Mijaíl Gorbachov durante una lección en Londres, el 23 de septiembre de 2004.
APMijaíl Gorbachov abrió un nuevo futuro para toda Europa. En el momento álgido de la Guerra Fría, formuló un concepto de una nueva Europa. Entendió la herencia común de Europa y la responsabilidad común de los europeos, en un momento en el que muchas personas en Occidente se aferraban a los estereotipos de la Guerra Fría. <...> Sin embargo, la gran nación europea de los rusos es parte de la identidad cultural e histórica del continente. Gorbachov siempre se mostró confiado respecto a ello.
Gorbachov es un hombre que consiguió lo más increíble, lo más deseado, la liberación más desesperada.
Rompió los grilletes y liberó a la gente del yugo al que habían estado sometidos por miedo durante 75 años. Los liberó de manera decisiva y muy rápida, sin derramar ni una gota de sangre en el camino.
Hay algo excepcional en él, una energía inexplicable. Algunos de sus movimientos y maneras me recuerdan a un boxeador o incluso a un matón. Pero es un hombre de gran inteligencia. Su pensamiento es como un yudo mental. Al fin y al cabo, ¿qué es el yudo? Es utilizar la fuerza del atacante para defenderte. Gorbachov es un político que salvó a Rusia sin obtener ningún beneficio por ello.
Tengo una admiración permanente por Mijaíl Gorbachov. Es una admiración que compartimos todos los que sabemos que si no fuera por su iniciativa el mundo seguiría viviendo bajo la sombra de una catástrofe nuclear. <...>
Pero, ¿trajo la perestroika una segunda revolución rusa? No. Produjo el colapso del sistema construido tras la revolución de 1917, y le siguió un periodo de ruina económica, social y cultural que la gente en Rusia no ha superado del todo. La recuperación de esta catástrofe le costó a Rusia más que la de las guerras mundiales.
Es necesario reconocer los crímenes de Gorbachov y Yeltsin a nivel gubernamental. Cometieron un auténtico crimen, deliberadamente o no, guiados por la ambición o no. Eso no es lo que importa. Sus "logros" provocaron el colapso del país y esta es la mayor catástrofe geopolítica del siglo.
Para mí Gorbachov es sinónimo de maldad. Es un símbolo del derrumbamiento de mi patria. Es un hombre por el cual hemos recibido tal cantidad de desastres, que todavía no los podemos digerir. Es el colapso de una gran civilización, una gran ciencia y cultura. Es el colapso de todo un vector de la historia de Rusia.
Un típico funcionario del Komsomol (juventudes comunistas) que era incapaz de decidir por sí mismo. Siempre eran los comunistas o los miembros del equipo ejecutivo los que tenían que decidir. La dura carga que suponía llevar el poder en este país estaba más allá de sus capacidades como miembro del Komsomol.
Es relativamente abierto en sus maneras e inteligente. Es simpático y tiene sentido del humor. Es un hombre con el que podría hacer negocios. El realidad, más bien, me gustaba.
Mijaíl Gorbachov: “Estoy en contra de cualquier muro”
Entrevista exclusiva al expresidente de la URSS
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