La Fuerza Aérea Revolucionaria de Cuba recibió el primer MiG-29 en 1989, de un total de doce MiG-29 y dos MiG-29UB.
Los 14 MiG-29 cubanos forman el 231° Escuadrón del 23° Regimiento de Cazas con base en San Antonio de los Baños. Sus pilotos pertenecen al grupo de aviadores de la FAR que siguen con el volumen normal de tiempo de vuelo, haciendo en sus MiG-29 de 100 a 200 horas anuales (los pilotos de otros equipos tienen muy reducido el tiempo de vuelo en cazas, y completan sus horas volando en aviones de transporte).
En febrero de 1996, un MiG-29UB cubano participó en el derribo de avionetas Cessna 337 Skymaster de la organización Hermanos al Rescate. Se emplearon misiles R-60MK. Los pilotos eran experimentados con miles de horas de vuelos y decenas de misiones de combate en África. Según los medios oficiales cubanos, las avionetas habían violado en repetidas ocasiones al espacio aéreo del país, llegando incluso a sobrevolar en forma rasante la ciudad de La Habana.
Según el blog Aviación Cubana, Rusia sigue colaborando con el abastecimiento de piezas, y los MiG-29 participan a menudo en diferentes ejercicios y eventos cada año.
En 2014, World Military Aircraft Inventory publicó que sólo 4 de los MiG-29 cubanos se encuentran en condiciones de combate.
Cuba es uno de los países, junto a México, Chile, Perú o Venezuela que ha recibido la oferta de contar con aviones de cuarta generación MiG-35, tercera modificación de la estructura existente del MiG-29M2.
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