Qué hacer en Vladivostok, si solo tienes 24 o 48 horas

Viajes
ALEXANDRA GÚZEVA
He aquí cómo pasar uno o dos días en esta fascinante ciudad portuaria del Lejano Oriente ruso. Se trata de un lugar mítico donde es posible comer marisco fresco y admirar la naturaleza.

DÍA 1

09:00 - 10:00. Desayuno en una panadería

Empieza un día perfecto en Vladivostok con café y un pastel de cualquier cafetería de la cadena de panaderías Lákomka, propiedad de Vladjleb. Fundada en 1903, es una de las empresas más antiguas de la ciudad. A los lugareños les encanta el desayuno para llevar. El pan más famoso de la compañía se llama Podolski. Pruébalo porque es puramente ruso.

10:00 - 12:00. Ascenso al mejor lugar para hacerse un ‘selfie’

La topografía de Vladivostok es un reto para aquellos que quieren descubrir una nueva ciudad a pie. En Vladivostok hay más de 20 colinas, a las que los lugareños llaman “sopka” (pequeña colina). Uno de los miradores más pintorescos de la ciudad es “Orlínoie Gnezdó” (nido del águila), al que se llega a pie en 20 minutos desde el centro de la ciudad.

Para ahorrar tiempo puedes subirte a un autobús o un taxi (la aplicación para taxis de Yandex (Apple Store, Google Play) funciona bien, está disponible en inglés). Otra opción fácil es hacerlo en un funicular desde la calle Svetlánskaia.

El monumento a los legendarios fundadores del alfabeto cirílico, San Cirilo y San Metodio, es un punto de referencia para conseguir la mejor vista sobre el magnífico puente Dorado que cruza la bahía del Cuerno de Oro. Cuando el fundador de la ciudad, Nikolái Muraviov-Amurski, llegó aquí por primera vez, se dio cuenta de que el paisaje era similar al de Estambul, por lo que la bahía fue bautizada en honor a un primo turco que tenía.

Desciende por el funicular o las escaleras y luego camina a la derecha por Svetlánskaia, que es la calle principal y más antigua de la ciudad.

12:00-13:00. Almuerzo con una hermosa vista al mar

Llega a la calle peatonal Akadémika Fókina pasando por las hermosas fuentes, el estadio retro Dinamo, y luego súbete a una noria en la orilla del mar. No olvides disfrutar de los fideos con mariscos y de un batido en el patio de comidas de la cercana playa Yubileini. Acuéstate en una acogedora hamaca de madera y relájate con las olas de la bahía de Amur.

13:00 - 15:00. Ver cómo era la ciudad hace mucho tiempo

Si tienes tiempo para visitar sólo un museo en Vladivostok, no te pierdas el Museo Estatal de Arséniev del territorio de Primorsk. Hay muchos artículos interesantes: desde antiguas conchas marinas, hasta restos de piedra del antiguo reino de Balhae (siglos VII al X), que alguna vez ocupó estas tierras.

Una gran parte de la exposición está dedicada a Vladímir Arséniev, un oficial militar de la era zarista que fue destinado a Vladivostok y se enamoró de la región. Investigó a los grupos étnicos locales y luego trabajó en el museo durante más de 30 años. Su libro, Dersú Uzalá, lleva el nombre de un cazador local participante de su expedición y ha sido traducido a muchos idiomas. Existe una versión cinematográfica rodada por Akira Kurosawa.

Otro héroe (en este caso heroína) local es la estadounidense Eleanor Pray, famosa por sus cartas desde Vladivostok en las que describía la ciudad y la época turbulenta de principios del siglo XX: la guerra ruso-japonesa y la Revolución de 1905. Puedes ver su monumento en la calle Svetlánskaia.

15:00 - 18:00. ¡Todos a bordo!

Es imprescindible explorar el puerto. Ya has disfrutado de la vista del puente Dorado, ahora navega bajo él y pide un deseo. Desde el agua podrás ver toda la bahía Dorada: barcos de vela y de la armada, hermosos yates y veleros, e incluso un submarino, si tienes suerte. También pasarás por debajo del impresionante puente Russki y harás grandes fotos del mismo.

