La primera arma rusa dotada de inteligencia artificial es el sistema de cohetes de lanzamiento múltiple Tornado-G (MLRS), según contó a los medios de comunicación rusos a principios de diciembre Alexánder Smirnov, director gerente de la empresa fabricante de armas NPO Splav.
“Los sistemas de primera generación, como el Grad y el Smerch, tienen un conjunto mínimo de herramientas de automatización. Es difícil decir con precisión cuánta robotización hay en un determinado sistema de misiles. Pero puedo afirmar con seguridad que los sistemas desarrollados en los últimos años, el Tornado-G y el Tornado-S, contienen elementos que podrían formar la base de un futuro MLRS (siglas de Multiple Launch Rocket System o Sistema Múltiple Lanzador de Cohetes) robotizado”, declaró.
Según Smirnov, el vehículo de combate Tornado-G está equipado con un sistema automatizado de control de tiro y puntería, además de instalaciones de preparación y lanzamiento.
En pocas palabras, estas armas pueden realizar de forma independiente todo el ciclo de combate: localización del objetivo, identificación, fijación del mismo y hasta el lanzamiento del misil.
La IA del robot tiene una base de datos de objetivos preinstalados, conteniendo la misma información sobre su apariencia, movimiento, radiación de calor, etc. Se producen constantes actualizaciones, adiciones y expansiones a esta base de datos a través de algoritmos de autoaprendizaje. Además, los ingenieros pueden mejorar el módulo con métodos de detección adicionales basados en la temperatura, brillo en el espectro infrarrojo, etc.
Sin embargo, en la fase actual de desarrollo, la decisión de disparar contra un objetivo la toma únicamente un operador humano. Aunque la IA es técnicamente capaz de decidir, los militares aún no están preparados para darles este permiso.
Paralelamente, los ingenieros afirman que el “cerebro” de estas máquinas avanza constantemente. Estudian independientemente sus alrededores y complementan su base de datos con información sobre el enemigo y su entorno.
Cabe destacar que todas estas tecnologías darán un salto cualitativo en las próximas décadas. Llegará el día en que los seres humanos en el campo de batalla, ya sea en tierra, agua o aire, serán reemplazados por máquinas.
Las primeras “armas inteligentes” ya operan en las filas de Rusia y Estados Unidos.
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