Los 5 inventos más importantes creados por extranjeros en Rusia

Ciencia y Tecnología
BORÍS YEGÓROV
A lo largo de la larga historia de Rusia, docenas de extranjeros vinieron al país y contribuyeron significativamente a su ciencia. Algunos de sus proyectos incluso cruzaron las fronteras del país y adquirieron importancia mundial.

1. Ácido acético congelado

Johan Tobias Lowitz, nacido en Alemania, se mudó al Imperio Ruso cuando tenía 11 años. Allí se convirtió en uno de los principales químicos del siglo XVIII. Entre sus principales inventos está la adsorción de carbón, que ayudó a eliminar el mal olor y el sabor del agua mediante el uso de carbón. Además, Lowitz hizo notables avances en la investigación de la cristalización. Encontró una manera de obtener ácido acético congelado, que es ampliamente utilizado hoy en día en la química moderna, en la perfumería, y las industrias farmacéutica y alimentaria.

2. Aritmómetro Odhner

El ingeniero sueco Willgodt Theophil Odhner pasó la mayor parte de su vida viviendo y trabajando en San Petersburgo. En 1873, inventó el llamado Aritmómetro Odhner, una de las mejores calculadoras mecánicas jamás diseñadas. La producción del Aritmómetro Odhner duró en el Imperio Ruso hasta la Revolución de 1917, cuando la fábrica fue nacionalizada por el gobierno soviético. Entonces, los hijos de Willgodt Odhner trasladaron la producción a Suecia, mientras que en la Unión Soviética el Aritmómetro Odhner se fabricó bajo la marca "Felix" hasta la década de 1970.

3. Motor turbohélice Kuznétsov NK-12

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, cientos de especialistas técnicos alemanes fueron deportados a los Estados Unidos y a la URSS, donde trabajaron para la industria militar local. Uno de estos grupos estuvo dirigido por el ingeniero austríaco Ferdinand Brander, que había trabajado para Junkers durante la guerra. En cooperación con sus colegas soviéticos, el equipo de ingenieros alemanes creó el motor turbohélice más potente jamás construido: el NK-12. Este motor y sus modificaciones son ampliamente utilizados hoy en día, entre otros, en el avión turbopropulsor más grande del mundo, el An-22, y en el bombardero estratégico Tu-95.

4. Nevera de tres cámaras Zil-3

A principios de los años sesenta, "el padre del diseño industrial" Raymond Loewy fue invitado a la Unión Soviética para trabajar en varios proyectos. Se le ofreció crear diseños dentro una amplio espectro, incluyendo una locomotora, dos hidroplanos, un tractor, un rifle de caza, relojes de mano, y otros. Loewy estaba especialmente interesado en crear un diseño para el nuevo coche Móskvich. Para ello, invitó a un joven artista conceptual, Syd Mead, que más tarde se haría famoso por películas como Aliens y Blade Runner. Desafortunadamente, ni el diseño de Móskvich, ni los otros conceptos de Loewy encontraron favor alguno del lado soviético, excepto uno: su diseño de la nevera ZiL, uno de los primeros refrigeradores soviéticos de tres cámaras.

5. Aviones VVA-14

El científico y diseñador de aviones italiano Roberto Bartini fue un devoto comunista y emigró a la Unión Soviética en 1922. Desde entonces, a pesar de algunos períodos difíciles, incluyendo su arresto en 1938, dedicó su vida al desarrollo de la industria aeronáutica soviética. Su VVA-14, por ejemplo, era un avión anfibio experimental con despegue vertical que combinaba un bombardero y un torpedero. Fue un predecesor de los famosos vehículos soviéticos de efecto suelo conocidos como ekranoplanos. El ingeniero soviético Serguéi Koroliov elogió una vez al científico italiano: "Sin Bartini no tendríamos el Sputnik (el primer satélite artificial de la Tierra)".  

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