Los guías locales pueden dar tours en inglés, pero siempre es mejor reservar los boletos con anticipación llamando al teléfono: 7 (423) 277 11 55 (Mostí Vladivostoka - Puentes de Vladivostok).

18:00 - 19:00. ¡Súbete a un submarino!

Visita el acogedor parque Admiralski con su elemento más importante: el arca del zarévich Nicolás, que recuerda la visita a la ciudad en 1880 del entonces futuro zar Nicolás II.

Desciende las escaleras, contempla los monumentos y observa más de cerca los barcos de la marina que ya viste desde las alturas. Luego, dirígete al submarino situado en el malecón Korabélnaia. Hay un museo en el interior donde no solo aprenderás la historia de la Flota rusa del Pacífico, sino que también verás cómo es un verdadero submarino por dentro.

Atención: los pasillos entre los compartimentos son extremadamente estrechos, así que realmente experimentarás por lo que tienen que pasar los verdaderos marineros. ¡No es una visita apta para claustrofóbicos!

19:00 – 21:00. Cena con cangrejo de Kamchatka

Aunque no estés en Kamchatka, puedes encontrar aquí este tipo de cangrejos que, sin duda, te darán una gran alegría culinaria. Zuma es uno de los restaurantes locales de mariscos más populares, así que reserva una mesa con tiempo.

Todas las delicias de mariscos están presentes en el menú, y se preparan exquisitamente. Pide un cangrejo entero, o si no quieres romper las patas, pide ceviche de cangrejo o que te lo preparen al wok. Los precios son relativamente altos, pero la comida es deliciosa.

El único inconveniente es que Zuma carece de una buena vista. Si quieres cenar a la orilla del mar, visita Piati Okeán (Quinto océano), que ofrece cangrejos y mariscos frescos a un precio más económico.

DÍA 2

09:00 - 10:00. Desayuno de ambiente francés

Disfruta de un café y quiche de camarones y calamares en la panadería Michel en la calle Svetlánskaia. Si después de esto te queda todavía espacio en el vientre, no te pierdas la oportunidad de probar uno de sus fantásticos éclairs.

10:00 - 14:00. Encuentro con los habitantes del mar

Apúrate para llegar al show de las 11 a.m. del Oceanario de la isla Russki. Podrás ver la actuación de delfines, belugas, lobos marinos y morsas caprichosas. Después del espectáculo necesitarás al menos dos horas para explorar toda la exposición, que incluye a todos los habitantes del mar del Japón y más. Incluso tienen una linda foca del lago Baikal.

14:00 - 15:00. Almuerza en un café local

¡Esperamos que no cocinen los peces del show! Es broma, se puede disfrutar de buena comida en el bar o restaurante del Oceanario. Toma nota: sólo puedes entrar al edificio una vez con tu boleto. Regresar a tierra firme es más rápido en el autobús, si no prefieres un taxi.

15:00 - 17:00. Nostalgia soviética con el arte contemporáneo

Comprueba si hay una exposición en el centro de arte Zariá. La curadora moscovita Alisa Bagdonaite suele invitar a los mejores artistas y comisarios contemporáneos, y las muestras no sólo presentan arte ultramoderno, sino también retrospectivas. Este centro se encuentra en una antigua fábrica soviética de costura y en los alrededores hay varias obras de arte callejero interesantes. Si no comiste en el Oceanario, el Tree Café en el primer piso es una buena opción; prueba su pasta con mariscos en salsa de tomate.

17:00 - 18:00. ¡Hora de compras!

No muy lejos del Zariá hay una tienda de comestibles donde se puede comprar cangrejo de Kamchatka, vieiras y caviar rojo para llevar a casa. Los trabajadores de la tienda empacarán todo en bolsas térmicas, así que tranquilo. No dejes pasar los caramelos Ptichie Molokó, que se hacen con espesante de agar natural. También son un gran suvenir.

18:00 - 20:00. Disfruta de una fantástica puesta de sol

Coge un taxi o la línea 59 de autobús hasta el faro Engersheld. Este pintoresco lugar es especialmente encantador cuando el pequeño trozo de tierra que recorrerás hasta llegar allí está ligeramente inundado por las aguas de la bahía de Amur. Acércate al faro para conseguir tu mejor foto. Disfruta de la naturaleza prístina y medita un poco.

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