Hoy en día, la Ruta Marítima del Norte es una arteria de transporte utilizada activamente por Rusia no sólo para dar servicio a sus territorios del norte y Extremo Oriente. También se utiliza para transportar mercancías hacia y desde China, por ejemplo. Esto es favorable, porque la ruta de San Petersburgo a Shanghái dura 28 días, mientras que la navegación por el Canal de Suez lleva unos 50 días.
Sin embargo, aún hoy es casi imposible navegar por el océano Ártico sin una flota especial capaz de atravesar el hielo y abrir paso a los buques si quedan atrapados en él.
Una expedición mortal
A lo largo de nueve meses al año, el hielo tiene un espesor de tres metros, las temperaturas son de -50º C, hay ráfagas de viento de hasta 50 m/s y noches interminables en invierno: así es el océano Ártico. Pero a pesar del peligro mortal de navegar en tales condiciones, muchos países se esforzaron por desarrollar una ruta marítima a través de las frías aguas para encontrar el camino más corto de Europa a Siberia y el Extremo Oriente, y luego del Atlántico al Pacífico.
Así, a mediados del siglo XVI, la tripulación del navío británico Edward Bonaventure, dirigida por Richard Censor, desembarcó cerca de la moderna Severodvinsk. El barco fue enviado por la London Moscow Company para encontrar una ruta marítima septentrional hacia China. Sin embargo, esta ruta interesaba a los británicos y a sus vecinos no sólo por China. Los europeos sabían que las mejores pieles, con las que los rusos comerciaban con Europa primero a través de Jolmogori y luego a través de Arcángel (a unos 1200 km al norte de Moscú), procedían de Siberia, y trataron de establecer comunicación y comercio con la ciudad siberiana de Mangazeya.
Los pomor que vivían en el norte de Rusia fueron los primeros en descubrir elementos de la Ruta Marítima del Norte. Comerciaban con mercaderes extranjeros y eran hábiles navegantes en los mares septentrionales. Fueron ellos quienes iniciaron el comercio con Siberia, lo que dio lugar a la aparición de Mangazeya, el centro del comercio siberiano. Allí afluían todas las riquezas extraídas de los bosques siberianos y desde allí se enviaban por mar a Arcángel y más allá a Rusia o Europa.
La actividad de los extranjeros era tan grande que el zar ruso tuvo que prohibir a los comerciantes rusos y extranjeros viajar por la ruta marítima del norte so pena de muerte.
Basándose en la experiencia de los pomor, el diplomático ruso Dmitri Guerásimov elaboró en el siglo XVI el primer plan de la ruta marítima a través del océano Ártico desde Europa hasta China. Comunicó este plan al historiador italiano Paulo Giovio, y éste no tardó en publicar el proyecto de Guerásimov. La idea ganó popularidad rápidamente tanto en Europa como en Rusia, pero no había posibilidades técnicas para un viaje por el Ártico. Hasta el siglo XIX no se pudo volver a pensar en realizar una ruta a través del océano Ártico.
Sólo a finales de la década de 1870 el buque sueco Vega realizó la primera navegación. Tras esta expedición, en 1893, los noruegos atravesaron el océano Ártico. Los terceros, en 1900-1902, fueron los exploradores rusos de la goleta Zarya. Aunque los rusos no fueron pioneros, la Unión Soviética fue más tarde la primera en demostrar que la Ruta Marítima del Norte y la navegación invernal podían hacerse con eficacia.
Dominio soviético del Ártico
Una nueva etapa de la exploración del Ártico llegó con el desarrollo de las islas del Océano Ártico: en 1926, una expedición dirigida por Gueorgui Ushakov desembarcó en la isla de Wrangel. Se fundaron un asentamiento y una estación polar. En 1929 comenzó el desarrollo de la Tierra de Francisco José, ambos territorios pertenecen ahora a Rusia. Unos años más tarde, en 1933, la URSS se convirtió en el primer país en realizar un viaje de invierno en el Ártico: la expedición entregó cargamentos a los colonos de Nueva Zembla.
A principios de la década de 1930, gracias a la activa labor de los investigadores de los años 20, se dieron las condiciones para el pleno desarrollo de la Ruta Marítima del Norte. Se realizaban regularmente expediciones en su parte occidental, se colocó una red de estaciones de radio en los puntos costeros más importantes y ya se preparaban previsiones meteorológicas y sobre el hielo en los mares de Barents y Kara. Y en 1932 se produjo un gran avance: la expedición al mando de Otto Schmidt a bordo del rompehielos "Alexánder Sibiriakov" recorrió toda la Ruta Marítima del Norte, desde Arcángel -en el este- a Vladivostok, en una sola navegación. Durante la expedición se produjeron varias averías en el barco, y el vapor llegó a perder la hélice. Los exploradores fabricaron velas caseras y navegaron hasta su destino. La tripulación tardó 2 meses y 3 días.
