Deliciosas croquetas rusas de patata con un dulce secreto en su interior (Receta)

Yulia Mulino
Crujientes por fuera, tiernas por dentro y con un dulce relleno secreto: Estas croquetas rusas veganas se convertirán en una parte célebre de su colección de recetas.

Al estar perdido entre platos complejos, puede que te apetezca algo rápido y fácil. Esto es definitivamente cierto en el caso de las sencillas croquetas de patata, y vamos a compartir algunos cambios y trucos para hacerlas inolvidables.

Al pensar en ideas para recetas de Cuaresma, me vino a la mente el libro de Iván Shmelov, Verano de Dios. Esta novela ofrece una buena visión de la vida gastronómica rusa de finales del siglo XIX. Basta con la descripción de los platos para que se nos haga la boca agua. Un plato captó mi interés, en particular. Las croquetas de patata, o coteletas, con ciruelas secas y albaricoques. Esta combinación de ingredientes salados y dulces me pareció bastante intrigante. Las texturas también parecían tentadoras. No hay receta en el libro, por supuesto, pero sé cómo hacerlas exactamente.

Para enriquecer el sabor, utilizo mi truco favorito con las patatas: darles sabor mientras se hierven. En el agua siempre añado ajo, cebolla, una hoja de laurel, pimienta negra y raíz de apio. No cabe duda de que utilizará este método después de probarlo una vez.

No estoy seguro de si estas croquetas rusas de patata se cocinaban con pan rallado en el siglo XIX, pero, en mi opinión, es muy recomendable utilizarlo, no sólo harina. Te verás recompensado con una corteza crujiente y un olor delicioso en toda la casa.

El mejor acompañamiento vegano del plato sería la col fermentada casera, pero una ensalada con verduras frescas también servirá. Si no te importa que este plato sea vegetariano, puedes servirlo con yogur, que añade frescura. O más bien con un aderezo cálido y nutritivo, como cebollas caramelizadas. Acentuarán el dulzor del relleno de fruta.

Ingredientes:

  • Patatas - 550 g
  • Harina - 3 cucharadas
  • Ciruelas secas - 30
  • Albaricoques secos - 30
  • Aceite de oliva - 2 cucharadas
  • Pan rallado - 3 cucharadas (+/-)
  • Ajo en polvo - ½ cucharada (opcional)
  • Sal
  • Aceite para freír

Ingredientes para el caldo

  • Cebolla - 1/2 unidad
  • Raíz de apio - 3 ramas
  • Ajo
  • Hoja de laurel
  • Pimienta negra
  • Sal 

Cebollas caramelizadas

  • Una cebolla dulce grande
  • Mantequilla - 20 g

Preparación:

Pelar y hervir las patatas añadiendo la raíz de apio, media cebolla, ajo, laurel, sal y pimienta negra. No utilices patatas jóvenes, ya que la masa podría ser menos pegajosa.

Remojar los frutos secos en agua caliente cuando las patatas estén hirviendo.

Cortar las patatas en trozos más pequeños y dejarlas enfriar hasta que estén ligeramente calientes (casi frías). Debes tener 500 g de ellas.

Triturar las patatas, añadir harina, un poco de sal extra si es necesario y pimienta. Puedes añadir un poco de ajo en polvo si quieres.

Añade el aceite y mezcla bien la masa.

Dividir la masa en 8 partes iguales.

Aplastar cada una, poner fruta seca dentro.

Cerrar la masa, cubrir cada croqueta con pan rallado y formar redondeles con la ayuda de un vaso.

Freír las croquetas en aceite por cada lado hasta que estén doradas. Darles la vuelta con cuidado. Colócalas sobre un papel de cocina para eliminar el aceite sobrante.

Para hacer cebollas caramelizadas, derrite la mantequilla en una sartén y guisa las cebollas cortadas durante unos 25 minutos, removiendo continuamente.

Sirve las croquetas con una ensalada fresca, yogur o cebollas dulces.

¡Disfrútalas!

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