1. MiG-15
Uno de los mejores cazas MiG, el MiG-15 es el abuelo de la aviación a reacción soviética. Con casi 18.000 unidades construidas en todo el mundo, sigue siendo el avión de combate más producido de la historia.
Diseñado poco después de la Segunda Guerra Mundial, este avión tuvo su momento de gloria durante la guerra de Corea, cuando combatió contra el F-85 Sabre americano en numerosos duelos aéreos. Estos dos jets eran dignos oponentes: mientras el Sabre era más efectivo a baja altitud, el MiG tenía la ventaja en cotas más altas.
El MiG-15 es responsable de uno de los capítulos más fúnebres de la historia de la USAF, conocido como “Martes Negro”. El 23 de octubre de 1951, sobre Corea, los pilotos soviéticos derribaron ocho bombarderos estratégicos B-29A Superfortress y dos cazas de escolta F-84, perdiendo sólo un avión en la batalla.
2. MiG-21
Con 11.496 unidades fabricadas, el caza MiG-21 es el avión supersónico más producido en la historia. Gracias a su nivel de producción, gozó de un precio bajo. Un MiG-21 costaba menos que un vehículo de combate de infantería BMP-1.
El MiG-21 tuvo una gran popularidad en todo el mundo y ha servido bajo los colores de 65 países distintos. Aunque su primer vuelo se produjo hace más de 60 años, algunas naciones (Angola, Egipto, Vietnam, etc.) siguen utilizándolo.
Entre los numerosos conflictos y guerras en los que participó el MiG-21, fue la guerra de Vietnam en la que vivió su momento estelar. A pesar de ser completamente superados en número por la USAF, los pilotos vietnamitas lograron resultados sobresalientes: 165 victorias aéreas con 65 aviones perdidos. El 3 de enero de 1968, el piloto Ha Van Chuc entró en combate contra 36 cazas estadounidenses pilotando su MiG-21… y derribó a un comandante de ala.
3. MiG-25
Este interceptor supersónico fue diseñado para enfrentarse al bombardero a reacción americano B-58, capaz de atravesar las defensas soviéticas y llevar a cabo ataques nucleares. También debía interceptar al avión de reconocimiento Lockheed SR-71, demasiado veloz para los MiG-21 y Su-15, que estaban en servicio a mediados de la década de 1960.
La aparición del caza soviético, con una velocidad máxima de 3.000 km/h, fue una sorpresa desagradable para los estadounidenses. Como resultado, el Congreso de Estados Unidos celebró una sesión extraordinaria, en la que se decidió acelerar el desarrollo de los cazas F-14 y F-15.
Una de las traiciones más dañinas de la historia militar soviética está relacionada con el MiG-25. En septiembre de 1976, el teniente mayor Víktor Belenko desertó a Japón a bordo de uno de estos aviones. El caza fue desmontado y estudiado por especialistas estadounidenses y luego devuelto a los soviéticos. Como todos sus secretos fueron expuestos al potencial enemigo, los equipos del MiG-25 tuvieron que ser reemplazados urgentemente.
4. MiG-31
Uno de los jets de combate más rápidos del mundo (hasta 3.000 km/h), el MiG-31 estaba basado en el MiG-25. A diferencia de su predecesor, tenía dos asientos: uno para el piloto y otro para el operador-navegante.
Este interceptor es capaz de atacar simultáneamente seis objetivos y rastrear hasta diez. Cuatro jets MiG-31 controlan una extensión frontal de 1.100 km.
A finales de la década de los 80 del siglo pasado, los MiG-31 paralizaron efectivamente las actividades del avión de reconocimiento SR-71 Blackbird estadounidense cerca de las fronteras soviéticas. En la actualidad, este interceptor sirve en Siria, donde escolta a los bombarderos y ha sustituido parcialmente al avión A-50 AWACS en la labor de detectar objetivos para ataques aéreos.
5. MiG-29
Uno de los mejores cazas modernos, el MiG-29 está actualmente en servicio en 28 países. Este avión soviético se puede encontrar incluso en bases aéreas de Estados Unidos: en 1997, Moldavia vendió 21 unidades a los estadounidenses. Después de ser examinados, algunos de ellos fueron puestos en exhibición.
El MiG-29 sirve como modelo básico para numerosas modificaciones, incluyendo el MiG-29K basado en cubierta. Estos aviones son la principal fuerza de ataque del portaaviones Vikramaditya de India y del Almirante Kuznetsov de Rusia (junto con el Su-33).
Los episodios en los que los que cazas rusos hayan luchado entre ellos se pueden contar con los dedos de una mano. Uno de los más famosos ocurrió durante la guerra entre Eritrea y Etiopía (1998-2000). En varios duelos aéreos, el más avanzado Su-27SK etíope (comprado a Rusia) venció al ochentero MiG-29 soviético de Eritrea, que el país había comprado a Bielorrusia.
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