar, la base estará demasiado apretada para extenderse. Después de que descanse durante media hora, notarás cómo la masa se vuelve más suave y elástica.
Menos (relleno) es más
No intentes sobrecargar tus varénikis de relleno, de lo contrario la masa puede desgarrarse fácilmente mientras se cocina en agua hirviendo. Una cucharadita de relleno por bola de masa es suficiente.
La clave está en la cebolla
Cuando cocines cualquier tipo de varéniki salado, siempre añade un poco de cebolla en el relleno. Actuando como un potenciador de sabor natural, hace al varéniki más rico.
Dando forma como un profesional
Hay tres técnicas habituales para dar forma a los varéniki: la primera y más fácil es simplemente doblar una bola de masa por la mitad, sellando el borde con los dedos y dejándolo así. También, puedes usar un tenedor para decorar el borde. Los varéniki de aspecto más impresionante son los que tienen un patrón trenzado, algo que es mucho más fácil de hacer de lo que parece.
Almacenamiento adecuado
Cocinar varéniki es siempre un gran proceso que lleva mucho tiempo, por lo que no tiene ningún sentido hacerlos sólo para una comida; es mejor preparar y cocinar muchos, y guardarlos en el congelador. Hay una forma práctica de congelar el varéniki para que no se peguen entre sí. Después de darles forma, colócalos en una tabla de cortar o en cualquier superficie plana espolvoreada con harina. Ponlas en el congelador de 1 a 1,5 horas hasta que estén bien fijas y luego Pásalas a una bolsa de plástico.
Ingredientes para la masa:
- 300 g de harina
- 150 ml de agua
- 1 huevo pequeño
- 1 cucharadita de aceite
- ½ cucharadita de sal
Ingredientes para el relleno:
- 200 g de setas
- 300 g de patatas
- 1 cebolla pequeña
- 30 g de mantequilla
- aceite para freír
- pimienta recién molida
- sal
Cocinado:
Empieza con la clásica masa de masitas rusa, y en un bol bate un huevo con agua, aceite y sal.
Tamiza toda la harina en un tazón separado o justo en una superficie de cocción, y haz una especie de cráter en el centro. Vierte la mezcla líquida directamente en el cráter y empieza a mezclar con un tenedor; luego continúa amasando la masa con las manos. Cuando todos los ingredientes estén incorporados, pon la masa en una superficie de cocción espolvoreada con un poco de harina, y continúa amasando.
Amasa durante unos 7 minutos hasta que quede bastante espesa pero aún elástica y muy suave en la superficie. Redondéala y déjala reposar bajo un envoltorio adhesivo durante 30 minutos.
Para el relleno, fríe la cebolla picada en cualquier aceite vegetal hasta que esté blanda. Añade los champiñones finamente picados (a mi me gustan así) y revuelve hasta que estén listos. Sazonar con un poco de sal y pimienta recién molida.
Mientras tanto, hierve las patatas en agua salada hasta que estén muy blandas; escúrrelas y aplástalas con un trozo generoso de mantequilla; déjalas enfriar durante un minuto.
Combina el puré de patatas y los champiñones con las cebollas y tendrás el relleno típico para los varéniki.
Ahora, volvamos a la masa: usa un rodillo para enrollarla bastante fina. Corta círculos de la masa (unos 7 cm de diámetro); recoge los restos, vuelve a formar una bola y repite el proceso hasta que te quedes sin masa y tengas muchos círculos de obtenidos de esta.
Pon una cucharadita de relleno en cada círculo y empieza a formar tus varéniki: dobla en medios círculos y sella bien los bordes; repite con el resto. Deja los bordes así, o decora como prefieras.
Para cocinar las varéniki, ponlas en agua hirviendo bien salada; espera a que floten y luego cocínalas durante 2 minutos más. Si cocinas varéniki congelados, entonces hierve durante otros 1-2 minutos.
Escurre y sirve con un buen trozo de mantequilla o crema agria, así como un poco de eneldo picado: ¡priatnogo appetita!
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