Óblast de Kostromá
Vamos a ir según nuestro plan: primero, a una granja para admirar felices vacas y conocer quesos jóvenes caseros; después, a una clase magistral para cocinar queso por nosotros mismos; más tarde, a la Bolsa del Queso: parmesano, roquefort, beaufort, viejo Kostromá, Romanov, Cheddar, quesos jóvenes y blandos... ¡Seguro que tu nevera acabará llena!
Y por último, echemos un vistazo a un restaurante donde se sabe cómo disponer de los regalos de queso...
🤓 Puedes empezar con un taller Queso y Chocolate, impartido por Elena en el corazón de la ciudad: en una hora y media podrás cocinar un delicioso queso joven según una receta original y llevártelo;
🐮 Un viaje a la granja para ver a las felices vacas y degustar los jóvenes (y no tan jóvenes) quesos Kraft/caseros de la granja;
🏦 La Bolsa del Queso, en el centro de la ciudad, es una gran oportunidad para degustar toda la variedad de quesos de Kostromá, aquí podrás llevarte un poco de todo;
🍽 Y por último, los restaurantes. Sirovar (“El Quesero”, en español), con su insuperable fondue, y Grozá (“Tormenta”), con su asombrosa ración de platos de autor, no te dejarán indiferente.
Desde finales del siglo XIX, el queso de Kostromá ha pasado de ser un manjar inaccesible a un manjar habitual glorificado, ha abandonado la producción casera en favor de las capacidades de las fábricas y ha hecho que Kostromá pase de ser la capital regional a la capital del queso de todo el país.
Aunque la fabricación de queso se estableció en Rusia no hace mucho tiempo, a finales del siglo XIX, estas tierras se han considerado aptas para la agricultura, especialmente para la ganadería. Y antes del queso, los campesinos locales producían una amplia gama de productos lácteos.
Los paisajes de Kostromá se consideran referentes de una campiña de tamaño medio debido a las grandes extensiones de praderas inundables cerca de los ríos locales y las llanuras verdes adyacentes a las zonas boscosas. Si a esto se añade una población moderada y la ausencia de numerosas y perjudiciales industrias, se obtiene un paraíso para las vacas felices, los granjeros y los queseros.