Mientras editaba la traducción del cuento italiano, el escritor ruso Alexéi Tolstói hizo muchos cambios para adaptarlo lo máximo posible a los pequeños lectores rusos. Finalmente decidió hacer su propia versión del cuento, que publicó en 1936. La adaptación cinematográfica de 1976 es considerada una película de culto en la URSS.
Buratino, la versión rusa de Pinocho, tiene varias diferencias importantes con su hermano italiano. En primer lugar, su nariz no crece cuando miente (y en realidad, como buen chico soviético, no miente). Buratino también es un chico que siempre ve el mundo de manera optimista y no sufre tanto como Pinocho. El libro y la película soviéticos también tienen otros personajes y líneas argumentales, como Tortilla la Tortuga, que conserva una Llave de Oro que trae la felicidad.
El cuento de A.A. Milne también tuvo una adaptación bastante libre del escritor infantil soviético Borís Zajoder. Pero Winnie the Pooh se hizo aún más famoso en la URSS después de tres películas de animación Soyuzmultfilm de 1969, 1971 y 1972 dirigidas por Fiódor Jitruk.
El Vinni soviético en realidad no tiene un Christopher Robin... ni tampoco tiene amigos como Kanga o Tigger. Las películas solo cubren algunas de las tramas de Milne y Disney. El Winnie soviético también se mete en un aprieto después de comer demasiada miel. Eeyore también pierde una cola y Winnie y Piglet la encuentran y la devuelven como regalo de cumpleaños. Por supuesto, el Winnie soviético también hace todo lo posible para obtener miel de un árbol alto.
La reciente película de animación que tomó al mundo por asalto - Frozen - tiene un predecesor soviético de 1957. Ambas están inspiradas en un cuento de Hans Christian Andersen. La diferencia dramática es que en la película soviética, Guerda viaja heroicamente sola buscando a su hermano Kái, hechizado por la desalmada Reina de las Nieves. Otra diferencia es que Elsa, de Disney, es en realidad una hermana de la Reina de las Nieves y también tiene un poder mágico que esconde durante toda su vida. La niña soviética Guerda solo se deja llevar por el amor y el coraje contra la criatura que es más poderosa (y adulta).
Oficialmente este dibujo animado soviético no tiene nada que ver con la serie estadounidense pero las similitudes son obvias. En lugar de el gato y el ratón en la versión soviética eran el lobo y la liebre. No son mudos y están mucho más humanizados, ya que usan ropa, el transporte y no están encerrados en una casa. El lobo es en realidad un tipo duro, que fuma, bebe cerveza y usa una chaqueta de cuero. Y la liebre, al igual que Jerry, es muy inteligente y se burla de su agresor de maneras muy duras.
Disney hizo su versión de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll en 1951. En 1981 la hizo el estudio soviético Kievnauchfilm. La versión soviética no tiene el Rey de Corazones y carece del episodio con las lágrimas de Alicia. Pero si la animación de Disney tomó la escena con Tweedledum y Tweedledee de Alicia a través del espejo, y Lo que Alicia allí encontró, los soviéticos las separaron e hicieron una serie de cada uno de los libros.
La trama de una joven y hermosa dama siendo envenenada es muy popular en el folklore de muchos países. Y si la historia de Disney se basa en el cuento de 1812 de los hermanos Grimm, Souyuzmultfilm interpretó el cuento de Alexánder Pushkin de 1833.
Blancanieves y la Princesa Rusa sufren por sus madrastras envidiosas, celosas de su belleza y que las expulsan de sus casas. Una de las principales diferencias es obvia en el título: en lugar de encontrar refugio en la cabaña de los enanos, la princesa rusa conoce a unos caballeros. Ambas chicas son envenenadas por la manzana encantada. El final feliz es similar: el Príncipe encuentra a su amada, la besa, la rescata y se casan.
La bella y la bestia es una populfar trama folclórica europea que fue interpretada para un cuento de hadas ruso, llamado La flor escarlata por el escritor Serguéi Aksákov en el siglo XIX. ¿Qué tiene de diferente La flor escarlata? También hay un padre que trabaja duro, pero es un comerciante que emprende viajes por mar a tierras lejanas. Y mientras que la Bella de Disney es hija única, la Nastia rusa tiene dos hermanas mayores. Preparándose para otro viaje, el padre les pregunta a las tres qué les gustaría que trajera de vuelta. Dos hijas piden regalos caros, pero Nastia sólo quiere una flor escarlata.
Golpeado por una tormenta, el padre se encuentra en una isla desconocida donde una terrible bestia se encuentra con él y le ordena que lleve a una de sus hijas o que se quede solo para siempre. El padre regresa y le cuenta la triste historia a un amigo. Nastia accidentalmente escucha la historia y decide salvar a su padre. Va a la isla y se enamora de la bestia. Pero las hermanas se vuelven locas de envidia y tratan de arruinar esta relación.
Ambas obras de animación se basan en el famoso Libro de la selva de Rudyard Kipling sobre un niño salvaje criado en la selva india por animales. Mientras que la historia de Disney de 1967 es más edificante y positiva con osos cantores y el alegre mundo salvaje, la animación soviética de 1973 trata sobre la supervivencia en la selva bajo la ley de la selva. Está llena de drama, coraje y metáforas de los problemas humanos de la vida real. ¡Una obra fuerte!
La brillante y colorida película de Disney de 1989 no tiene mucho en común con el oscuro drama soviético filmado en 1968. E incluso dudamos que los niños deban ver la segunda, sin embargo, es mucho más cercana al cuento original de Hans Christian Andersen.
En la versión soviética no verás al alegre Sebastián el cangrejo o a Flounder el pez. No verás a Ariel con un sujetador de conchas marinas arreglándose el pelo con un tenedor. Pero la trama principal es similar: la sirena soviética salva a un hermoso príncipe y hace un trato con una bruja del mar. Ella consigue piernas pero con el peligro de perder la voz si el príncipe no la besa, en la versión soviética es si se casa con otra persona. Pero si Disney tiene un final feliz, la película soviética no perdona a la sirena, que muere al final.
El cuento de hadas musical soviético de 1947 es una versión del dramaturgo soviético Evgueni Schwartz basada en el cuento de Charles Perrault. La niña sufre los caprichos de su madrastra y hermanas y tiene que hacer todas las tareas domésticas.
Comparada con la versión de Disney de 1950, la soviética es más cercana a la original. El padre de Cenicienta está vivo, pero es demasiado blando y amable para protestar por las acciones de su nueva esposa. Sin embargo, al final apoya a Cenicienta, que muestra que el zapato de cristal le pertenece.
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