Las opciones de Rusia para abrir bases en América Latina y el Pacífico

El volumen del comercio ruso en la región, la exportación de armas, así como los acuerdos de petróleo y gas serán factores clave que decidirán el futuro de las bases rusas en la región.

El volumen del comercio ruso en la región, la exportación de armas, así como los acuerdos de petróleo y gas serán factores clave que decidirán el futuro de las bases rusas en la región.

Vitaliy Ankov/RIA Novosti
La Flota del Pacífico observa los cambios en la región: el auge de China y el aumento de la presencia estadounidense. Rusia planea la opción de abrir bases militares permanentes más allá de sus fronteras.

El nuevo enfoque de EE UU hacia Asia ha provocado un aumento de la actividad marítima en el 'patio trasero' de Rusia. Según la política esbozada por el Departamento de Defensa de EE UU, hasta un un 60% de la Armada de EE UU será desplegada en el Pacífico hasta 2020. Actualmente hay un despliegue de cerca de 368.000 miembros en una serie de bases en la región.

Al contrario de las acusaciones chinas, los rusos han permanecido imperturbables. En realidad hay una expansión de la capacidad naval rusa en la zona, bajo el contexto de la nueva amenaza de EE UU, aunque en el cuartel general de la Flota del Pacífico, situado en Vladivostok, no hay sensación de pánico.

La razón para la aparente calma de la Armada rusa es que esta zona es la parte trasera de Rusia. Mientras que EE UU necesita hacer un amplio despliegue y para ello necesita apoyarse en bases, Rusia tiene un fácil acceso al Pacífico desde sus propias bases en el país.

Además, Rusia cuenta con una rama de aviación marítima única, compuesta por bombardero Tu-95 M que puede introducirse en el Pacífico. Esto significa que cualquier movimiento agresivo de EE UU puede enfrentarse mucho antes de que los barcos supongan una amenaza para la flota rusa.

La importancia de las bases

En cualquier caso, las bases en ultramar no solo son útiles porque suponen un asiento de primera fila en el teatro de operaciones, sino porque también son un reflejo de la creciente ambición de Moscú por encontrar un nuevo espacio a nivel internacional.

La colocación de militares en regiones del mundo estratégicamente importantes hará que trabajen de manera más efectiva para conseguir el objetivo de expandir la influencia global de Rusia.

Al mismo tiempo, contar con múltiples puertos en diferentes lugares hace maravillas en la moral de la tripulación tras largas semanas de trabajo en el mar.

El ejército ruso está examinando la posibilidad de establecer bases en la zona de Asia- Pacífico y también más allá. Exponemos aquí las opciones de Moscú.

Cam Ranh Bay, Vietnam

Una de las bases marítimas más seguras del mundo, tuvo una masiva presencia rusa durante la Guerra Fría, hasta el año 2002, en que la Flota del Pacífico se retiró. Actualmente Rusia tiene un acuerdo con Vietnam que permite simplificar el procedimiento de entrada a los barcos rusos. Además, las Fuerzas Aéreas rusas han utilizado la pista aérea desde 2014.

Sin embargo Moscú espera que haya un trato preferencial. En octubre de 2016, el viceministro de Defensa, Nikolái Pankov declaró que Rusia “estaba repensando las decisiones que había tomado anteriormente”.

“La situación global no es estática sino que es como un flujo. En los últimos dos años ha habido cambios significativos en la situación internacional. Así que es natural que todos los países valoren estos cambios en relación a sus intereses nacionales y tomen los pasos en la dirección que consideran adecuada”

El problema para Moscú es que Hanoi no permite la presencia militar constante de fuerzas militares extranjeras.

“La política de Vietnam es consistente y pretende no tener aliados militares o unirse con otro país para oponerse a un tercero”, declaró el portavoz de ministro de Exteriores, Le Hai Binh. “Tampoco permitiremos que otros países tengan bases en Vietnam”.

Aun así, Vietnam se mantiene cerca a Rusia por la ayuda que le prestó durante la guerra de Vietnam. Moscú ayuda en la renovación de la infraestructura de Cam Ranh Bay, lo que incluye un centro de entrenamiento para submarinos. Si el mar de sur de China se calienta, Moscú cuenta con acceso a una base.

Singapur

Esta ciudad estado es uno de los países más pragmáticos del mundo. Singapur no tiene alianzas militares con EE UU, ni con nadie más. Eso sí, cuenta con un disciplinado ejército que realiza intensos ejercicios militares con los estadounidenses.

Cuando Filipinas, en 1992, cerró las dos mayores bases estadounidenses de la región, el país norteamericano acordó con Singapur el uso de su base naval.

Aunque tal y como dijo Pankov, el mundo está cambiando. Los mandatarios actuales de Singapur se preparan para acercarse a Moscú. Según el primer ministro Lee Hsien, Rusia desempeña un papel importante en la región, lo que incluye también en noreste del continente asiático. Rusia puede involucrarse en la desnuclearización de la península de Corea y ha sido invitada como un socio para dialogar dentro de ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático).

“Mi padre, el primer ministro Lee Kuan Yew, creía que Rusia iba a desempeñar un papel primordial en los asuntos internacionales”, declara Lee. “Así que cuando era adolescente me estimuló para que estudiara ruso, que lo hice. En 1970 hizo su primera visita a Rusia e incluso después de abandonar el puesto de primer ministro, siguió manteniendo los lazos con el país. Estoy muy feliz de construir sobre estas bases”.

