El estudio Soyuzdetmultfilm, que más tarde se convertiría en Soyuzmultfilm, abrió sus puertas en 1936, se cree que por encargo del propio Stalin. El primer edificio del estudio en Moscú fue una iglesia reconstruida. (Más información sobre la historia del estudio aquí). Al principio, los animadores soviéticos imitaban sin darse cuenta técnicamente al legendario Disney. Pero pronto desarrollaron su propio lenguaje artístico y un montón de innovaciones técnicas y crearon películas de animación, que fueron reconocidas por la comunidad mundial, y lo más importante, que siguen siendo vistas con placer tanto por adultos como por niños.
1. "Moidodir" (1939)
Un lavadero cobra vida y empieza a regañar al niño por ser un vago. Amenaza con llamar a sus "soldados" -esponjas y jabón- para que lo frieguen.
Los dibujos animados estaban pensados para educar al nuevo hombre soviético e inculcarle los valores correctos, enseñándole a ser amigo de otros niños y a obedecer a sus padres, pero también cosas triviales como observar la higiene personal, esencial para la salud.
"Moidodir" se basa en un poema de Kornéi Chukovski y tras la adaptación cinematográfica de Iván Ivánov-Vano se convirtió en una “verdadera amenaza” para los niños.
2. "El caballito jorobado" (1947)
En los cuentos rusos aparecía a menudo un caballo mágico, que a menudo ayudaba a Iván Durak, el más joven y desafortunado de tres hermanos. El cuento de Piotr Yershov se basa precisamente en este argumento. Iván Durak conoce a un caballo mágico, que puede volar. Éste le ayuda en todas sus aventuras e incluso le salva la vida.
La película de animación Iván Ivánov-Vano gustó incluso al mismísimo Disney y ganó un premio especial del jurado en Cannes en 1950. En 1975 el director lanzó una versión actualizada del dibujo animado, incluyendo episodios no incluidos en 1947.
3. "La flor escarlata" (1952)
Al emprender un largo viaje, un mercader pregunta a sus hijas qué deben llevar. Y mientras las hermanas mayores enumeran regalos caros, la menor, Nastenka, sólo pide una flor escarlata. Durante una tormenta, el barco del mercader se adentra en una extraña isla, donde un terrible monstruo que vive en el palacio...
El director Lev Atamanov dirigió esta versión rusa del cuento de hadas "La Bella y la bestia" (basada en "La Flor Escarlata" de Serguéi Aksakov). Este largometraje pretendía introducir al joven espectador no sólo en el argumento folclórico, sino también darle vida a la antigua Rusia, mostrando ferias, kremlins de piedra blanca y atuendos tradicionales rusos.
4. "La reina de las nieves" (1957)
Hoy, los niños de todo el mundo son fans de la oscarizada Frozen de Disney, mientras que en la URSS la adaptación cinematográfica del cuento de Hans Christian Andersen se remonta a los años 50.
El niño Kai y la niña Guerda viven uno al lado del otro y son amigos. Su abuela les cuenta un cuento de hadas sobre una malvada Reina de las Nieves, pero el burlón Kai dice que si la conoce, le pondrá en una estufa para derretirla. La Reina de las Nieves decide darle una lección y rompe el espejo mágico, cuyos fragmentos golpean a Kai en el ojo y en el corazón, volviéndolo frío y malvado. Pronto la Reina de las Nieves se lleva a Kai en trineo a su palacio del norte, y la valiente Guerda se propone rescatarlo, superando increíbles obstáculos.
5. "Vovka en el reino lejano" (1965)
Un niño soviético se encuentra en el Trideviatoe Tsarstvo, un mundo mágico donde conoce a personajes de diversos cuentos de hadas rusos y sus tramas se entrelazan. No puede hacer nada por sí mismo, así que pide ayuda al Pez de oro, los dos hermanos del cofre o el mantel. Las sabias Vasilisas le explican los problemas del libro de matemáticas soviético.
El cómico dibujo animado de Borís Stepantsev pretende mostrar a los niños la importancia de aprender y ser independientes. Y, por supuesto, para introducirlos de nuevo en los cuentos populares rusos.
6. "El niño y Karlson" (1968)
Un niño sueco apodado Niño conoce a un hombre inusual con una hélice que hace muchas travesuras. Se hacen amigos, pero Niño se "mete en líos" por las travesuras de Karlson. Pero el amigo no deja al chico en la estacada, a pesar de que sus padres no creen en su existencia.
