¿Es Rusia un país más sexista que otros?

Estilo de vida
ANNA SORÓKINA
En las encuestas los rusos afirman que apoyan la igualdad de derechos, pero la realidad es diferente.

El pasado mes de octubre una profesora de escuela en Sarátov pidió a sus estudiantes de quinto curso que escribieran en casa sobre roles de género. Después de que una niña escribiera que los hombres y las mujeres deberían hacer exactamente las mismas tareas -cocinar, limpiar los platos, ordenar la casa, limpiar la ropa y recoger a los niños de la escuela- su hermana sacó una foto del cuaderno y colgó el siguiente tweet: “Creo que mi hermana ha gestionado bien esta idiota tarea sexista”.

El tweet se hizo viral en Rusia y no por lo tarea. 

“Todavía es sexista”, respondió un usuario masculino. “¿Dónde están los agujeros en las paredes, la reparación de muebles, los arreglos del automóvil, etc, etc”.

Rusia, al igual que muchos países, tiene una larga historia de tratar con inferioridad a las mujeres. Antes de 1917 era una sociedad marcadamente patriarcal. Las mujeres eran vistas como posesiones por las clases altas, “trofeos” que tenían que quedarse confinados en casa. Mientras, las campesinas trabajaban tan duro como los hombres, pero estaban subordinadas a sus maridos, padres y hermanos. La cuestión del sexismo no se trataba porque nadie podía imaginar que la vida pudiera ser de otra manera.

Con la llegada del poder soviético las mujeres se convirtieron en camaradas y obtuvieron el derecho al voto así como los mismos derechos educativos y laborales. Todas las mujeres, incluidas las antiguas aristócratas, tenían que trabajar tanto como los hombres. Las mujeres soviéticas lucharon en la Segunda Guerra Mundial, viajaron al espacio y subieron a la cima del monte Elbrús, el más alto de Europa. Nadie hablaba de sexismo porque los salarios eran muy parecidos.

Los tiempos han cambiado y ahora las mujeres no están obligadas a trabajar y no hay una ley sobre parasitismo social, como había en la URSS. Aún así la mayoría de ellas trabajan. Por eso la cuestión de la igualdad de derechos sigue siendo relevante.

Falta de igualdad en política

Rusia obtuvo el puesto 75 en el Informe Global de Brecha de Género realizado por el Foro Económico Mundial, que evaluó 144 países. Se trata de un resultado peor que el de 2015, cuando el país eslavo ocupó el puesto 53. Resulta interesante el hecho de que Rusia estuviera entre los 40-45 primeros países en lo que respecta a oportunidades económicas, educativas y sanitarias, pero en empoderamiento político obtuviera solamente el puesto 129.

La reciente noticia acerca de los planes de la periodista Ksenia Sobchak para presentarse a las elecciones presidenciales, y la posterior reacción de muchos rusos, ha puesto de relieve lo rara que es la presencia de las mujeres en política.

Solo hay 64 mujeres entre los 446 diputados de la Duma Estatal y las ministras son muy escasas. En el último siglo solamente ha habido 14.

Se sorprendería pero el 33% de los rusos no está en contra de que una mujer sea presidenta, según una encuesta de marzo realizada por el centro Levada. Alrededor del 30% de los encuestados estaba en contra de que las mujeres participasen en política. Al mismo tiempo, la mayoría de los rusos está de acuerdo con que las mujeres y los hombres tengan las mismas oportunidades.

Salarios más bajos

Según la agencia estatal de estadísticas, Rosstat, en 2016 la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres era del 27,4%. La brecha económica en base al género era similar a la de EE UU, donde una mujer gana 79 céntimos por cada dólar que gana un hombre, según datos de 2016.

Al contrario que en los países occidentales en Rusia la brecha de género está aumentando. Hace tres años era del 25,8%. Algunos expertos señalan que la discriminación por género en el trabajo podría no verse porque muchas compañías no están dispuestas a contratar mujeres para determinados puestos, no solo puestos ejecutivos sino también en el llamado “trabajo pesado”, empleos como conductor de metro, por ejemplo.

El Código Laboral de Rusia prohíbe que las mujeres hagan esos trabajos “pesados” o “peligrosos”, lo que incluye el metro (excepto los servicios al consumidor), la herrería y demás. En 2009, una estudiante realizó una queja legal por su derecho a trabajar como conductora de tren, pero el Tribunal Supremo la rechazó. 

Según Liya Serguéieva, socia de la empresa de contratación ASAP, en empleos como construcción, ingeniería y tecnologías de la información, los puestos ejecutivos suelen ser para los hombres, informa el diario Védomosti.

Aunque en la industria de la belleza, en la venta, los hoteles y la hostelería, las mujeres tienen más opciones que los hombres. También resulta interesante la investigación realizada el año pasado por la web Rabota.ru, que mostraba que las expectativas salariales de las mujeres eran un 10% menores que las de los hombres por realizar el mismo trabajo. El salario podría haber sido mayor, pero las mujeres ni tan siquiera lo preguntaban.

¿Un trabajo de hombres?

No sorprende que el 54% de los rusos piense que el hombre debería ser el sustento de la familia, según una reciente encuesta de VTsIOM

En lo que respecta a la crianza de los hijos y a la limpieza de la casa, el 80% cree que lo deberían hacer juntos ambos miembros de la pareja.

Cuando hablamos sobre sexismo la mayoría piensa que hablamos exclusivamente de las mujeres. Pero en caso de divorcio la custodia del hijo es de la madre, aunque hay rusos que creen que esto es injusto. En primavera el Comité de Padres sugirió que la persona que inicie el divorcio (en Rusia en un 80% de los casos lo hacen las mujeres), debería también pagar una renta por el cuidado del hijo.

Sin embargo, Liudmila Aywar, líder del movimiento “Por los derechos de la mujeres”, considera que esta iniciativa es de carácter “populista” y señala que estas propuestas aparecen cuando los hombres tienen que pagar una pensión alimentaria del salario real.