La nueva tecnología de camuflaje se llama extraoficialmente Camaleón. Se basa en el “vidrio” electrocrómico, que consiste en materiales compuestos y cambia de color y transparencia bajo la influencia de una corriente eléctrica.
Las primeras muestras de este revestimiento electrocrómico para el traje del soldado del futuro, conocido como Ratnik, se mostraron en 2018 en el foro militar y técnico internacional del Ejército en Rusia. A principios de octubre de este año, la agencia de noticias RIA Novosti, citando una fuente del complejo de la industria de defensa, informó de que el nuevo camuflaje ya se está probando en maquetas de vehículos blindados.
El camuflaje funciona de la siguiente manera. El vehículo de combate está cubierto desde el exterior por un campo continuo de pequeñas placas de electrocromo, cada una de las cuales tiene cables conectados. El sistema utiliza cámaras de vídeo para escanear toda la zona alrededor del vehículo. Al mismo tiempo, analiza los colores y las formas básicas del terreno y ordena a la cubierta que cree un nuevo patrón de camuflaje, que permite al vehículo mimetizarse completamente con el terreno desde diferentes ángulos de visión.
El principio está tomado de la fauna, de los camaleones o los pulpos, que cambian el color de su piel para imitar la superficie en la que se encuentran. Por ejemplo, si un pulpo se desplaza de una zona más oscura del fondo marino a otra más clara, cambia rápidamente el color y la textura de la coloración de su piel.
¿Hasta qué punto serán “invisibles” los vehículos blindados?
“Esta tecnología no es nueva, hace tiempo que se utiliza en el ámbito civil: son las llamadas gafas inteligentes que a veces se ponen en las salas de reuniones de la oficina. Mientras la sala está libre, el cristal es transparente, cuando está ocupado, se tiñe. Sin embargo, no cabe duda de que este diseño militar es innovador. Este revestimiento debe crear rápidamente el camuflaje paisajístico más adecuado, ser resistente a los factores ambientales agresivos, ser fiable y barato”, dijo Denís Fedutinov, redactor jefe de la revista Vehículo Aéreo Sin Personal.
Según explica el experto, cuando los equipos terrestres del ejército ruso estén equipados con estas “capas” alrededor del 95% de los drones del enemigo no podrán detectarlos.
Pavel Gerasimov / Sputnik
“La mayoría de los vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento son pequeños. No tienen a bordo ni en los sistemas de control en tierra el hardware para procesar y analizar la información de vídeo que reciben. El análisis de los datos lo realiza directamente el operador del dron, es decir, un humano. Los vehículos disfrazados con un revestimiento especial serían realmente difíciles de detectar e identificar”, explica Fedutinov.
Según el experto, el revestimiento podría ser especialmente eficaz, ya que los UAV de reconocimiento tratan de mantenerse a una distancia para que no ser reconocidos por el enemigo.
Sin embargo, “Camaleón” no será la panacea para la protección de los equipos rusos, ya que sólo funciona con los drones de reconocimiento (aunque constituyen alrededor del 95% de todos los drones disponibles). Si un avión no tripulado es capaz de atacar simultáneamente a equipos de reconocimiento que operan en diferentes bandas de ondas, reducirá significativamente la eficacia de Camaleón.
Además, este revestimiento sólo es capaz de interrumpir las armas enemigas que están equipadas con cabezas teledirigidas. “Dichos misiles, debido al uso del revestimiento electrocrómico, pueden tener fallos de autocaptura. Tanto para las cabezas que utilizan el método del foto-contraste como para las que memorizan la imagen del objetivo”, señala el experto.
A pesar de estas limitaciones, el sistema propuesto supone dotar a los tanques de una capacidad adicional, afirma Fedutinov. Los vehículos con capacidad de mimetización tendrán más posibilidades de sobrevivir en combate que los vehículos con camuflaje estático convencional, afirma el experto.
En una batalla cara a cara entre dos oponentes comparables, el bando que cuente con un sistema como el de Camaleón superará a su oponente en términos de conciencia y de velocidad de los ciclos de “detección-derrota”. Al fin y al cabo, el engaño no será detectado por el adversario y cuando lo haga habrá pasado mucho tiempo.
¿Cómo se detecta?
Reuters
Los drones con mayor tecnología, que cuenten con sistemas avanzados de reconocimiento y vigilancia multicanal, así como con sistemas automatizados de procesamiento y análisis de la información en el lateral, seguirán detectando al Camaleón. Un representante de uno de los principales fabricantes de aviones no tripulados de Rusia dijo a Russia Beyond de forma anónima.
“Estos vehículos, equipados ni siquiera con cámaras térmicas (para las que esta cobertura no es un problema), sino sólo con sensores ópticos, podrán detectar estos equipos. Tanto las cámaras de alta resolución como los algoritmos automáticos de procesamiento de la información y el aprendizaje automático ayudarán”, dijo la fuente.
El especialista explicó que, por ejemplo, una red neuronal bien entrenada de un moderno dron militar de alta tecnología identifica fácilmente un coche de una determinada marca en el sobrecargado entorno urbano. Aunque desde ese coche sólo se vea una parte del capó que sobresale por debajo de la copa de un árbol.
“Para los drones más caros, con una red neuronal y los sensores adecuados, no sería difícil rastrear un tanque por el cañón de un arma, que difícilmente se puede cubrir con un revestimiento electrocrómico debido a las tensiones dinámicas de los disparos. Una red neuronal de un dron de este tipo vería la sombra del vehículo, sus marcas de rodaje, la ametralladora, las antenas, los órganos de vigilancia, los gases de escape, etc. Se trata de toda una serie de detalles que harían inútil el camuflaje”, dijo el experto.
Pero incluso en este caso, según el representante del desarrollador de vehículos aéreos no tripulados rusos, el nuevo camuflaje seguirá siendo un problema para los operadores humanos de drones y de armas de aviación, así como para los operadores y artilleros de los sistemas ópticos de vigilancia en tierra y las miras de los vehículos de combate cuando se aplique a gran escala.
“Por ejemplo, los países de la OTAN, si Rusia instala masivamente este tipo de revestimientos, tendrán que pensar en nuevos gastos militares en tecnología de redes neuronales y complejos de procesamiento de big data para drones y sus complejos terrestres, para helicópteros o equipos de vehículos de combate”, resumió el experto.
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