“Kolobok, Kolobok, te voy a comer”. Eso es lo que dicen los animales de un viejo cuento ruso cuando ven este pequeño y redondo bollo hecho por una pareja de ancianos del pueblo. El protagonista era tan ingenuo que, después de cantar una canción, casi todos le dejaban seguir viajando. Hasta que se topó con el astuto zorro, que astutamente lo engañó y acabó devorándolo.
Este cuento recuerda al Johnnycake estadounidense, ya que también está hecho con ingredientes sencillos que los campesinos tenían en sus graneros. Por ejemplo, el Johnnycake se hacía con maíz, mientras que el kolobok ruso, según la descripción del cuento, se hacía con una mezcla de cereales: trigo, arroz y cebada.
Probablemente de ahí surgió la idea de hacer algo parecido al kolobok en la vida real, y así apareció en las mesas de los campesinos pobres de toda Rusia.
Más tarde, el kolobok adquirió un nuevo sabor. Cuando la patata se convirtió en un alimento básico conocido en todo el país,se empezó a sustituir el grano por el puré de patatas, y el resultado fue notable.
Además, se hizo especialmente popular entre las amas de casa rusas, ya que a los niños, conocidos por su tendencia a ser “malos comedores”, les entusiasmaba comer kolobok. Así, el entusiasmo de las madres por que sus hijos comieran bien y sano se desbordaba.
Fue de esta manera como apareció el nuevo plato “kolobok de patata”. A primera vista, parece que es un donut redondo y también sabe así. Sin embargo, en realidad el bollo redondo está hecho de patatas con el ingrediente secreto en su interior -carne picada o pescado- cocinado en una sartén con una enorme cantidad de aceite. Suena demasiado graso, pero se puede eliminar el exceso de aceite limpiando cada kolobok con una servilleta seca.
Personalmente, redescubrí esta receta después de mirar el libro de recetas hecho a mano por mi abuela. Estaba anotada como “receta digna de ser cocinada” y la probé. Resultó ser tan suave, blanda y absolutamente deliciosa, que sentí una repentina ráfaga de energía para correr a cocinar más para que toda la familia disfrutara.
Ingredientes:
Elaboración:
Poner las patatas en una olla con agua y encender el fuego. Deja que hiervan con la piel para que conserven los nutrientes.
Para preparar el relleno de carne, pela y corta las cebollas en dados pequeños.
Fríe las cebollas en aceite vegetal en una sartén hasta que estén listas y blandas.
Cuando la cebolla esté frita, añade la carne picada; después mezcla bien los ingredientes. Añadir un vaso de agua y cocer la carne a fuego lento, removiendo de vez en cuando, añadiendo sal y pimienta al gusto. El relleno de carne estará listo cuando el líquido se haya evaporado por completo.
Pelar las patatas y rallarlas con un rallador grueso.
Añadir dps huevos a las patatas, 5-6 cucharadas de harina, una cucharadita o menos de sal y pimienta negra al gusto.
Amasar la masa con los ingredientes obtenidos. Dividir la masa en varios trozos (a mí me salieron 16 bolas). Hacer una bola de cada una y aplanar.
Colocar el relleno de carne en el centro de la pieza de masa plana. Pellizcar los bordes y formar un bollo redondo.
Freír las bolas por ambos lados. Los koloboks pueden hervirse como las bolas de masa o cocinarse en el horno, pero parece que este plato sabe mejor cuando se fríe. Servir con unas cucharadas de crema agria.
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