El trabajo de los diplomáticos rusos será duro en los próximos años. Mientras parece demasiado ambicioso pensar en una base, un acuerdo para simplificar la entrada al puerto así como la posibilidad de repostaje de aviones de largo alcance, podría ser un buen comienzo.

Cuba

La isla del Caribe tuvo en su época una gran presencia de Rusia, sobre todo en Lourdes, donde había un centro radioelectrónico. La situación cambió en los años 90, cuando cayó la URSS.

Es poco probable que Rusia acelere la actividad militar en Cuba, sobre todo debido a su proximidad a EE UU. Aunque estos hayan estado realizando ejercicios militares en los países del Báltico y Ucrania, Moscú ha descartado hacer maniobras similares en Cuba y mantiene el tratado de 1962, según el cual Moscú no puede instalar armas ofensivas en la isla.

En 2012 un militar ruso declaró que había conversaciones para reabastecer las bases en Cuba, tras la mayor puesta a punto militar desde la época soviética. Recientemente Raúl Castro y Putin han impulsado la diplomacia militar. En 2014 llegó a La Habana un buque ruso el mismo día que el ministro de Defensa Serguéi Shoigú anunciaba el aumento de la presencia militar rusa en América Latina. 

El barco espía Víktor Leónov CCB-175 llegó a la capital cubana y atracó en la zona comercial. Mandó una clara señal a EE UU: Rusia podría aumentar su presencia en América cuando lo decidiese.

El capitán descartó que Rusia estuviera enseñando sus músculos, aunque añadió: “Claro que monitorea actividades electrónicas militares y no militares en la región, casi exclusivamente de EE UU”.

Venezuela

En 2012 Vladímir Putin envió un mensaje especial a Hugo Chávez en el que ratificaba su compromiso de una “profunda alianza estratégica” entre Caracas y Moscú. Posteriormente una serie de bombarderos estratégicos de largo alcance Túpolev volaron sin reposta hasta el país latinoamericano, lo que hizo que Washington se pusiera alerta.

Cuando aterrizaron en la base Libertador, el propio presidente Chávez los recibió y declaró: “La hegemonia yankee ha terminado”.

Una base en este país situado en una posición estratégica otorgaría a Rusia una posición ventajosa a la hora de vigilar los movimientos de EE UU. Venezuela está a una distancia perfecta de EE UU, ni muy lejos ni muy cerca, aunque hay dos factores que dificultan cualquier plan para abrir una base.

Por un lado, la constitución venezolana prohíbe que se instalen militares extranjeros en el país. Esto implica que Rusia se deberá contentar con opciones más modestas, como acceso a los puertos o las posibilidades de repostaje de sus bombarderos estratégicos.

En segundo lugar, la incertidumbre política hace que puede haber un cambio en la dirección del país, que podría tener implicaciones para Rusia. El cambio de régimen podría provocar un acercamiento de Venezuela a EE UU.

Aunque ocurra algo similar a lo que pasó en Brasil, donde hay un gobierno proestadounidense, Moscú seguirá siento un actor clave, ya que casi todo el equipamiento militar de Venezuela, excepto los aviones de transporte y los buques, son de fabricación rusa.

Nicaragua

Marcado por lo ocurrido con EE UU, la constitución de Nicaragua no permite que otro país tenga bases en su territorio. Aunque sí que se permite que militares, buques y aviones rusos visiten el país, dentro de un programa de entrenamiento de seis meses de duración.

En 2013, dos aviones Túpoloev Blackjack realizaron maniobras de combate entre Venezuela y Nicaragua, lo que mostró que los nicaragüenses no son indiferentes a lo que hace EE UU. Se podría decir que si Rusia quiere volver a visitar el país, Managua dará por buena la invitación

Sídney, Australia

Los australianos han sido leales aliados de los estadounidenses desde 1951, año de creación de ANZUS, la alianza militar que también incluye a Nueva Zelanda.

Actualmente alberga una de las mayores bases militares de EE UU de la zona, en la región de Darwin, donde hay miles de Marines. Es obvio que el objetivo de la base es controlar el aumento del poderío naval de China.

Al contrario que otros aliados de EE UU, como Filipinas, Japón o Coreal del Sur, que están mejorando sus relaciones con Rusia, los australianos parece que tienen enormes prejuicios a la hora de tratar con los rusos.

El mejor ejemplo es el intento del ex primer ministro Tony Abbot por aislar a Putin durante la cumbre del G-20 celebrada en Australia en 2014.

Hay que olvidarse de la posibilidad de una base y es que si un buque ruso pudiera atracar en Sídney eso ya sería una muestra de acercamiento entre ambos países.

Conclusión

Los planes de Rusia para expandir sus capacidades defensivas -y de ataque a larga distancia- en la región de Asia Pacífico están tomando forma en un contexto de cambios importantes en la estructura de poder de la región, como son el auge de China y la reentrada de Japón como un poder militar destacado.

Mientras una serie de poderes regionales se acercan a Moscú, al mismo tiempo tendrán en cuenta no tensar la situación con Washington, la fuerza hegemónica durante largo tiempo.

El volumen del comercio ruso en la región, la exportación de armas, así como los acuerdos de petróleo y gas serán factores clave que decidirán el futuro de las bases rusas en la región.

Rakesh Krishnan Simha es un periodista en Nueva Zelanda especializado en defensa e historia militar. Es asesor en Modern Diplomacy, portal de política internacional con base en Europa.​

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