Diputado ruso denuncia injerencia de EE UU en Brasil

Embajada de Brasil en Moscú.

Embajada de Brasil en Moscú.

Itamaraty
El diputado y presidente del Comité Nacional de Coordinación para la investigación de los problemas de los BRICS, Viacheslav Níkonov no duda de que tras los cataclismos políticos actuales en Brasil se oculta la huella de EE UU.

“Lo que ha sucedido en Brasil durante los últimos dos años, y más concretamente las acusaciones de corrupción contra Rousseff y sus aliados políticos, es la típica revolución de colores que suele promover EE UU. Con este mismo sistema provocó Washington el cambio de régimen en Ucrania, mediante la estimulación de las protestas en el Maidán. Ahora el escenario se repite en Brasil”, declaraba el político.

“Cuando Brasil presidió los BRICS [en 2014] viajé en numerosas ocasiones a este país en visita de trabajo. Un asistente de Rousseff del departamento de seguridad nacional me dijo que disponía de información fiable sobre la huella estadounidense en la organización de la campaña de desprestigio de la actual presidenta. A Washington no le gustaba que Rousseff mantuviera unas relaciones cercanas con Moscú ni su postura a favor del desarrollo de la cooperación con los BRICS. Además, la presidenta no ocultaba su descontento con la política exterior de EE UU”, comenta Níkonov a la agencia TASS.

El director adjunto del Instituto de los Países de Latinoamérica de la Academia Rusa de Ciencias, Borís Martynov, se muestra de acuerdo con el diputado: “Evidentemente, tras la crisis política que vive Brasil se encuentran distintos agentes externos. En sus relaciones con los BRICS y Brasil, como en sus relaciones con la Unión Europea, EE UU suele aplicar su doctrina nacional: neutralizar todos centros de poder emergentes”.

Los expertos opinan que la crisis política y económica de Brasil provocará con toda seguridad una reducción de la actividad del país en materia de política exterior. 

“Ya se han cancelado algunos encuentros en la línea de los BRICS por una simple razón económica: debido al déficit presupuestario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil, la diplomacia brasileña se ha desmoronado durante los últimos años intentando desempeñar un papel de liderazgo en la región. Ahora el Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil no tiene margen para actuar”, señalaba el director adjunto del Instituto de Latinoamérica de la Academia Rusa de Ciencias.

Las opiniones de los expertos divergen en cuanto a un posible cambio del vector de la política exterior del país. Níkonov considera que en caso de que las fuerzas de derechas lleguen al gobierno de Brasil, el país podría revisar sus prioridades externas y dar un giro para reforzar sus relaciones con EE UU.

Martynov sostiene otro punto de vista: “En la política exterior de Brasil no se producirá un cambio radical. Brasil no saldrá de los BRICS, ya que es uno de los promotores del grupo, seguirá siendo aliado de Rusia y defenderá los postulados básicos de su política exterior: el apoyo a la paz, la seguridad en el planeta, el cumplimiento del derecho internacional y el refuerzo de la importancia de la ONU. En lo que respecta a las relaciones entre Brasil y EE UU, Rusia tampoco está en contra de mantener vínculos con EE UU. Otra cosa es que en las cabezas de los políticos estadounidenses no quepa la idea de una cooperación en igualdad de condiciones”.

El experto asegura que Brasil superará la crisis actual: “El país ha pasado por tiempos más difíciles. A principios de los años 90 la inflación alcanzó el 500 %. Pero después de esto el país se convirtió en la séptima economía del mundo. Brasil tiene un alto potencial económico, una industria potente, y una ciencia y una tecnología desarrolladas. Cuando las tensiones políticas se apacigüen, el país volverá a la vida y se levantará”, señala Martynov.

Víktor Jéifets, especialista en Latinoamérica y profesor de la Universidad Estatal de San Petersburgo, opina que el factor externo no ha sido el único ni el más decisivo. 

“El gobierno actual de Brasil podría resultar más cómodo para los estadounidenses, aunque yo no diría que sea completamente proestadounidense. Este gobierno mantendrá sin duda algunas prioridades en política exterior que no coinciden con las prioridades de EE UU. El nuevo gabinete supondrá dar un paso atrás. Se recortará en gastos sociales y se revisarán algunas prioridades en materia de política exterior. Seguramente se ampliarán las relaciones con la UE y EE UU.

ero la línea estratégica de Brasil en los BRICS se mantendrá. Los BRICS resultan beneficiosos para cualquier tipo de gobierno que pueda haber en el país, ya que se trata de una plataforma para demostrar la influencia de Brasil en el mundo”, concluye.

Artículo basado en materiales de la agencia TASS.

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