El norte de Rusia, el Cáucaso y gran parte de Siberia son famosos por sus exuberantes bosques de pinos. Los locales han aprendido a utilizar todo lo que la dura naturaleza les ofrece. Los brotes de pino y los aceites esenciales se utilizan como cura para la bronquitis, las agujas de pino como fuente de vitamina C, el alquitrán de pino como ungüento para la piel y las piñas de pino como base para varias recetas. Lo mejor son los jóvenes brotes verdes, recogidos en Rusia entre mayo y junio, e incluso antes en otros países.
1. Mermelada
Un auténtico exotismo para los turistas que se llevan como suvenir tarros que contienen este alimento hecho con piñas de pino de Siberia. Preparar mermelada con ellas tampoco es tan difícil. Las piñas (2 kg) se lavan, se ponen en agua y se hierven durante 30 minutos. Después de esto, la mezcla se deja en un lugar frío y oscuro durante la noche (12 horas). A continuación, se retiran las piñas y se añade azúcar (1 kilo por litro de caldo). La decocción resultante se hierve de nuevo hasta que se espesa y cambia a un color carmesí oscuro. Cuando esté lista, la mermelada se mezcla con varias piñas previamente cocidas y se hierve durante otros 5 minutos, después de lo cual la mermelada con las piñas enteras se vierte en frascos (unas 6-8 piñas por frasco de un litro). Pueden sustituirse por piñas de cedro o abeto.
2. Miel
Un verdadero placer para los que adoran los dulces. Para empezar, prepara un recipiente estéril, luego vierte un poco de azúcar en este, coloca las piñas en una capa, cubre con más azúcar y repite así capas hasta que las piñas y el azúcar se acaben. Para un kilo de piñas necesitarás alrededor de 1,5 kilos de azúcar.
Las piñas deben cubrirse con un paño y dejarse a temperatura ambiente durante tres semanas. El jugo secretado se combina con el azúcar para formar una mezcla de jarabe. Después de tres semanas, vierte esta mezcla en un frasco de vidrio seco y refrigérala. La “miel” resultante se suele añadir al té.
3. Té
Para el té, las piñas muy jóvenes son las más adecuadas. Pueden ser recién recogidas o estar ya secadas. Lo ideal es que las piñas no tengan más de 3 cm de largo.
Para 200 ml de agua necesitarás 75 gramos de piñas. Estas deben lavarse y picarse con un cuchillo, luego colocarse en una olla con agua hirviendo y cubrirse con una tapa. La mezcla se deja reposar durante 15 minutos antes de beberla. Algunas hierbas medicinales pueden ser un complemento agradable.
4. Tintura de alcohol
Se cree que la tintura de piña de pino fortalece el sistema inmunológico y produce un efecto sedante. Las piñas deben lavarse y secarse con una toalla y luego sumergirse en alcohol (200 ml por cada 130 g de estas). Deja reposar durante dos semanas en un lugar fresco y la tintura estará lista. Generalmente se consume como digestivo, no más de una cucharada al día.
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