Sviyazhsk, Tartaristán
La ciudad fortificada en la isla homónima fue construida por orden de Iván el Terrible en sólo 24 días en 1551, con la participación de 75.000 personas. Esta fue la primera ciudad ortodoxa en Tartaristán, que se suponía que se convertiría en un puesto de avanzada ruso contra el Kanato de Kazán. Inicialmente, Sviyazhsk estaba en la cima de una montaña llamada Kruglaya (“Redonda”). El lago no apareció hasta 1957 debido a la construcción de una central eléctrica en el distrito estatal.
En la isla se conserva la Iglesia de la Asunción, de madera, del siglo XVI, que es el único edificio que queda de la época de Iván el Terrible, así como varias iglesias antiguas de piedra. En 2017, la UNESCO incluyó a Sviyazhsk en su lista de Patrimonio de la Humanidad.
Shlissenburg (Oreshek), San Petersburgo
Inicialmente, esta fortaleza en la isla de Orejovi fue construida para proteger a Rusia de los suecos a mediados del siglo XIV. Se construyó en una ruta de comercio marítimo, y la fortaleza pasó a los suecos un par de veces, hasta que fue reconquistada durante el reinado de Pedro el Grande y recibió poderosas fortificaciones defensivas y su nombre actual. Aquí también se pueden encontrar algunas ideas muestras de arquitectura militar allí: Por ejemplo, la entrada está en ángulo recto con las murallas, de modo que el enemigo tenía que girar hacia su lado derecho (desprotegido) al entrar en el edificio.
Shlissenburg es a menudo llamada la “Bastilla Rusa”. Desde el siglo XVII, ha albergado una prisión para convictos políticos, entre los que se encontraron la primera esposa de Pedro, Yevdokiya Lopujina, y el hermano del líder de la Revolución Rusa, Vladímir Lenin.
Fuerte Alejandro I (Fuerte de la Peste), San Petersburgo
Construido a mediados del siglo XIX en el suburbio de Kronstadt, en San Petersburgo, el Fuerte Alexander I nunca ha estado involucrado con ninguna batalla. Sin embargo, fue el hogar de una guarnición de la marina en la que sirvieron hasta 1.000 soldados. En 1896, el fuerte se consideró innecesario y se cerró, pero la gente volvió allí al año siguiente, debido a una pandemia de peste bubónica. El fuerte fue reconstruido como laboratorio, donde trabajaron 20 médicos, buscando una cura para la plaga. Así es como pasó a ser conocido como “Fuerte de la Peste”.
Después de la Revolución, el laboratorio fue cerrado, y los patógenos de la peste y el cólera fueron transportados a Sarátov, donde se abrió el primer instituto antiplagas del país. Durante los años soviéticos, el fuerte se utilizó como almacén de equipo militar, pero fue abandonado de nuevo en la década de 1980. En la década de 1990, este lugar se hizo popular por la celebración de raves ilegales. Hoy en día, está abierto para visitas guiadas.
Fortaleza de Vladivostok
Una de las fortalezas más impresionantes del país se encuentra en el Lejano Oriente ruso. Fue construida en la isla Ruski, cerca de la ciudad de Vladivostok a finales del siglo XIX y principios del XX. Su línea principal de defensa fue construida después de la Guerra Ruso-Japonesa de 1905. En esta se pueden ver 16 torres unidas por túneles y galerías… ¡toda una obra maestra de la arquitectura militar!
La isla Ruski fue una vez la base principal de la Flota Rusa del Pacífico, pero estuvo cerrada hasta finales del siglo XX. Recientemente, fue reabierta para los turistas.
Por-Bazhin, Tuvá
En lo más profundo de la República de Tuvá (Siberia del Sur) hay una isla-fortaleza llamada “Por-Bazhin” ("casa de barro") en medio del lago de la montaña Tere-Jol. Los primeros exploradores de Siberia encontraron esta fortaleza en el siglo XVII, sin embargo, debido a lo difícil de acceder a este lugar, fue poco visitada. Los arqueólogos modernos creen que Por-Bazhin pertenecía al pueblo uigur y pudo haber sido construida alrededor de los siglos VIII y IX, cuando no había ningún lago allí. Este apareció debido a un terremoto, que también obligó a los uigures a abandonar esta fortaleza. Sólo quedan los cimientos.
Castillo de Víborg, Región de Leningrado
Esta fortaleza en la isla de Zamkovi (“Castillo·) fue construida por los suecos a finales del siglo XIII, durante su cruzada contra las tribus finlandesas en Carelia. El castillo tenía la misión de proteger a los suecos de los ataques de la República rusa de Nóvgorod, que no planeaba ceder la mencionada región al rey sueco. El castillo y la ciudad de Víborg se convirtieron en rusos en 1710, después de la Gran Guerra del Norte. Ahora, es uno de los pocos castillos medievales de Rusia, ¡y vale la pena visitarlo!
Isla Solovetski, Región de Arjánguelsk
Esta fue la fortaleza más septentrional de Rusia en el momento de su construcción en el siglo XVI por orden de Iván el Terrible y se levantó para proteger el monasterio de Solovetski de los suecos. Los muros, hechos de cantos rodados sacados del mar Blanco tienen 7 metros de grosor en la base. ¡Es asombroso cómo los monjes fueron capaces de construirlo en esa época!
La fortaleza fue atacada dos veces: durante el levantamiento de los Viejos Creyentes contra la reforma de la iglesia del siglo XVII y durante la Guerra de Crimea (1853-1856) en 1854. En las décadas de los 30 y los 30 del pasado siglo, en la zona también existió el campo de prisioneros de Solovkí.