La Unión Económica Euroasiática, ¿más cerca de la UE o de la URSS?

El proyecto de integración incluye a Rusia, Kazajistán y Bielorrusia. Fuente: PhotoXpress

El proyecto de integración incluye a Rusia, Kazajistán y Bielorrusia. Fuente: PhotoXpress

Rusia ha ratificado por fin, junto con Bielorrusia y Kazajistán, el tratado de creación de la Unión Económica Euroasiática. La nueva unión debe convertirse en un plazo de diez años en el principal análogo de la Unión Europea. Sin embargo, en opinión de los expertos, para que esta asociación resulte efectiva, sus miembros deben solucionar una serie de problemas económicos.

El pasado 5 de septiembre, Rusia ratificó por fin, junto con Bielorrusia y Kazajistán, el tratado de creación de la Unión Económica Euroasiática. El documento prevé la  creación en un plazo de diez años de una nueva asociación con una regulación económica general, similar a la Unión Europea. En particular, el acuerdo dispone la renuncia gradual a las medidas proteccionistas y la creación de un mercado común en el que se incluyan los sectores de la economía más regulados, como el farmacéutico, el de la distribución energética, los servicios financieros y el mercado petrolífero.

El tratado de creación de la Unión entrará en vigor una vez haya sido ratificado por los tres países firmantes. No obstante, próximamente podría adherirse al acuerdo Armenia, según un anuncio reciente del primer viceprimer ministro, Igor Shuvalov. El siguiente candidato a la adhesión es Kirguistán, que podría convertirse en miembro de la unión en 2015.

“El proyecto de integración euroasiático no constituye un análogo exacto de la Unión Europea, aunque estamos tratando de aprovechar la experiencia europea para evitar caer en los mismos errores. La UE está desarrollando una política exterior común, cuenta con una moneda única, sus organismos supranacionales gozan de una potestad mucho más amplia, etc. Se trata de un nivel de integración esencialmente distinto”, ha explicado a RBTH el ministro de Comercio de la Comisión Económica Euroasiática (organismo del poder ejecutivo de la nueva unión) Andréi Slepnev.

Según sus palabras, el principal cometido de la nueva unión consiste en formar un espacio económico común que promueva las cuatro libertades fundamentales: libre circulación de mercancías, de servicios, de capitales e inversiones y de trabajadores.

En palabras de Andréi Slepnev, ya se están notando los efectos positivos en las economías de los países miembros de la nueva unión. En 2011 se suprimieron los aranceles aduaneros entre estos países y se creó un territorio aduanero único; más tarde se introdujo una tarifa exterior común, que sentó las bases de la Unión Aduanera.

“En 2011 el comercio recíproco entre los países miembros empezó a crecer más rápido que el comercio exterior y en 2012 ya era tres veces mayor. Este salto en la balanza comercial se produce como resultado de la eliminación de las barrearas comerciales y la aplicación de una regulación comercial única”, explica.

Actualmente, según el ministro, ya son visibles los efectos a largo plazo de la integración.

En particular se ha registrado un intercambio comercial de maquinaria ocho veces mayor entre los miembros de la Unión que con terceros países, mientras que el comercio de petróleo, gas y otras materias primas energéticas, por el contrario, ha descendido del 40 % al 32 %.

“Otro de los efectos que se pueden observar es el interés de un número cada vez mayor de países y uniones supranacionales por ampliar su colaboración con nosotros hasta llegar a un acuerdo de libre comercio. Tenemos cerca de cuarenta socios de este tipo”, comenta Andréi Slepnev. Según la información que aporta, en este momento se están llevando a cabo negociaciones de libre comercio con Vietnam, y próximamente se formará un grupo de de estudio conjunto con Israel y la India.

El grado de integración

“De acuerdo con la teoría de la integración económica, existen cinco grados. El primer grado prevé la creación de una zona de libre comercio; el segundo, una unión aduanera; el tercero, un espacio económico común; el cuarto, una unión económica; y finalmente e la integración política”, explica el profesor del departamento de Política exterior rusa de la Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública, Alexander Mijáilenko.

Según sus palabras, si la Unión Europea se encuentra en la quinta fase, la Unión Económica Euroasiática acaba de entrar en la cuarta. “Desde el punto de vista económico este es el mayor grado de integración. Es conveniente avanzar hacia el quinto grado, pero Bielorrusia y Kazajistán ya tienen la experiencia de la Unión Soviética y temen que Moscú pueda acabar aplastando a los otros socios”, señala Mijáilenko.

Según señalan los expertos, la nueva unión se enfrenta actualmente a problemas importantes. “Rusia experimentó en 2013 una significativa desaceleración de su economía, donde ya se hacen visibles los efectos del aumento real de la inflación como consecuencia de la devaluación del rublo y las sanciones de la UE”, comenta Antón Soroko, analista del fondo de inversión FINAM.

A su vez, el principal problema al que se enfrentan tanto Kazajistán como Bielorrusia, según sus palabras, es el alto grado de participación estatal en la economía y su baja diversificación. De acuerdo con el analista jefe del fondo de inversión UFS, Alexéi Kozlov, la Unión carece de moneda única y, por tanto, sus políticas monetarias difieren.

“La integración económica euroasiática requerirá una cooperación política mucho más estrecha. Solo entonces podremos pasar a la siguiente fase, la creación de la Unión Euroasiática”, afirma Alexander Mijáilenko. Según sus aclaraciones, también al principio la Unión Europea era solo una asociación económica y ahora es cuando se está empezando a desarrollar una política exterior y de defensa común, entre otras ramas de la integración política.

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