En realidad, los rusos llaman “platzkart” al vagón litera, un tipo de coche cama ferroviario.
Los turistas extranjeros lo llaman ingeniosamente “kommunalka” (apartamento comunal) sobre ruedas de la época soviética. “Platzkart” es un vagón en el que las plazas para dormir sólo están separadas por un pequeño tabique. Y, de hecho, se puede cruzar el vagón y ver a todos los pasajeros.
Normalmente, un vagón puede acomodar hasta 54 pasajeros en total. Hay nueve compartimentos semiprivados con cuatro plazas: dos inferiores y dos superiores. Y al otro lado de cada compartimento, hay otras dos plazas laterales. Mientras que, en el vagón de pasillo, cada compartimento para cuatro personas está cerrado con una puerta y no hay plazas laterales adicionales.
La palabra en sí surgió del alemán “platzkarte”, que era un recibo de reserva de asiento para una plaza concreta. Era un cargo adicional al precio del billete. Esto significaba que si se reservaba una plaza inferior en un compartimento, podía costar más que una plaza superior menos cómoda.
En ruso, esta palabra solía pronunciarse como “platzkarta” y el vagón empezó a conocerse como “Platzkartni vagón” (literalmente, “vagón Platzkarte”). Pero, con el paso del tiempo, se acortó a simplemente “platzkart” para referirse no a la tarifa, sino al coche.
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