Perestroika, las ranas-demócratas del último videojuego soviético

Ciencia y Tecnología
ALEXÉI TIMOFÉICHEV
El Tetris no fue el único juego desarrollado en la URSS. En la época de Mario Bros., El Príncipe de Persia o Pac Man, los desarrolladores soviéticos se sacaron de la manda Perestroika, también conocido como Toppler, y lograron un gran éxito

Perestroika fue el último juego desarrollado en la URSS. Se publicó en 1990, un año antes de que desapareciera el país. Fue muy popular tanto en la URSS como en el extranjero. Todavía hoy es posible encontrar algunas versiones para usuarios de iPhone y Android.

El juego refleja el turbulento periodo en el que fue creado. En la pantalla de bienvenida del juego de DOS aparece el líder soviético Mijaíl Gorbachov, que inició la perestroika, y de fondo, las deterioradas murallas del Kremlin.

Para añadirle un toque todavía más ruso, al principio suena la canción de folk “Dubinushka” (diminutivo para palito de cangrejo).

Demócratas-ranas contra burócratas-insectos

El protagonista tiene aspecto de pequeña ranita verde. Aunque no es una rana sino un demócrata. Va saltando de un lirio a otro, tratando de llegar al siguiente nivel. Los lirios flotantes están en constante movimiento y tampoco son una cosa sencilla, encarnan las cambiantes leyes y regulaciones del sistema soviético tardío.

Los movimientos de la criatura verde no son sin sentido. En su camino la ranita-demócrata va acumulando unos puntos que simbolizan bienes comestibles (a finales de los 80 había un déficit absoluto en la URSS), así como transacciones de moneda (durante la época de Gorbachov las divisas se abrieron camino en Rusia). Estos bonus hacen que la ranita vaya ganando fuerza. También hay malos puntos, una presión impositiva progresiva que disminuye el bienestar de las criaturas verdes. Los demócratas tienen enemigos, los burócratas. Estos bichos rojos aspiran a aniquilar a las criatura que quieren reformas, cuyo objetivo es evitarlos y llegar hasta la esquina superior derecha para pasar a un nivel más avanzado.

‘Cha-cha-cha’ y ‘ñam, ñam’

El juego, aunque fuera simple, se hizo muy popular y se instalaron millones de copias en los ordenadores personales. Perestroika fue creado por Nikita Skripin, empleado de una cooperativa, una nueva forma de actividad económica apoyada por las reformas de Mijaíl Gorbachov. El propio juego estaba inspirado en un programa de televisión japonés en el que la gente arrojaba troncos al agua de un estanque y luego saltaban sobre ellos tratando de ser los primeros en cruzarlo.

Según Skripkin, tanto la canción como otros sonidos hicieron que el videojuego se distinguiera tanto en Rusia como en el extranjero. “Por primera vez una computadora comenzaba a 'cantar' y a hablar con voz humana”, explica el diseñador. Además de 'Dubinushka', los protagonistas pronunciaban vívidos sonidos como 'ñam, ñam' (cuando el jugador mejoraba su bienestar) y 'cha-cha-cha' (la danza de los burócratas al final, cuando un jugador perdía). Uno de los desarrolladores fue capaz de convertir la voz de su mujer en estos sonidos e integrarlo en el juego.

Tal y como recuerda Skripkin, cuando Perestroika estuvo listo lo llevaron a uno de los muchos institutos científicos de investigación de la URSS. “El trabajo se quedó estancado al día siguiente. Por todas partes se oía 'ñam-ñam' y 'cha-cha-cha'. Algo parecido ocurrió en muchos institutos de investigación y agencias equipados con computadoras”. Un amigo de Skripkin le dijo que el juego también se hizo muy popular en EE UU.

Valor para la industria de videojuegos

Los desarrolladores de Perestroika confesaron que no ganaron dinero con el juego pero que les sirvió para labrarse una buena reputación. No es casualidad que el portal old-games.com señalara que el juego tiene un valor histórico dentro de la industria. La cooperativa se convirtió en una empresa que todavía hoy es importante en el mercado de videojuegos de Rusia.

Tras el éxito de Perestroika en 1991 apareció una secuela: La Defensa de la Casa Blanca, inspirado en el fallido golpe de Estado de 1991, cuando gente con conciencia democrática defendió el edificio del Gobierno de Borís Yeltsin, llamado Casa Blanca. El juego Perestroika se revitalizó de alguna manera en 1995, cuando se relanzó en computadoras con Windows.

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