República de Carelia.
Ígor Podgorni/TASS / TASSLagos azules, cañones de mármol y bosques de montaña con rocas colosales: hay tantas cosas en Carelia que querrás volver una y otra vez.
Sólo el lago Onega cuenta con más de 1.300 islas diferentes, entre las que se encuentra la famosa isla Kizhí, un museo de arquitectura bajo el cielo europeo. El lago Ládoga alberga el antiguo monasterio de Valaam, con comunidades monásticas (sketes) en las islas. Cerca de la ciudad de Belomorsk, en el norte de Carelia, se pueden ver petroglifos, arte rupestre dejado por los pueblos que vivieron por estos lares hace entre 5.000 y 7.000 años.
En el oeste de la república, las canteras de mármol abandonadas se convirtieron en el Parque Ruskeala. Puedes viajar hasta allí en un auténtico tren de estilo retro.