Rusia y EE UU compiten por su presencia en Cuba

El país norteamericano utiliza su proximidad y sus alianzas culturales para asegurarse de que mantiene la ventaja.

El país norteamericano utiliza su proximidad y sus alianzas culturales para asegurarse de que mantiene la ventaja.

AP
Los pasos dados para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE UU han dado pie a numerosos comentarios. Muchos de ellos se han centrado en si los beneficiados son los ciudadanos de Cuba o el régimen liderado por Raúl Castro. Sin embargo, se ha prestado poca atención a los intereses geopolíticos de EE UU.

El renovado interés de EE UU por Cuba llega en un momento de aumento de las tensiones con Rusia y un resurgimiento de la diplomacia entre Rusia y la isla caribeña, que deja a Washington en una posición geopolítica especialmente poco atractiva.

Rusia está preocupada por la expansión de la OTAN en Europa del Este, que apuntala los intereses de EE UU en la región mientras se entromete en un área de influencia rusa. Un ejemplo de la asertividad de la política rusa se manifestó en Crimea y en el conflicto en el este de Ucrania. La implicación del Kremlin en Siria, un asunto muy presente internacionalmente, ha otorgado a Rusia un papel mucho más importante en la mesa de negociaciones a la hora de resolver el conflicto. Estos casos han forzado a EE UU a desarrollar una actitud cauta respecto a la relación geopolítica que establece con Rusia.

Además, Rusia ha tratado de seguir los pasos de China y ha promovido acuerdos con varios países latinoamericanos. Desde 2008 Rusia ha tratado de construir relaciones con Cuba, Venezuela y Nicaragua, entre otros países latinoamericanos, con el objetivo de establecer acuerdos geopolíticos y económicos con vecinos de EE UU.

La asociación entre Cuba y la URSS sirvió para mantener a flote a la isla durante casi todo el siglo XX. Tras el colapso del régimen soviético el Kremlin dejó de dar ayuda económica a la isla. Esto provocó el “periodo especial” en Cuba, que dejó a la isla sin acceso a importaciones, capital e incluso algunas necesidades básicas.

Putin impulsa las relaciones con Cuba

Putin ha tratado de restablecer las relaciones con la esperanza de establecer una alianza con la isla. En 2008 Rusia fue el primer país que ayudó a Cuba tras el paso de tres huracanes que tuvieron graves consecuencias.

En 2009 Cuba firmó un acuerdo que permitía a Rusia involucrarse en la exploración de petróleo en el Golfo de México. Rusia también accedió a entregar un crédito de 150 millones de dólares para la compra de equipamiento de construcción y agricultura. Más recientemente, en 2014, Rusia condonó la mayor parte de la deuda que tenía Cuba, 32.000 millones de dólares. Poco antes de la visita de Obama a la isla, Rusia accedió a entregar un crédito de 1.400 millones para mejorar dos plantas eléctricas.

Además del apoyo financiero hay un intercambio militar y cultural. Rusia ha invertido en la construcción de museos en Cuba y Cuba ha celebrado los ataques aéreos de Rusia en Siria, lo que ha establecido una especie de camaradería entre ambos. Tanto Cuba como Rusia sufren las sanciones de EE UU contra sus países, lo que también contribuye a crear un espacio cultural y patriótico común.

A medida que crecen las tensiones entre Rusia y EE UU, Rusia se acerca a Cuba y así EE UU da pasos para prevenir que su potencial oponente aumente la influencia en su “patio trasero”.

El embargo de EE UU contra Cuba se mantiene desde hace 50 años, aunque desde 2014 Washington ha dado pasos para restablecer las relaciones diplomáticas y no ha obligado a Cuba a hacer cambios en su modelo económico ni político ni ha solicitado que cesen los abusos contra los derechos humanos. Según la Casa Blanca, EE UU trata algo diferente con la esperanza de que Cuba vaya hacia un mejor camino.

La clave geopolítica de los pasos de EE UU

Aunque esta actitud sirva para hacer buenos titulares de prensa y tenga seguidores tanto entre la población de Cuba como de EE UU, centrarse en el altruismo sin atender los intereses geopolíticos de  las decisiones diplomáticas limita la apreciación de la estrategia geopolítica de EE UU.

La nueva relación entre Cuba y Rusia, así como el aumento de la tensión entre Rusia y EE UU, podrían servir de incentivo para que EE UU buscara relaciones diplomáticas con el país caribeño, sin preocuparse de las concesiones que pueda hacer Cuba.

Con el establecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, EE UU está evitando que Rusia se convierta en un nuevo socio comercial del país caribeño y detiene así la influencia. La necesidad de Cuba por encontrar nuevos socios comerciales se hizo obvia tras la muerte de Hugo Chávez en 2013. Mientras Rusia comenzaba a llenar el vacío dejado por Venezuela, EE UU se apresuró para limitar la influencia rusa en la isla.

Oficialmente el Kremlin ha aplaudido este movimiento entre Cuba y EE UU hacia la diplomacia. La mayoría en EE UU cree que lo mejor es que se establezcan estos lazos, sobre todo para la población cubana. Sin embargo, en este caso el que sale realmente beneficiado es EE UU, que evita la influencia rusa en un país vecino y, potencialmente, la posible repetición de una crisis de los misiles.

Tanto Rusia como EE UU compiten por ganar espacio en Cuba y EE UU. El país norteamericano utiliza su proximidad y sus alianzas culturales para asegurarse de que mantiene la ventaja, o al menos, una fuerte presencia en esta carrera geopolítica. Esta presencia protege a Washington de cualquier potencial amenaza de Rusia y justifica la resolución de EE UU por restablecer las relaciones con Cuba, independientemente de la falta de concesiones de esta.

Artículo publicado originalmente en inglés en Russia Direct.

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