Cuando en agosto de 1945 el embajador estadounidense W. Averell Harriman recibió un regalo de parte de una delegación de la organización ‘Jóvenes Pioneros’ de la URSS, lo colocó en la pared del estudio de su residencia. Era una placa de madera tallada del Gran Sello de Estados Unidos. El obsequio de los niños soviéticos, entregado en el momento álgido de la cooperación de los aliados de la Segunda Guerra Mundial, colgó en la residencia del embajador durante 7 años, complaciendo los ojos de Harriman y los de tres de sus sucesores.
Solo en 1952 se reveló que la placa contenía “la cosa”, uno de los primeros dispositivos camuflados de escucha. Se basaba en principios revolucionarios para la época: no tenía fuente de alimentación ni componentes electrónicos activos. El dispositivo se activaba solo cuando recibía una señal de radio de cierta frecuencia. Era extremadamente difícil de detectar y fue descubierto solo por accidente.
El ingenio que hizo temblar a los estadounidenses, ya que Estados Unidos no poseía esta tecnología en su catálogo de herramientas de espionaje, había sido diseñado por el famoso inventor soviético Lev Termen o Léon Theremin como se le conocía en Estados Unidos. Es famoso por la invención de uno de los primeros instrumentos musicales electrónicos: el theremin o termenvox.
Theremin vivió en Estados Unidos en la década de 1930, popularizando su termenvox y trabajando en sistemas de alarma antirrobo. En 1938 fue llamado de regreso a la URSS, donde fue arrestado al año siguiente. Fue acusado absurdamente de preparar el asesinato de Serguéi Kírov. El alto cargo soviético fue asesinado en 1934, cuando Theremin estaba en Estados Unidos. La fiscalía afirmó que los conspiradores colocaron una bomba controlada por radio en un observatorio en Leningrado (ahora San Petersburgo). Se suponía que Theremin detonaría la bomba desde Estados Unidos cuando Kírov visitase el observatorio. De hecho, Kírov fue asesinado en su oficina por el esposo de una de sus empleadas.
Después del arresto, trabajó en un sharashka desarrollando dispositivos de espionaje, uno de los cuales era la famosa “cosa”. Su labor fue recompensada con el Premio Estatal de Stalin en 1947, cuando fue liberado de la prisión.
Theremin pasó su condena en el famoso centro de diseño TsKB-29. Este se encontraba bajo el control del Ministerio de Asuntos Internos, y la mayoría de su personal eran prisioneros. Entre ellos también se encontraba el diseñador de aviones pionero Andréi Túpolev. De hecho, el propio sharashka recibió su nombre, 'Túpolevka', en su honor, ya que su tarea principal era desarrollar nuevos aviones militares.
Túpolev fue enviado a prisión en 1937 por falsas acusaciones de sabotaje y espionaje. Más tarde le contaría a un amigo que no lo golpearon, pero le practicaron privación del sueño. Por lo tanto, 'confesó' que durante más de una década había sido un espía francés. En 1940 fue sentenciado a 15 años en un campo de prisioneros, pero fue liberado en el verano del año siguiente, cuando comenzó la Gran Guerra Patria.
Durante años en prisión desarrolló el bombardero Túpolev Tu-2 ('Bat' en la clasificación posterior de la OTAN), que se convirtió en 'uno de los bombarderos más importantes de la Segunda Guerra Mundial y demostró un diseño excelente en general'. Dicen que el hecho de que fuese diseñado en prisión convierte a su éxito en algo verdaderamente notable. Fue uno de los principales bombarderos de inmersión medianos de la Segunda Guerra Mundial.
El bombardero fue fabricado durante 10 años, hasta 1952. Se produjeron alrededor de 2 500 aviones Tu-2. El avión tuvo una 'carrera memorable' después de la Segunda Guerra Mundial. Tomó parte en la Guerra de Corea. Los Tu-2 fueron ampliamente utilizados por los países que más tarde firmarían el Pacto de Varsovia. Túpolev recibió el Premio Estatal Stalin por el bombardero (1943). Otros tres premios Stalin le fueron concedidos pronto por otros de sus diseños.
No solo profesionales del espionaje o diseñadores de aviones fueron internados en prisiones especiales durante las purgas. Hubo lugares para otros profesionales. El famoso virólogo soviético Lev Zilber pasó cuatro años en un sharashka. Fue arrestado por la denuncia e informaciones de un colega. Zilber fue acusado de idear planes para envenenar el sistema de suministro de agua de Moscú y condenado por ello a 10 años en campos de prisioneros.
Primero, trabajó cortando árboles, luego se convirtió en médico de campo. Mientras trabajaba en el hospital de la prisión se encontró con la pelagra, una enfermedad grave causada por una deficiencia de vitamina B3 y caracterizada por la dermatitis y la demencia. Si no se trata, generalmente resulta provocando la muerte del paciente.
Como el campamento estaba en la región norte, el científico comenzó a usar liquen de renos para producir levadura que convirtió en una fuente de vitaminas, recordaría más tarde. Así consiguió crear su medicina, el Antipellagrin. Además logró conseguir un paciente para esta droga. Sin embargo, no se bautizó al descubrimiento con su nombre, sino con el del Ministerio del Interior.
Zilber fue trasladado a uno de los laboratorios secretos donde trabajó en su teoría sobre la naturaleza viral del cáncer. Dos años después de su liberación, en 1946, también, al igual que Theremin y Túpolev, recibió el Premio Estatal de Stalin por un libro sobre la encefalitis.
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