Está claro que los precios en Moscú no son, ni mucho menos, los más bajos del mundo. Cenar en un restaurante de moda, por ejemplo, es el doble de caro que en Ciudad de México. Sin embargo, el acceso a Internet es sorprendentemente asequible y confiable. Además, también funciona perfectamente en lugares tan alejados como Cheliábinsk, ciudad cerca de los Urales, así como en la mayoría de las ciudades siberianas.
¿Quizá por eso los hackers rusos son tan buenos? Después de todo, la conexión que tienen es barata y rápida. Te presentamos los factores que han impactado en el precio de la conexión a internet.
1. Simplemente no tienes que pagar más
Según algunos estudios, el coste de Internet varía de país a país, debido al nivel de ingresos general. A medida que un país es más rico, el precio suele ser mayor.
No es sorprendente que en EE UU, Suiza, Australia y otros países con un nivel de vida alto, haya que pagar más por conectarse. En esos lugares simplemente tienes que pagar más de lo que realmente cuesta. ¿Por qué? Porque puedes...
Aunque a los oligarcas rusos les vaya bastante bien, en general, la población del país eslavo no es la más rica y, por lo tanto, no quiere –ni puede– pagar mucho.
2. Desarrollo impulsado por la educación
Otro factor que influye en el precio es el número de dispositivos: portátiles, computadoras personales y teléfonos móviles. Hay que saber cómo usarlos, lo que significa que es necesario tener algunas habilidades básicas y un poco de educación.
En los países en desarrollo como México o Pakistán hay mayores índices de analfabetismo que en Rusia. Desde la época soviética, la educación ha sido obligatoria para los niños y tendrás que buscar mucho para encontrar a un ruso analfabeto.
Como resultado, el número de dispositivos utilizados en el país eslavo es casi el mismo que en el mundo desarrollado. La gran demanda de servicios de Internet ha impulsado el desarrollo de empresas que proporcionan acceso a la Red.
Al mismo tiempo, históricamente Rusia ha destacado en ciencia y tecnología, así que cuando a principios de la década de los años 90, comenzó a desarrollarse Internet en el país, muchos jóvenes expertos en tecnología lo vieron como una oportunidad y decidieron fundar sus propias empresas.
3. La competencia abarata los precios
La baja demanda de los países más pobres y con bajas tasas de formación frenó el desarrollo de los proveedores de Internet, de modo que en estos países la gente suele tener menos opciones que los rusos. Así es como funciona la competencia: cuantas más empresas haya en el mercado, menor será el precio.
Hoy en día hay miles de proveedores de servicios de Internet en Rusia. Además de las grandes empresas, como Rostelecom, BeeLine, MTS y Megafon, hay muchas pequeñas compañías locales en cada región. Solo en Moscú hay más de 50 diferentes.
Obviamente en muchas zonas de Rusia la conexión es horrible. Intenta tender un cable de fibra óptica a través de la tundra y a ver qué te pasa. Según las estadísticas, la velocidad media de Internet en Rusia, 11,8 Mb/s, está muy lejos del líder mundial, Corea del Sur, que tiene 28,6 Mb/s. Sin embargo, en las ciudades rusas la infraestructura es bastante nueva y se está desarrollando rápidamente, una vez más, gracias a una gran demanda.
A pesar de ello, en los últimos años ha habido algunos problemas. LinkedIn fue bloqueado por su falta de voluntad para cooperar con el Gobierno ruso, que pedía el almacenamiento de los datos de los usuarios en centros de datos locales. Por otro lado, los intentospor bloquear la aplicación de mensajería cifrada, Telegram, terminó con millones de direcciones IP bloqueadas.
Los grandes proveedores de Internet también están tratando de aumentar su cuota de mercado. Sin embargo, es un poco tarde. Debido a la demanda que hay, apenas queda espacio para un monopolio. Y, por cierto, los hackers no tienen nada que ver con esto.
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