1. Yeliséievski
El edificio que hoy alberga la tienda fue construido a finales del siglo XVIII por orden de Ekaterina Kozítskaia, hija de un importante industrial y esposa del secretario del gabinete de Catalina la Grande. Por cierto, la calle lateral en la que se encuentra el edificio lleva su nombre.
La mansión fue construida por el arquitecto Matvéi Kazakov, que diseñó el antiguo edificio de la Universidad de Moscú, el palacio del Senado dentro del Kremlin y una docena de edificios más en el centro de la capital.
En 1901, el edificio fue adquirido por el rico comerciante Grigori Yeliséiev y convertido en la tienda de comestibles Yeliséiev. Un poco más tarde, abrió otra tienda con interiores art nouveau, esta vez en su San Petersburgo natal, que también sigue funcionando hasta hoy.
En la época soviética, la tienda de Moscú pasó a llamarse Tienda Gourmet Nº 1, pero la gente seguía llamándola por su nombre histórico.
2. GUM
Este edificio que mezcla el estilo pseudorruso y el neoclásico se construyó en 1893. Fue la primera sala de juegos de azar en Rusia y se convirtió en el lugar más de moda en Moscú en cuanto abrió sus puertas.
Vladímir Lenin decretó que el edificio debía albergar la Tienda Estatal Universal (abreviada en ruso como GUM), que se convirtió en un símbolo soviético. A pesar de varios intentos de convertirlo en un ministerio, y de la intención de Stalin por derribarlo, la tienda sobrevivió. Sigue siendo el lugar favorito de muchos moscovitas.
Hoy en día, los grandes almacenes GUM son verdaderamente universales. Están llenos de tiendas de gama alta que venden ropa, tecnología y otros productos. También tiene cafeterías y un cine.
No deje de probar el helado que se vende en los quioscos especiales de la entrada. Tiene un sabor característico que cualquier ruso identifica con la infancia.
3. Dietski Mir (Mundo de los Niños)
Construido en la década de 1950 en la plaza Lubianka, frente a la sede de KBG, Dietski Mir era un auténtico paraíso para los niños. Probablemente era el único lugar en el país con absolutamente todo para niños de todas las edades. Los más pequeños soñaban con montar en el grande tiovivo y jugar con los enormes juguetes mecánicos del vestíbulo central.
Con el tiempo la tienda se convirtió en un centro comercial y empezaron a aparecer lugares que vendían regalos, ropa y artículos de papelería para adultos.
De 2008 a 2015 estuvo cerrada por reformas. El exterior no cambió mucho pero en el interior se quitaron las lámparas y las arañas de bronce soviéticas y el mítico tiovivo.
Hoy en día el lugar parece un centro comercial normal, pero con productos exclusivos para niños. Se recomienda a los adultos que vayan al mirador de la azotea, que ofrece unas impresionantes vistas de Moscú.
4. TsUM
Históricamente la calle Kuznetski Most ha sido uno de los principales mercados de Moscú. En 1885 dos comerciantes escoceses abrieron una tienda a la que llamaron Muir & Mirrielees en honor a ellos mismos. El edificio original sufrió graves daños por el fuego, por lo que a principios del siglo XX el arquitecto Román Klein (diseñador de muchas iglesias y fábricas) construyó un nuevo edificio de siete plantas de estilo neogótico.
Después de la Revolución la tienda pasó a ser propiedad del Estado y se rebautizó como Tienda Central Universal (abreviatura rusa: TsUM). Comenzó a vender artículos de lujo en la década de 1950 (en contraste con el GUM, que era más asequible), y todavía está llena de boutiques y exclusivas tiendas de moda internacionales.
5. Pasaje Petrovski
Si crees que en GUM hay demasiados turistas venga aquí. El pasaje Petrovski es una galería arqueada, pero mucho más pequeña que su hermana de la Plaza Roja. Además, la arquitectura neoclásica del lugar es digna de admiración, por no hablar de la enorme cúpula de cristal diseñada por el legendario ingeniero y arquitecto Vladímir Shújov.
En 1906 por la propietaria de los famosos baños Sanduní, Vera Firsánova, encargó que se hiciera la arcada. Albergó tiendas pertenecientes a los comerciantes de Moscú, incluyendo productos de confitería de la famosa dinastía Abrikósov.
Durante la época soviética se nacionalizó y el edificio acogió una fábrica de ropa del Ejército Rojo. Luego hubo un centro de investigación y, posteriormente, un apartamento comunal para los residentes de los edificios destruidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Hoy en día los compradores de Petrovski pueden encontrar boutiques y cafés de lujo. Se ha convertido en un centro comercial normal de gama alta.