Este dibujo animado increíblemente popular contribuyó a que la escritora sueca Astrid Lindgren se convirtiera en la autora favorita de todos los niños soviéticos. El director Borís Stepantsev dio al mundo un Karlson encantador, que vuela en moto y come mermelada junto a su amigo Niño.
Por cierto, la voz rusa de Karlson fue interpretada por el actor Vasili Livanov, más conocido por su papel de Sherlock Holmes en la década de 1980, por el que fue condecorado con la Orden del Imperio Británico. El Cocodrilo Guena y muchos otros icónicos personajes de dibujos animados soviéticos también utilizaron su voz.
7. "Winnie-the-Pooh" (1969)
La historia de Winnie-the-Pooh, el oso de peluche bonachón del famoso cuento de Alan Milne, es conocida por todos. En ruso, el cuento fue publicado como paráfrasis libre por Borís Zajoder. Y se hizo un dibujo animado soviético, que se hizo increíblemente popular, y que quizá no tenga nada que envidiar a la adaptación de Disney.
En los dibujos animados de Fiódor Jitruk no hay tigres ni kangas ni Christopher Robin, pero sí un Winnie-the-Pooh único, con su propia y legendaria voz en off del actor Evgueni Leonov. Se hicieron tres series sobre las aventuras de Winnie y su entrañable amistad con Piglet: Winnie-the-Pooh (1969), Winnie-the-Pooh de visita (1971) y Winnie-the-Pooh y el día de los problemas (1972). Como muchos dibujos animados soviéticos, sus frases han pasado a la lengua cotidiana, y todos los niños tararean sus canciones.
8. Serie de películas de Cheburashka (1960-80)
El cocodrilo Guena va a trabajar al zoo, donde ejerce de... cocodrilo. Por la noche se siente solo en casa. Así que decide buscar a sus amigos. En una caja naranja hay una criatura desconocida con grandes orejas: Cheburashka. Empiezan a hacerse amigos y juntos hacen frente a las gamberradas de la nociva anciana Shapokliak.
La historia de Cheburashka y Guena, basada en el libro de Eduard Uspensky "El cocodrilo Guena y sus amigos", fue animada por Román Kachanov. En total se hicieron cuatro películas: "Cocodrilo Guena" (1969), "Cheburashka" (1971), "Shapoklyak" (1974) y "Cheburashka va a la escuela" (1983).
Los personajes se hicieron muy populares y encontraron muchos reflejos en la cultura popular. No es casualidad que la película Cheburashka (2022), que utilizaba la imagen del entrañable personaje, se convirtiera en la más taquillera de la historia de Rusia, recaudando casi 7.000 millones de rublos. El público de Japón también le tenía mucho cariño a la bestia de grandes orejas, de la que incluso se hicieron remakes: un largometraje y una serie de televisión.
9. "Erizo en la niebla" (1975)
Parece un cuento sencillo sobre cómo el erizo fue a visitar al osezno, pero se perdió en la niebla y acabó en un mundo mágico. Pero Yuri Norstein convirtió esta obra literaria de Serguéi Kozlov en un dibujo animado que fue universalmente aclamado como el mejor, ganando numerosos festivales de cine.
Los personajes hablan muy poco y sus diálogos son bastante primitivos, como para niños muy pequeños, pero el subtexto filosófico era tan poderoso que se considera un dibujo animado para adultos.
Norstein, para lograr la contundencia artística, utilizó su propio esquema de autor: filmar sobre cristales escalonados. Con ello consiguió tanto la niebla deseada como el efecto 3D.
10. "Tres de Prostokvashino" (1978)
El tío Fiódor es un niño pequeño pero inmensamente independiente e inteligente. Un día conoce a un gato callejero llamado Matroskin y se lo lleva a casa, pero sus padres están en contra de este nuevo miembro de la familia, así que Fiódor y el gato Matroskin se marchan juntos al pueblo de Prostokvashino, tras dejarles una nota. Allí conocen al perro Sharik, se mudan juntos a una casa vacía y empiezan a llevar juntos un hogar.
Basado en el cuento "El tío Fiódor, el perro y el gato", de Eduard Uspenski, el dibujo animado se hizo tan popular que sus frases se siguen citando hoy en día, y la voz rusa del gato, interpretada por Oleg Tabakov, se convirtió en objeto de admiración e imitación.
La obra del director Vladímir Popov se hizo tan popular que se rodaron dos secuelas, “Vacaciones en Prostokvashino” (1980) e “Invierno en Prostokvashino” (1984). En la década de 2010, se planeó una serie completa sobre el tío Fiódor, pero debido a un conflicto legal, solo se estrenó una serie, “Prostokvashino” (2018).
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