La tienda y el bar de la fábrica de cerveza Zhiguliovski, en la ciudad de Samara, a orillas del río Volga, están siempre ocupados. Mientras esperan un nuevo lote de su cerveza favorita, los clientes se arremolinan. La cerveza llega a la tienda a través de una tubería subterránea, y los lugareños dicen que es muy superior a la que se puede encontrar en otras tiendas, ya que una auténtica cerveza de Zhigulióvskoie, no puede almacenarse más que un par de días.
A pesar de la larga cola, los clientes de la tienda de la cervecería son atendidos muy rápidamente: cada uno quita el tapón de la botella vacía que ha traído, se la entrega al dependiente, que la llena de cerveza con un grifo, el cliente vuelve a colocar rápidamente el tapón antes de que la espuma empiece a subir, mientras el dependiente atiende al siguiente cliente.
“La cuestión es que se trata de cerveza de barril y es una bebida mejor cuando hace calor, - dice un residente local, Yegor Samsonov. - Recuerdo cómo, cuando éramos estudiantes, volvíamos a casa andando para ahorrar dinero y poder comprar un litro más de cerveza aquí. Y en verano, cuando había especialmente mucha gente, sacaban una cisterna adicional y vertían la cerveza directamente del grifo”.
Zhigulióvskoie es una de las cervezas más famosas de Rusia. Se elaboraba aquí, a orillas del Volga, desde en el siglo XIX, y se hizo popular en los años de la Unión Soviética. La cervecería fue fundada en 1881 por un ciudadano austriaco, Alfred von Vacano. Eligió Samara por su agua limpia y sus cómodas conexiones de transporte.
Vacano bautizó su variedad de cerveza más popular con el nombre de su tierra natal: Vénskoie (“vienés”). La cerveza fabricada en Samara con este nombre se vendía no solo en Rusia, sino también en los bares de Europa: la cervecería tenía una red de almacenes desde Varsovia hasta Vladivostok.
Sin embargo, la Primera Guerra Mundial supuso un duro golpe para la industria cervecera rusa: un decreto imperial introdujo la ley seca en el país y Vacano fue expulsado de Samara por sospecha de espionaje. Tras la Revolución de 1917, él y su familia se marcharon a Austria.
Para entonces, la cervecería ya había sido nacionalizada, pero no estaba en funcionamiento. En la década de 1920, los hijos de Vacano recibieron permiso para reactivar la cervecería, pero unos años más tarde también se vieron obligados a abandonar el país, y la cervecería pasó a ser totalmente estatal. Desde entonces, ha pasado por muchas transformaciones.
En 1934, el entonces comisario del pueblo para la industria alimentaria, Anastas Mikoián, visitó la cervecería. Quedó impresionado por la calidad de su cerveza, pero se enfureció por su nombre “burgués”. Así, Vénskoie se convirtió en Zhigulióvskoie, llamada así por las montañas Zhigulí, situadas en la otra orilla del Volga. La cervecería también producía otras cervezas, pero eran menos populares.
Como cualquier otro producto en la URSS, la cerveza Zhigulióvskoie tenía que ajustarse a una norma estatal de calidad (GOST). Era una cerveza rubia con un mínimo de 2,8% de alcohol y un extracto original no inferior al 11%. El GOST también regulaba los tipos de materias primas utilizadas y la duración de la fermentación. Según estas normas, la cerveza Zhigulióvskoie se fabricaba en más de 700 fábricas de toda la Unión Soviética.
¿Por qué tantas? La cuestión es que las cervezas soviéticas no podían almacenarse durante mucho tiempo, una semana como máximo, por eso las cervezas a la venta solían venir de la cervecería más cercana. Se vertían en los propios envases de los compradores en kioscos para llevar o se vendían en las tiendas en botellas de cristal (que, una vez vaciadas, podían devolverse a la tienda a cambio de una pequeña cantidad).
No es de extrañar que en muchas ciudades soviéticas hubiera restaurantes de cerveza llamados Zhigulí. Un bar del mismo nombre ha sido siempre uno de los lugares más baratos en Arbat, en el centro de Moscú (hace varios años, Vladímir Putin hizo una visita), mientras que en Leningrado, un bar Zhigulí era popular entre los tipos bohemios a pesar de tener la reputación de ser un lugar algo “salvaje”.
Hoy en día, la Zhigulióvskoie solo se produce en varias docenas de cervecerías de Rusia y de las antiguas repúblicas soviéticas, pero estas cervezas son muy diferentes en cuanto a su sabor, fuerza y forma de elaboración.
Los habitantes de Samara afirman que el sabor de la Zhigulióvskoie recién salida de la fábrica no ha cambiado mucho a lo largo de los años, pero encontrarla fuera de la región es prácticamente imposible, ya que no se puede almacenar durante mucho tiempo. Por eso, la gente está dispuesta a hacer cola para conseguirla. Se ha convertido en una especialidad local.
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