Píter, la Ciudad del Nevá, la Capital del Norte, Capital Cultural, la Venecia del Nevá, la Palmira del Norte, la Ciudad de las Tres Revoluciones... San Petersburgo tiene muchos apodos que reflejan sus características a pesar de una edad relativamente joven, poco más de 300 años. Fundada en 1703, la ciudad ha tenido varios nombres oficiales a lo largo de su historia.
La ciudad de San Pedro
Pedro el Grande fue el primer gobernante ruso en apreciar Europa y su progreso, por lo que viajó por Inglaterra, los Países Bajos, Austria y otros países. Allí vio y aprendió la construcción de barcos y la ciencia naval, así como las costumbres y la vestimenta de las cortes reales.
Al fundar su nueva capital en un pantano del delta del río Nevá, en el norte de Rusia, Pedro quiso acercarse a sus vecinos suecos y a toda Europa. En su famoso poema “El jinete de bronce”, el poeta Alexánder Pushkin escribe que el emperador quería abrir “la puerta de Europa” y acceder al mar Báltico.
Para llevar su pretensión más lejos, Pedro dio a la ciudad uno de los nombres más “europeos” posibles. El título honra a San Pedro Apóstol, al que el Emperador consideraba su propio patrón celestial. Como Pedro el Grande era un admirador de los Países Bajos, primero llamó a la ciudad “Sankt Pieter Burkh” a la manera holandesa. Desde entonces, la gente se acostumbró a acortarlo como Pieter (Píter) y que sigue siendo el apodo más popular de la ciudad.
Sin embargo, en 1724, el periódico oficial, Védomosti, empezó a referirse a la ciudad como Sankt-Peterburg, que resultaba más familiar para los muchos alemanes que vivían y construían la ciudad, y que servían en la corte de Pedro.
La ciudad se asoció rápidamente con su fundador, más que con San Pedro. Pushkin la llamó en varios poemas “la gran creación de Pedro” y “la ciudad de Pedro”.
Un giro hacia lo ruso
Dos siglos después, la ciudad cambió de nombre por primera vez. En 1914, Rusia entró en la Primera Guerra Mundial, y Alemania era su principal enemigo. El emperador Nicolás II decidió deshacerse del nombre “alemán” de la ciudad y ordenó rebautizarla como “Petrogrado”, que seguía significando literalmente “la ciudad de Pedro”, pero en forma rusa. “Grad” es una antigua manera de decir ciudad en ruso.
Una ciudad revolucionaria
Los lugareños aún no se habían acostumbrado al nuevo nombre cuando, diez años más tarde, lo volvieron a cambiar. La ciudad fue la cuna de la Revolución bolchevique, pero durante la Guerra Civil perdió su condición de capital porque el gobierno decidió trasladarse a Moscú.
En 1924, cinco días después de la muerte del líder soviético, Vladímir Lenin, el Ayuntamiento de Petrogrado propuso cambiar el nombre de la ciudad por el de Leningrado. La cuestión se debatió en el Segundo Congreso de los Soviets de toda la Unión, que previsiblemente ratificó el cambio.
Durante los 70 años de gobierno soviético, todo el mundo, dentro y fuera de Rusia, se acostumbró a llamarla Leningrado. Por ejemplo, el bloqueo nazi de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial se llama “El sitio de Leningrado”, pero nunca “El sitio de Petersburgo”.
Los poetas de Leningrado escribieron muchos poemas dedicados a su ciudad y al valor de sus ciudadanos. El día en que se levantó el asedio, la poeta Anna Ajmátova escribió:
En una noche de enero sin estrellas,
por su increíble destino abrumado,
de las profundidades de la muerte rescatado
se saluda a sí mismo Leningrado.
A partir de 1924, el nombre de Lenin apareció por todas partes en la URSS, y desde entonces cada ciudad y pueblo ruso tiene una calle o una plaza con el nombre del revolucionario. En Moscú hay una plaza con el nombre de Lenin y otra con el de Leningrado. Es una pesadilla para los conductores inexpertos.
A las autoridades soviéticas les encantaba poner a las ciudades nombres de bolcheviques famosos: Kaliningrado, Stalingrado, Dimitrovgrad y muchos títulos así aparecieron a lo largo del siglo XX. Algunos se cambiaron en los años 90, pero muchos se mantuvieron.
Vuelta a las raíces
En 1991, tras el colapso de la Unión Soviética, fue un paso bastante lógico y simbólico cambiar el nombre de la ciudad. Las autoridades locales celebraron una encuesta pública, y más de la mitad de los ciudadanos apoyaron la iniciativa de devolver el nombre histórico, San Petersburgo.
Al mismo tiempo, los títulos de muchas organizaciones mantuvieron “Leningrado” durante un tiempo, y la zona que rodea a San Petersburgo sigue llamándose región de Leningrado, porque los lugareños acabaron votando por no cambiarlo (muy probablemente para evitar los problemas burocráticos de cambiar los documentos oficiales). Muchas personas de la vieja generación siguen llamando a veces a la ciudad Leningrado, solo por costumbre.
Uno de los grupos rusos de pop-rock más populares, originario de la ciudad, se llama Leningrad. En una de sus canciones más famosas, el líder, Serguéi Shnurov, canta que probablemente estaba borracho, porque no recordaba cuándo se había “mudado” a San Petersburgo. “Hoy mi dirección es www Leningradspb punto ru”, canta, mezclando el pasado soviético con el presente ruso, y anunciando su propio sitio web (aunque no se ha actualizado desde 2002).
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