Los robots y las armas inteligentes, que sustituirán previsiblemente a los humanos en el campo de batalla en un futuro próximo, son una de las principales tendencias del desarrollo militar a principios del siglo XXI. Los ejércitos más poderosos del mundo ya han recibido sus primeras máquinas de guerra, semillas de los futuros Terminator y Robocop. El Ejército ruso ha obtenido sus propios logros tecnológicos en este ámbito.
Los primeros robots del Ejército ruso (además de los pequeños androides de desminado controlados por el operador con un joystick manual, como en un videojuego) se instalan en lugar de las torres de ametralladoras en vehículos blindados ligeros y pesados.
Una de ellas es producida por el Consorcio Kaláshnikov. Se trata de una especie de torreta teledirigida con dos ametralladoras de calibre 12,7 y 7,62 mm, de las que puedes descubrir más detalles en un artículo nuestro, pinchando aquí.
El segundo es un tipo similar de “torreta” que puede colocarse en un vehículo blindado ligero del tipo Tigre. Equipada con un cañón de 30 mm y ametralladoras de 12,7 mm y 7,62 mm puede vigilar el campo de batalla y abrir fuego de forma independiente según los objetivos especificados en su programa.
Paralelamente, se está desarrollando una base de datos de blancos (su aspecto, movimiento, radiación térmica, etc.) que se cargará inicialmente en la inteligencia artificial del robot (el “cerebro” de la máquina, o el ordenador, para entendernos). La base de datos se actualiza, complementa y amplía constantemente con algoritmos de autoaprendizaje. Los ingenieros pueden añadir métodos de detección adicionales a la máquina: temperatura, brillo en el espectro infrarrojo, etc.
Sin embargo, en la etapa científica y tecnológica actual, sólo un ser humano puede decidir abrir fuego contra un objetivo en particular. La máquina, por supuesto, puede hacerlo sola, pero los generales aún no están listos para permitírselo.
Al mismo tiempo, esta “torreta” es un arma eficaz contra pequeños aviones teledirigidos equipados con bombas caseras, que abundan durante todas las hostilidades que involucran a terroristas en Oriente Medio.
Los ingenieros afirman que el “cerebro” de estas máquinas evoluciona con el tiempo: estudia el entorno de forma independiente y completa su base de datos con información específica sobre el enemigo y todo su entorno.
A menudo, los jefes de Estado hablan del empleo en sus ejércitos de “misiles inteligentes”. Esos misiles existen.
En las cabezas de seguimiento automático de los misiles de crucero Kalibr y Tomahawk, o en los módulos de combate de los misiles Iskander-M, se han añadido imágenes o fotografías y datos informáticos sobre los objetivos a batir, incluyendo una lista completa de información.
De hecho, esta es una de las razones por las que los misiles de crucero pueden volar hacia un objetivo, eludir el terreno, realizar maniobras en el camino, variar la altitud y alcanzar el objetivo asignado con precisión.
Al mismo tiempo, los misiles pueden evitar todos los blancos falsos en su camino y atacar exactamente donde se supone que deben hacerlo.
Cabe señalar que todas estas tecnologías alcanzarán niveles completamente diferentes en las próximas décadas. No falta mucho para que el hombre sea reemplazado por máquinas en el campo de batalla por tierra, mar y aire. Las primeras “armas inteligentes” ya estaban en uso en los ejércitos ruso y americano.
Pincha aquí para leer sobre los cinco mejores robots militares rusos.
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: