Con un tamaño de 390 hectáreas Kolómenskoie cuenta con varios sectores diferentes, aunque no hay duda de que los más destacados son la finca real y la extraordinaria Iglesia de la Ascensión, construida en el siglo XVI y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
La primera mención del pueblo se remonta a 1336 y se cree que el nombre podría hacer referencia a los colonos del fuerte de Kolomna, población situada a unos 100 km al sudeste de la capital. Durante el siglo XIV, Kolómenskoie se convirtió en una finca de caza y en un lugar de retiro para el Gran Príncipe de Moscú y su comitiva. Poco se sabe acerca de su apariencia anterior, lo más probable es que hubiera casas de madera tradicionales.
Durante el reinado de Basilio III de Moscú (1479-1533) se construyó aquí una de las iglesias más destacadas de Rusia, la Iglesia de la Ascensión. Se levantó como una súplica a Dios por parte del zar, que buscaba con ahínco un descendiente varón. La primera gran torre de las iglesias moscovitas, cuya obra más refinada es la Catedral de San Basilio en la Plaza Roja, fue en su época uno de los edificios más altos del condado de Moscovia. Destaca sobre todo la estructura superior, que cuenta con una torre de abruptas pendientes y es conocida como “shatior”, que proviene del túrquico y significa “tienda de campaña”.
La construcción de la estructura principal comenzó en 1529. El 25 de agosto de 1530, Basilio y su segunda mujer Elena Glínskaia tuvieron el ansiado hijo.
Tras el nacimiento de Iván IV –más conocido como “el Terrible”– la iglesia pasó de ser un lugar de súplica a uno de gratitud. En septiembre de 1532 la estructura fue consagrada por el metropolita Daniil, líder espiritual de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Basilio murió al año siguiente a causa de una infección inesperada. Su mujer se convirtió en la regente, ya que pequeño Iván apenas contaba tres años. La muerte de la madre, cinco años después, fue el antecedente de las grandes turbulencias que tuvieron lugar durante el reinado de Iván, entre 1547 y 1584.
La peculiar forma de la Iglesia de la Ascensión y su “tienda de campaña” sobre una torre octogonal, han hecho que se compare su diseño con el de las iglesias rusas de madera, aunque hay numerosos historiadores que se muestran escépticos ante esta teoría. No solo no hay evidencias en madera coronadas con una “tienda de campaña” anteriores a la Iglesia de la Ascensión sino que solo hay un predecesor en ladrillo: la Iglesia de la Intersección, construida alrededor de 1510 dentro del recinto de Alexándrova Slobodá, al norte de Moscú.
En realidad el imaginativo diseño de la Iglesia de la Ascensión sigue siendo un enigma histórico de difícil solución.
Los problemas técnicos que derivan del enorme peso vertical y su necesario equilibrio, los resolvió el arquitecto italiano, conocido en Rusia como Bon Friazin. Incluso el plano del campanario del Kremlin es más sencillo que el de la Iglesia de la Ascensión, con su base en forma de cruz y el complejo de la torre.
La evidencia sugiere que otro arquitecto italiano, posiblemente conocido como Petrok Mali –tal y como aparece en documentos escritos– guió la solución de este complicado reto estructural. Sabemos que fue un experimentado ingeniero, debido a que la construcción requería las destrezas de un ingeniero de fortificaciones y las de un diseñador de grandes estructuras sagradas.
Sus muros, reforzados con barras de hierro, tienen un grosor variable, que va de los 2,5 metros a los más de 3 metros. Evidentemente, son más anchos en la parte que necesita sostener la “tienda de campaña”. Además, hay que añadir el apuntalamiento que supone la estructura en cruz. La terraza elevada sobre la parte baja de la iglesia tiene acceso por tres escaleras diferentes, cada una de ellas con un giro perpendicular que aumenta el dramatismo de las procesiones.
El bloque principal de la torre lleva a tres niveles con tragaluces en punta o kokóshniki, las tradicionales y lujosas diademas rusas. En lo alto de la forma octogonal también se pueden apreciar ecos de este ornamento.
Encima del octógono la “tienda de campaña” se alza con forma de pirámide y con ocho vertientes delineadas con nervaduras de piedra caliza. A medida que se va subiendo se acentúa un patrón con rombos. Este patrón era mucho más visible antes de 1980, cuando los muros fueron blanqueados debido a la celebración de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. La torre está coronada con un farolillo octogonal, una cúpula y una gran cruz de hierro.
La impresión de verticalidad se potencia por la ubicación de la propia iglesia, posada en un alto sobre el río Moscova. Además, el templo se encontraba en medio de un complejo de estructuras de madera, por lo que el conjunto era todavía mucho más rico. Actualmente un espléndido aislamiento rodea al sobreviviente edificio de mampostería.
Por otro lado, los monumentos más cercanos a la iglesia son un campanario lleno de gracia y la Iglesia de San Jorge. Se cree que la torre data de mediados del siglo XVI y tuvo varias adiciones de madera en la siguiente centuria.
En 1840-42 estas adiciones de madera dejaron paso a la diminuta Iglesia de San Jorge, diseñada por el arquitecto Evgraf Tiurin. Junto a este conjunto se encuentra la simple, pero imponente, estructura de ladrillo, levantada a finales del siglo XVII como una torre de agua para el complejo real.
La entrada a este magnífico complejo arquitectónico se hace por la Puerta Principal, construida entre 1671-1673, y coronada con una aguja y una espadaña, cuyas campanas estaban conectadas al mecanismo de un reloj.
Más allá de esta puerta, hacia el oeste, se encuentra la iglesia del Icono de la Virgen de Kazán, una imagen especialmente querida por los Romanov. Erigida a mediados del siglo XVIII, esta iglesia cuenta con cinco cúpulas azules decoradas con estrellas doradas. La entrada principal está franqueada por una escalinata que conduce al vestíbulo. Cerca de la esquina noroccidental se encuentra el campanario, con un estilo muy ornamentado, algo muy habitual en el siglo XVII.
De hecho, el apogeo de Kolómenskoie tuvo lugar a mediados de este siglo, cuando el zar Alexéi Mijáilovich (1629-1676) construyó su laberíntico palacio de madera en 1667-1668. El joven zarévich Pedro, que llegaría a convertirse en el famoso Pedro el Grande, visitaba a menudo este lugar. Sin embargo, cuando estableció la capital en la recién fundada ciudad de San Petersburgo, la finca de Kolómenskoie cayó en el olvido.
La emperatriz Catalina la Grande consideró que este palacio de madera era una auténtica insensatez y lo demolió por completo a principios de la década de 1760. Posteriormente se construyeron unas versiones más reducidas, pero ninguna fue especialmente relevante. Actualmente, en otra parte del parque hay una reconstrucción del palacio.
Aunque conviene señalar que a lo largo del parque, en la parte occidental que lleva a la entrada trasera, hay varios ejemplos de auténtica arquitectura de madera. Destaca una casa hecha a base de troncos, construida originalmente en 1702 cerca de la ciudad de Arcángel para uso de Pedro I. En 1934, el edificio fue trasladado al recién fundado Museo de Kolómenskoie.
Estos tesoros culturales que hemos mencionado son solo una pequeña muestra de la gran riqueza de este parque. Por ejemplo, aquí se encuentra también la imponente Iglesia de la Decapitación de Juan Bautista en Diákovo. Debido a la gran cantidad de monumentos este lugar es inabarcable en una sola visita. Y qué decir de su belleza natural, que resalta en cualquier estación del año.
Cómo llegar
El parque Kolómenskoye se encuentra cerca de la estación del mismo nombre, en la línea verde de metro de Moscú.
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