Sin embargo, navegar en el hielo infranqueable del Ártico seguía siendo una empresa muy dura y peligrosa. En 1933, tras el triunfo de la tripulación del "Alexánder Sibiriakov"А, partió el vapor "Cheliuskin". Quedó atrapado por el hielo en el mar de Chukchi, y estuvo a la deriva con toda la tripulación durante casi cinco meses, hasta que se hundió. Los pasajeros lograron evacuarlo y vivieron en sobre un témpano durante dos meses en condiciones de invierno polar a la espera de los rescatadores; afortunadamente, todos lograron llegar a tierra firme. A mediados de siglo, la navegación se hizo más segura: en 1953 la URSS empezó a construir rompehielos nucleares, gracias a los cuales se pudo navegar todo el año.
El primer rompehielos nuclear "Lenin" entró en servicio en 1959. Gracias a la creación de la flota nuclear, las travesías se hicieron más regulares y rápidas. La duración del viaje se redujo a 18 días. Aumentó el número de puertos, estaciones polares y observatorios en el Ártico.
El segundo rompehielos nuclear de la historia el "Árktika" se convirtió en 1977 en el primer buque de superficie en llegar al Polo Norte.
En la década de 1980, el volumen de tráfico alcanzó su punto álgido; las cifras de aquellos años sólo se superaron en 2016.
La Ruta Marítima del Norte permitió a la Unión Soviética desarrollar activamente el Ártico y convertirlo en una importante zona económica: allí se descubrieron reservas de petróleo y gas, se fundaron numerosos puertos y ciudades industriales. Pero lo más importante es que se abrió una nueva y rápida vía de comunicación con Extremo Oriente y los países de Asia-Pacífico.
La Ruta Marítima del Norte en la actualidad
Debido a la crisis económica que estalló tras el colapso de la URSS en 1991, el desarrollo de la Ruta Marítima del Norte se ralentizó drásticamente. Pero desde 2006, gracias a proyectos del Gobierno y de grandes empresas, el volumen de tráfico ha crecido rápidamente. Ahora se reconoce como una prioridad estratégica, y el Gobierno ha aprobado un plan para desarrollar la arteria de transporte hasta 2035.
Según Viacheslav Ruksha, subdirector general de la empresa estatal de energía nuclear Rosatom y director de la Dirección de la Ruta Marítima del Norte, la pandemia de coronavirus y la situación internacional han obligado a ajustar los planes de desarrollo de la Ruta Marítima del Norte, pero la arteria de transporte sigue funcionando con eficacia y aumentando el tráfico de mercancías. "Hoy la principal tarea de la Ruta Marítima del Norte es garantizar los intereses nacionales del país. Las empresas rusas proporcionan suficiente tráfico de carga suministrando gas natural licuado y petróleo a través de la Ruta. Quizá los objetivos de 2024 se alcancen más tarde, algunos proyectos se han desplazado un año. Pero creo que incluso se superará el objetivo para 2030 de 150 millones de toneladas de tráfico de carga", opina. Como referencia, el flujo de carga de la Ruta Marítima del Norte para 2022 fue de 34,1 millones de toneladas, mientras que el flujo de carga anual del Canal de Suez es de unos 1.400 millones de toneladas.
Los países de Asia-Pacífico situados en el hemisferio norte están interesados en la Ruta Marítima del Norte. Para ellos, el transporte de carga a través de esta ruta es a menudo más favorable económicamente que a través del sur, por el Canal de Suez. Por ejemplo, sólo se tarda 28 días en transportar carga de San Petersburgo a Shanghái a través de la Ruta Marítima del Norte. Navegar por el Canal de Suez llevaría unos 50 días. China tiene un interés especial en esta nueva rusa - a partir de este año la compañía china Hainan Yangpu NewNew Shipping pondrá cinco buques en la línea de transporte regular de contenedores en la navegación de verano-otoño.
Pero los expertos no consideran la Ruta Marítima del Norte como una alternativa al Canal de Suez: "Abre oportunidades logísticas adicionales para los países del norte y este de Europa y algunos países de la región Asia-Pacífico. El Canal de Suez tiene países usuarios completamente distintos, y sólo podemos atraer de allí un 10% del tráfico de mercancías, es decir, unos 100 millones de toneladas", explica Ruksha. Los países árabes también están interesados en la Ruta Marítima del Norte como inversores.
Otra tarea importante es garantizar la navegación durante todo el año en la dirección oriental de la Ruta Marítima del Norte. Los primeros pasos se darán ya en 2024, cuando los buques reforzados Arc7 de clase hielo empiecen a transportar regularmente cargamentos rusos a los mercados asiáticos. En la actualidad, sólo se realizan viajes durante todo el año en la parte occidental de la Ruta Marítima del Norte.
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