¿Sabías que los rusos inventaron la bicicleta?

Estilo de vida
ALEXANDRA GÚZEVA
Mostramos a siete famosos rusos sobre ruedas.

Según la leyenda (o quizá sea real) un siervo ruso de Nizhni Taguil hizo la primera bicicleta y se la envió a su señor, que estaba en San Petersburgo, con el objetivo de sorprender al zar. Para llegar hasta allí también completó la primera carrera en bicicleta, que tuvo 1.600 km. Sorprende que este hombre pudiera completar el trayecto, ya que la era muy incómoda. El sillín estaba justo encima de la rueda. A pesar de ello, el zar Alejandro I estaba muy impresionado y liberó a este hombre de la servidumbre.

A los Romanov les encantaba andar en bicicleta. Alejandro II montaba en su residencia de Tsárskoe Seló, cerca de San Petersburgo. Mientras que sus hijos sorprendían a los guardas cuando iban por los pasillos del palacio de los zares en bicicleta tras recibir sus primeras bicis. Era invierno y no podían utilizarlas en la calle por el frío que hacía. El nieto de Alejandro II, el zar Nicolás II fue quizá el ciclista más famoso de los Romanov.

Lev Tolstói le encantaban los deportes. Se daba largos paseos, hacía gimnasia, natación, corría y montaba a caballo. De modo que no es una sorpresa que fuera uno de los primeros, y más conocidos, ciclistas en Rusia. En 1895 la Sociedad Ciclista de Moscú entregó al escritor un lujoso regalo: una bicicleta Rover. Tolstói aprendió a andar en bicicleta a los 67 años y también enseñó a sus hijos.

Otro ruso, el genial científico, ingeniero y pionero de la investigación espacial, Konstantín Tsiolkovski, también comenzó tarde a montar en bicicleta. La gente de su pueblo en Kaluga lo consideró un viejo loco cuando lo vieron montar rápidamente en su bicicleta. Actualmente hay una estatua de Tsiolkovski en el centro de la ciudad en la que aparece junto a su bicicleta mirando el cielo.

Vladímir Shújov no solo fue el arquitecto de la Torre Shújov y de decenas de construcciones metálicas. También estaba interesado en la ópera, el teatro, el ajedrez y el ciclismo. Al parecer, en una ocasión el jefe de la compañía de construcción en al que trabajaba Shújov entró en el Manezh de Moscú y se encontró con una carrera de bicis. Alexánder Bari, que era el jefe, vio que el ganador había sido Shújov, su empleado de mayor talento.

Al presidente de Rusia y al primer ministro les gusta más ir al gimnasio o a esquiar que montar en bicicleta. Sin embargo, en una ocasión soprendieron al público con una vuelta durante una reunión informal en la casa de Medvédev en Gorki 9.