Lo que más me gusta comer en verano son postres ligeros. Smetánnik, con sus bayas, está el primero en la lista.
El nombre del pastel deriva de “smetana”, palabra eslava para referirse a la crema agria, uno de los alimentos más comunes en las neveras de Rusia. No solo se puede utilizar en los blinis, sopas o ensaladas, sino que se puede hacer un delicioso pastel.
La principal ventaja del smetánnik es que tanto los ingredientes como el proceso de preparación son sencillos. En general, es uno de los mejores platos del verano, porque no es demasiado dulce. La clave está en la crema, una simple combinación de azúcar y crema agria hace que le dé un toque agrio y un sabor suave. De hecho, el smetánnik tradicional se hace a base de capas de bizcocho de cacao y con smetana endulzada.
Personalmente prefiero el “smetánnik fusión” en vaso. Combinas la crema, las fresas y los pedazos de torta de cacao en un vaso, y tendrás un delicioso postre llamado smetánnik.
En caso de que no tengas tiempo para hacer el pastel pero sí que te apetece hacer un postre impactante, smetánnik en un vaso es una buena elección.
1. Para hacer el pastel hay que mezclar la harina, el polvo de cacao, la levadura, la sal y el azúcar en un bol. Puedes añadir más o menos cacao, según prefieras.
2. Posteriormente, toma la mantequilla y amásala con las manos el resto de ingredientes. Deberías obtener una textura arenosa que se desmigaja cuando la tocas. Esa es la torta. Antes de hacerlo, prefiero dejar la masa en el frigorífico unos 40 minutos, así se hace todavía más densa y las migajas salen uniformes.
3. Coloca los pedazos en un recipiente para hornear, cubierto de papel de horno. Deja durante 30 minutos a 180ºC. Lo que suelo hacer es sacar la torta cada diez minutos y la remuevo ligeramente para que las migajas se hagan de manera uniforme. Estará listo cuando esté crujiente.
4. Deja la torta caliente a un lado y ponte con la crema. Bate la crema agria fría con un poco de azúcar en polvo hasta que se haga más densa. Suelo utilizar dos o tres cucharadas de azúcar glasé, para que la crema batida adquiera una deliciosa textura sedosa. Remueve cuidadosamente la crema agria con una espátula.
5. Finalmente, corta las fresas y empieza a colocar las capas de smetánnik en los vasos. Echa algo del pastel, luego añade unas tres cucharadas de la crema con fresas y acaba con otra capa de torta encima. Deja tu obra maestra en la nevera durante un par de horas, o mejor aún, toda la noche. Esa crema sedosa se habrá convertido en una tierna mousse. Magia gastronómica.
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