Más de un 50 % de la exportación rusa a los países de Latinoamérica corresponde a fertilizantes, minerales y combustible, según el Ministerio de Industria y Comercio del país eslavo. Por otra parte, la importación incluye productos agrícolas, carne y componentes para dispositivos eléctricos. Sin embargo, el volumen y la estructura del intercambio comercial podrían cambiar radicalmente.
Según los pronósticos del Instituto de Latinoamérica de la Academia Rusa de Ciencias, el volumen del comercio bilateral entre el Mercosur y la UEEA en 2030 podría ser cinco veces mayor y alcanzar los 100.000 millones de dólares.
Próximamente podría firmarse un acuerdo marco para la colaboración entre el bloque Mercosur y la Unión Económica Euroasiática, el mayor organismo de integración del espacio de la antigua URSS, formado por Rusia, Kazajistán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán. Sobre ello informaba en julio de 2016 el embajador ruso en Uruguay, Alexéi Labetski. Según este, “Rusia trabaja a conciencia para desarrollar constantemente sus relaciones con el Mercosur”.
“Sin lugar a dudas, la colaboración entre la UEEA y los países del Mercosur resulta extremadamente beneficiosa”, comenta el experto de Finam Management Dmitri Baránov.
En primer lugar, según el experto, existen precedentes políticos para ello, ya que las partes mantienen opiniones similares respecto a una serie de cuestiones clave de la política mundial. Por ejemplo, todos ellos se muestran en contra del papel principal que juega EE UU Unidos en el comercio mundial y son partidarios de una transición a las divisas nacionales en las transacciones interestatales.
En segundo lugar, se trata de dos bloques situados en distintas zonas geográficas, cada uno de ellos tiene una multitud de productos que son necesarios a la otra parte. En tercer lugar, los dos organismos cuentan con una gran experiencia y poseen muchos conocimientos que pueden compartir o utilizar en mercados de terceros países, incrementando de este modo el beneficio mutuo.
Según el Ministerio de Industria y Comercio, Rusia vende a Uruguay fertilizantes (a esta categoría corresponde cerca de la mitad de la exportación total rusa), así como combustible mineral y productos de la industria química inorgánica. La importación desde esta república está formada principalmente por materias primas alimentarias, como leche, carne, huevos y miel.
La situación es similar en el caso de otros países miembros del Mercosur. Sin embargo, esta situación podría cambiar próximamente. En 2015 y 2016 el Ministerio ruso de Industria y Comercio ha firmado varios acuerdos con países del Mercosur. Uno de estos proyectos será la organización de las ventas de producción de la empresa Kamaz a Argentina. En el futuro este fabricante abrirá allí su propia fábrica de producción de camiones. Por su parte, la empresa rusa Power Machines ha comenzado a vender equipos energéticos a la central hidroeléctrica Chihuido, y el consorcio Trolza ha comenzado a enviar trolebuses al país. Además, en junio de 2016 la rusa Trolza y la argentina Benito Roggio Ferroindustrial firmaron un acuerdo de intenciones para la creación de una planta de montaje de trolebuses cerca de Córdoba.
Próximamente comenzará también el envío de aviones rusos a Paraguay, según declaraba en la feria Innoprom el pasado mes de julio el ministro de Industria de Rusia, Denís Mánturov. Según el ministro, se trata del avión regional Superjet 100, el avión de medio alcance MS-21 y el avión anfibio Be-200.
En la actualidad, los aviones Supert 100 ya prestan servicio en la compañía aérea mexicana Interjet, según señalaba Mánturov. Entre otros ámbitos de cooperación para el futuro, el ministro también mencionó sectores como la energía eléctrica, el petróleo y el gas, la industria automovilística, la industria farmacéutica, la producción de equipos médicos, la maquinaria de transporte y la producción de materiales de construcción.
A pesar de estos planes a gran escala, según señala el socio gestor de Kirikov Group Dannil Kirikov, la cooperación entre Rusia y los países del Mercosur se encuentra durante los últimos años en una fase de estancamiento. En 2014 y 2015 el intercambio comercial con Venezuela se redujo en más del 68 %, con Uruguay en un 64 %, con Argentina en un 45 % y con Brasil en un 8 %.
“La cooperación de Uruguay con la UEEA es por el momento muy limitada: el tamaño de su relación comercial con el mayor socio de la unión, Rusia, apenas alcanza los 59 millones de dólares”, comenta Kirikov. Según el experto, desde el momento en que se acordó el memorándum de entendimiento entre la UEEA y el Mercosur en noviembre de 2014 no se ha tomado ninguna medida importante para desarrollar la colaboración.
No obstante, recientemente se ha percibido cierto progreso en las negociaciones. En abril el presidente de la Comisión Económica Euroasiática, Tigrán Sargsyán, se reunión con la canciller argentina Susana Malcorra. Durante las negociaciones las partes acordaron acelerar el proceso de integración. “Actualmente, la cooperación entre los países miembros del Mercosur y Rusia se basa tanto en acuerdos internacionales como en un número de documentos entre la unión y nuestro país. Esta cooperación se desarrolla con éxito debido al deseo de ambas partes y a los cambios ocurridos en la política y la economía mundiales”, comenta Dmitri Baránov.
Según el experto, la UEEA y el Mercosur están muy interesados en esta colaboración y planean reforzar la interacción firmando el acuerdo marco. Esto dará un impulso a la ampliación de las relaciones entre las organizaciones y permitirá incrementar el intercambio comercial entre los países, añade el experto.
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