Por qué un actor y mimo de Hollywood se mudó a Rusia

Archivo personal
Como muchos extranjeros, Randy King llegó sin conocer el idioma ruso. Pero, a diferencia de otros, esto no le supuso ningún obstáculo. Al fin y al cabo, es un actor de pantomima y puede contarlo todo sin palabras, sólo con gestos.

El actor Randy King se trasladó a Rusia en los años 90, cuando tenía casi 40 años. Fue una elección difícil, pero ahora, el estadounidense admite que Dios mismo le llevó a Rusia. Después de 30 años viviendo allí, Randy se ha convertido en un verdadero patriota de su nueva patria y casi ruso él mismo.

Primera vez en Rusia y primer amigo ruso

Randy llegó por primera vez a Rusia en 1993, como parte de una misión cristiana para contar historias bíblicas mediante la mímica.

El actor dice que recordará ese primer día para siempre. De niño, sólo veía Rusia y la Plaza Roja a través de la televisión en blanco y negro y se la imaginaba sombría y gris.

“¡Y en realidad es roja! ¡Y hay tantos otros colores alrededor! Sólo la catedral de San Basilio ya merece la pena. Entonces sentí que estaba dentro de la historia, que participaba en ella. ¡Fue un shock! Un misterio”.

Randy viajó a Rusia varias veces más. Una vez se hizo amigo de un ruso llamado Serguéi Sorokin, que también estaba interesado en el arte de la pantomima.

Desde entonces, actúan juntos en varias ciudades rusas, en fiestas de cumpleaños, fiestas populares y bodas.

Entrando en la vida rusa

Fue Serguéi quien introdujo a Randy en la vida tradicional rusa. Lo llevó a su dacha (casa de campo) a cosechar patatas y a bañarse en la bania (casa de baños). Le enseñó a hacer colas de espera (pues era principios de los 90 y había déficit en todas partes), a montar en autobús en hora punta, a comer arenques con pan negro y a beber “kisel”, un cóctel gelatinoso a base de bayas.

Así que, en 30 años, un estadounidense se convirtió en ruso. Y, ahora, cruza fácilmente la carretera con el semáforo en rojo: “¡No hay nadie alrededor!”, se ríe.

Resultó que, incluso en el género de la pantomima, hay tramas comprensibles sólo para los rusos. Por ejemplo, el gesto en que una persona se agarra con la mano a un asa en un transporte y casi se cae empujada por la multitud. En Rusia, todo el mundo lo ha experimentado y a los rusos les hace gracia.

“En Estados Unidos, la reacción es nula: allí todo el mundo conduce coches, otras realidades”.

¿Por qué Rusia?

Randy creció en Alabama y desde pequeño sintió pasión por el mimo. Pero todo el mundo, incluidos sus padres, le decían: “Oye, ¿qué tontería has elegido hacer? ¿Quién necesita eso en nuestra pequeña ciudad?”.

Así que tuvo que convertirse en un actor “clásico”. En el futuro, incluso protagonizaría pequeños papeles en películas de Hollywood, como Spider-Man. Homecoming (2017) y Guardianes de la Galaxia Vol. 2 (2017).

“Cuando estuve en Rusia por primera vez y representé una pantomima, se me partió el corazón, porque, aquí, ¡el público me entendía y me aceptaba!”.

Entonces, Randy se vio ante una disyuntiva: quería ir a Rusia, pero sentía que la puerta de Estados Unidos se cerraría para siempre. El actor era asiduo a la iglesia, así que le preguntó a Dios qué debía hacer.

“Y tomé la decisión correcta y estoy muy agradecido de que todo sucediera así”.

¿Por qué Ivánovo y no Moscú?

Randy fue invitado a la relativamente pequeña ciudad de Ivánovo, 400 kilómetros al norte de Moscú, por un estadounidense que vivía allí. “Luego, él se marchó, pero yo ya me había convertido en un ‘ivanoviano’. Aprendí la historia de esta ciudad y me enamoré de ella”.

Al principio, muchas cosas le sorprendieron: por ejemplo, la abundancia de “cabezas de piedra”, es decir, bustos-monumento. E investigó: ¿quién es esta persona, por qué necesita saber sobre esta persona?

En Ivánovo, la vida pausada y sin prisas y la comodidad atrajeron al estadounidense.

“Moscú es como Estados Unidos, todo el mundo corre, hay mucha gente, yo no quiero vivir así. Aquí puedo pasear por el malecón del río Uvod y pensar en mi trabajo mientras camino. Me alegro de que en Ivánovo todavía haya muchos lugares tranquilos y bonitos para pasear. Pero, cuánto tiempo se conservarán, no lo sé, porque...” dice Randy, terminando su discurso con una pantomima que representa cómo las casas crecen y se comen al hombrecillo.

La esposa rusa

En la “ciudad de las novias”, como se suele apodar a Ivánovo, Randy encontró una esposa rusa. Es su segundo matrimonio y se conocieron siendo ya personas maduras. Liudmila estudió danza impartida por el estadounidense y empezaron a salir juntos.

“Ella me ayuda en todo. E incluso tolera algunas peculiaridades. Por ejemplo, me gustan mucho los zapatos. Tengo una estantería enorme de ellos y ella sólo tiene unos pocos. Y tengo mucha ropa roja. Y no sólo roja, sino ardiente, es mi color, me llena de vida”.

Randy no veía ninguna diferencia particular entre las mujeres rusas y las americanas. “Bueno, quizá a las mujeres de aquí les gusta más cocinar. No es tan común en EE UU”.

Randy todavía no habla ruso muy bien. “La gramática rusa es muy difícil. Si la aprendes cuando eres joven, es un poco más fácil, pero, cuando llegué aquí, tenía casi 40 años y sólo sabía la palabra ‘PECTOPAH’ (restaurante), se podía comer allí”. 

Cómo un estadounidense se convirtió en patriota ruso

Randy tiene cuatro hijos y muchos nietos que dejó en Estados Unidos, así que viaja regularmente a su tierra natal.

“A veces, cuando alguien dice algo malo de Rusia, intervengo y defiendo a Rusia”.

Muchos creen que Randy llegó a ser más patriota que los propios rusos.

“Mi corazón está aquí, amo este país. La gente que habla mal de él normalmente no ha visto mucho, han vivido en un sitio toda su vida y repiten lo que les empujan desde la televisión. Son como loros. Y yo tengo experiencia, he visto muchos países, gente, formas de vida. Y aprendo constantemente y quiero saber más. Esto también es, por cierto, un rasgo ruso”.

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