Cremosos pasteles de patata rusos con rebozuelos y encurtidos. Te dejará sin palabras (Receta)

Cocina
YULIA MULINO
Este plato tradicional, el kokorki de la región de Tver resucita una forma olvidada de preparar y disfrutar del puré de patatas.

Las patatas fueron introducidas en Rusia en tiempos de Pedro el Grande, a finales del siglo XVII. Esta nueva planta procedente del continente americano fue adoptada primero por las regiones cercanas a San Petersburgo y Moscú, y la provincia de Tver fue una de ellas.

Originalmente, kokorki era el nombre de un sencillo pan de trigo que los barqueros solían llevar como comida principal en los duros y largos viajes por el río Volga. Más tarde, este nombre se tomó prestado para referirse a los pasteles con patatas. Hoy en día, se llama kokorki se estos pasteles planos de patata cocidos en el horno con crema agria por encima.

Para este artículo he utilizado una combinación clásica de productos para mantener la autenticidad del plato. Sin embargo, habrá una modificación esencial para resaltar su sabor original. Recomiendo encarecidamente utilizar el siguiente truco para que el kokorki sea aún más delicioso. El ingrediente principal son sin duda las patatas hervidas. Mientras se hierven, se les añade una cebolla y una hoja de laurel. Lo de la cebolla hervida suena mal, ¿verdad? No te preocupes. La cebolla se ablandará tanto que desaparecerá en el puré de patatas, y te sorprenderá el increíble sabor que le da al plato. También he añadido ajo en polvo a la pasta de patatas.

Otro cambio importante es la manera de formar las kokorki. Lo que hace que las patatas tengan consistencia es la harina y un huevo. Para que los kokorki queden tiernos, no hay que usar mucha harina. Pero es bastante complicado hacer pasteles redondos y bonitos con la masa blanda, y el estilo es crucial. Yo he utilizado una manga pastelera, tanto para la masa de patata como para la crema agria. Parece complicado, pero de hecho teahorra tiempo y hace que el proceso sea menos sucio. Una nota importante sobre la crema agria: debe ser bastante rica, con un 35 por ciento de grasa. Por eso utilizo crema fresca.

Tradicionalmente, los kokorki se adornan con verduras frescas y yogur. La mejor manera de servirlos es con setas y encurtidos. Yo he elegido mis favoritos de temporada, los rebozuelos. Los kokorki pueden servirse como entrante caliente o como guarnición de carne o pescado.

Estoy seguro de tú y tu familia apreciarán su aspecto suntuoso, su textura suave y su sabor cremoso pero picante.

Ingredientes:

Preparación:

Pelar las patatas y una cebolla; cortarlas en cuartos iguales.

Hervir las patatas y la cebolla en agua con sal añadiendo una hoja de laurel hasta que esté todo blando, durante unos 20 minutos.

Escurrir el agua, retirar la hoja de laurel, triturar las patatas y la cebolla hasta obtener una masa homogénea.

Añadir la mantequilla, la leche caliente y el ajo en polvo a las patatas y dejar que la mezcla se enfríe.

Mientras las patatas se enfrían, preparar los rebozuelos. Picar la cebolla blanca y freírla en una mezcla de mantequilla y aceite de oliva. Lavar bien los champiñones y secarlos con una toalla. Añadirlos a la cebolla ablandada y dorada. Guisar los rebozuelos durante unos 15 minutos.

Cuando la mezcla de patatas se haya enfriado, añadir la harina y un huevo. Remover todo para conseguir una masa homogénea.

Introducir la mezcla de patatas en una manga pastelera y apretarla formando tortas redondas sobre un papel de horno.

Repetir lo mismo con la crema fresca, aplicándola sobre los pasteles de patata.

Para que el kokorki adquiera un tono dorado al hornearse, lo cubro con una mezcla de una yema de huevo y una cucharadita de leche. Trabajar con cuidado con un pincel suave para no arruinar su forma.

Hornéa los kokorki durante unos 30 minutos a 175°С.

Servir caliente con yogur, rebozuelos, encurtidos y verduras.

¡Que lo disfrutes!

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