Es uno de los autores más controvertidos de la literatura rusa. Apoyó la revolución de 1905, aunque criticó la toma del poder por parte de los bolcheviques y también era amigo de Lenin.
Gorki fue el fundador de la literatura soviética, que prohibió a muchos autores publicar sus obras. Finalmente, fue cercano a Stalin y por eso no recibió el Premio Nobel de Literatura, que fue a parar a manos de Bunin, un autor ruso en el exilio. Presentamos esta serie de hechos sobre la vida de un autor que surgió de los bajos fondos de la sociedad rusa.
Maxim Gorki de jóven.
Getty ImagesCuando Alexéi Peshkov (nombre real de Gorki) era un niño su padre murió de cólera. Él también sufrió la enfermedad y la madre pasó por muchas penurias para encontrar un nuevo marido. Alexéi se quedó con sus abuelos en Nizhni Nóvgorod. Cuando murió su madre, el abuelo lo echó de casa.
Su escuela de vida fueron las calles de las ciudades a orillas del Volga por las que viajaba. Tras suspender los exámenes de acceso a la Universidad de Kazán, trabajó en una panadería y se unió a un círculo revolucionario, que leía obras marxistas. Debido a una depresión tuvo un intento de suicidio. Posteriormente trabajó en una fábrica.
Viajó por el sur de Rusia: el río Don, el Cáucaso y Crimea. Viajaba sobre todo a pie y se encontraba con gente muy diferente, muchos mendigos, como él mismo. En su trilogía autobiográfica, Infancia, Por el mundo y Mis universidades ofrece un retrato crudo del pueblo ruso. En la novela La madre y en el relato Chelksha muestra a los trabajadores pobres. Fueron estas obras las que le dieron fama como escritor proletario.
Maxim Gorki (izquierda) y Lev Tolstói en Yásnaia Poliana, 1900.
SputnikEn 1902 publicó la obra Bajos fondos, que se hizo muy popular y Konstantín Stanislavski representó en el Teatro del Arte de Moscú. También llegó a otros teatros de Europa. Tolstói quedó sorprendido por su éxito. La primera vez que leyó la obra le preguntó a Gorki: “¿Por qué escribes esto?”. No podía imaginar que una obra sobre un albergue para mendigos en el que se retrataba a las prostitutas y a los alcohólicos pudiera ser interesante para el público.
Para Gorki, Tolstói era una especie de dios y lo que pensaba le influía mucho. Por su parte, el barbudo genio literario ruso sentía la importancia de la nueva prosa de Gorki pero le molestaba leer sobre su inesperado éxito, por no hablar de su escandalosa gira por EE UU.
Cuando tenía 30 años seguía cometiendo errores gramaticales que tenía que corregir su esposa, Ekaterina. Comenzó a trabajar como reportero para varios diarios y las revistas literarias publicaban a menudo sus relatos. Tan solo seis años después de comenzar a trabajar como escritor se convirtió en un honorario académico, lo que enfadó al zar Nicolás II, que ordenó que le retiraran ese honor. Tras el derrocamiento de la monarquía en 1917 Gorki volvió a convertirse en académico.
‘Maxim Gorki visitando a los soldados del Ejército Rojo’, obra de Víktor Rízhij.
SputnikGorki glorificó la revolución con su obra Canto del petrel. Gorki se inspiró en la revolución de 1905, cuando las tropas gubernamentales dispararon contra manifestantes pacíficos el autor escribió una proclama revolucionaria por la que acabó en prisión.
Aunque tuvo sus dudas sobre la toma del poder por parte de los soviéticos en octubre de 1917, ya que le parecía prematura. Se refirió a ello como un trágico experimento y escribió una serie de artículos sobre el caos, la sangre y los horrores que hubo.
Años antes del ascenso de los bolcheviques al poder, Gorki vivió un tiempo en Europa, en Capri y se reunió con Lenin varias veces y hablaban durante horas.
En 1921 las relaciones con el nuevo estado soviético empeoraron y solo le permitían salir para hacer pequeños viajes en los que tratar su tuberculosis. Tras la muerte de Lenin le permitían salir de la URSS, pero ya no fue bienvenido en Europa. No pudo volver a Capri sino a Sorrento.
Klement Voroshílov (izquierda), Maxim Gorki (centro) y Iósif Stalin.
Global Look PressGorki está considerado el fundador de la literatura soviética. Proclamó el “realismo socialista” y apeló por una estética y una escritura que sirviera al objetivo de crear un estado socialista.
Según este pardigma, los protagonistas estaban obligados a tener un sentido de la moral y una ideología. El escritor era un “propagandista” y para publicar tenía que seguir el nuevo dictado cultural.
Stalin era consciente de la influencia de Gorki y lo quería a su lado. De modo que el estado gastó mucho dinero en su lujosa forma de vida: villas italianas, viajes al extranjero y una mansión en el centro de Moscú.
Al mismo tiempo, Gorki hacía un trabajo sucio cuando Stalin se lo pedía. Tuvo que visitar el Gulag de Solovkí y escribir artículos que justificaban la esclavización de presos.
No está del todo claro si lo hizo convencido. Hay rumores según los cuales Stalin amenazó con enviar su hijo a los campos. También se sabe que los prisioneros tenían que dar la bienvenida a Gorki como si su vida en el Gulag fuera un retiro.
En cualquier caso, Gorki nunca criticó duramente a los escritores no conformistas con el régimen. Además, trató de ayudar a quienes tenían un familiar encarcelado y siempre era prestigioso contar ccon un amigo proletario como amigo.
Así de duros fueron los últimos días de Maxim Gorki.
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