El valor de los pilotos españoles era excepcional para los rusos. Los pilotos que habían participado en la Guerra Civil del lado republicano tenían una característica única: habían combatido durante más de dos años volando aviones soviéticos como los “Moscas” o los “Chatos”; contaban con amplia experiencia. Además, muchos de ellos se habían formado en la escuela de aviación soviética de Kirovabad, enviados allí por la República ante la falta de pilotos que vivieron tras el levantamiento del bando franquista.
La entrada masiva de estos aviadores republicanos en el Ejército soviético no se produjo hasta 1943.
Mientras tanto, en comparación con los cazas de la Luftwaffe, el La-5FN era similar en velocidad máxima y aceleración a bajas altitudes. Poseía un mayor grado de giro con un menor radio en comparación con el Me-109 y mejor trepada que el Fw-190.
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A menos de 5.000 m. de altura su ángulo de giro era excelente, aunque sus mejores resultados se obtenían por debajo de los 3000 metros. En total se construyeron 9.920 aparatos.
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Algunos de los pilotos españoles que pilotaron el La-5 fueron Luis Lavin, Lekumberri, Sevilla Santos y Vicente Beltrán, que lucía en su fuselaje el lema Viva la Revolución Socialista en la URSS como signo personal.
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El 16 de enero de 1943, el español Vicente Beltrán recibió la Medalla de la Defensa de Moscú tras haber derribado un bombardero alemán Dornier Do 217 a los mandos de su Lavochkin La-5.
Puedes ver más obras como la ilustración de portada en la web del artista Carlos Alonso.
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