Cuál es la fuerza de los BRICS a día de hoy

Los mandatarios de los BRICS en la cumbre celebrada en Ufá, Rusia, en 2015.

Los mandatarios de los BRICS en la cumbre celebrada en Ufá, Rusia, en 2015.

Reuters
Analistas occidentales consideran que el grupo está debilitado a causa de la desaceleración económica. Sin embargo, los BRICS tienen una agenda común que va más allá de los malos resultados de los indicadores económicos.

El régimen de sanciones contra Rusia impuesto por EE UU impide que esta se una al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP, por sus siglas en inglés), firmado por EE UU, Japón, Malasia, Vietnam, Singapur, Brunéi, Austarlia, Nueva Zelanda, Canadá, México, Chile y Perú. Estos doce países representan alrededor del 40% de la economía mundial, aunque hay otras “locomotoras” del crecimiento en la región que no están incluidas en el grupo, como China, Corea del Sur e Indonesia.

Además, es difícil imaginar que Rusia quiera unirse a un bloque que encarna la visión del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la “excepcionalidad” de EE UU.

Obama definió claramente los intereses nacionales de EE UU: “El TTPpermite a los países como Estados Unidos, y no a los países como China, escribir el código de circulación en el siglo XXI”.

Rusia, que junto con otros países miembros de los BRICS considera que las acciones unilaterales en el mundo multipolar son antiéticas, no se adapta al modelo del TTP por razones ideológicas y está más interesada en una alianza comercial con China. Al fin y al cabo, Pekín nunca ha exigido un “cambio de régimen” en Moscú o una corrección de su política interior o exterior como una condición para hacer una alianza.

The Financial Times afirma que el grupo BRICS se está derrumbando como organización debido a que “la recesión en Brasil y Rusia se hace más profunda”, un hecho que es indiscutible. La conclusión a la que llega el diario es que los países tecnológicamente desarrollados, como Taiwán y Corea del Sur están empujando hacia fuera las economías basadas en las materias primas, como Brasil y Rusia y podría ser una evaluación correcta de la situación actual.

Sin embargo, Steve Johnson, del diario Cassandra, admite que “todavía no hay respuesta a si es una tendencia que implica un cambio de sistema o si se trata de un cuestión cíclica”. Si el autor de The Financial Times no está seguro en la validez de su principal argumento, el veredicto final, que afirma que “los BRICS están muertos”, también puede ser puesto en duda.

Por su parte, el analista ruso Alexander Sávchenko califica los BRICS como una “agenda”, más que como un grupo. En cierto sentido, su postura hace eco a la del analista Daniel Chardell, del programa de las Instituciones Internacionales y la Gobernabilidad Global del Consejo de Relaciones Internacionales, que escribió en The National Interest: “Sería un error mirar a los BRICS solo a través del prisma de sus indicadores económicos”.

Las opiniones de Sávchenko y Chardell son complementarias, ya que ambos reconocen a los BRICS como un grupo de países que apuestan por una reforma de la gobernanza economía mundial. Esta “agenda” da un valor añadido a los BRICS desde que estalló la crisis financiera, considerada por muchos analistas como una crisis estructural del actual modelo de mercado global.

Es más, debido a la brusca caída del precio de petróleo, Rusia se ha enfrentado a la necesidad de reestructurar su economía de forma urgente y superar su dependencia de la exportación de gas y petróleo. Finalmente, las élites han llegado a un consenso.

Aunque las reformas avanzan lentamente. Rusia tendrá que elegir inevitablemente la vía de la innovación, las nuevas tecnologías y la economía del conocimiento, en un mundo en el que predomina una feroz competencia y cada vez está más dividido en bloques económicos regionales.

Según anunciaron las autoridades, el enfoque principal consistirá en capitalizar los sectores más importantes hacia la producción de bienes que puedan ofrecer valor añadido. Concretamente se trata de ámbitos como la energía nuclear, el diseño de aviones, naves espaciales o material bélico y de prestar atención a prometedoras áreas como la biotecnología, la producción de nuevos materiales capaces de cambiar el futuro de la producción manufacturera o robótica, sin olvidar el sector de servicios, uno de los más dinámicos.

Desde una perspectiva más amplia, los BRICS tienen como objetivo beneficiarse de la cooperación internacional y también servir como garante para que nadie trate de salir de la actual difícil situación económica global recurriendo al peor escenario posible, es decir, que los pulsos comerciales y las guerras de divisas puedan convertirse en las hostilidades reales.

En cierto modo los BRICS se han integrado ya en el sistema de controles y equilibrios del orden mundial existente y las discrepancias entre sus cinco miembros no afectarán a la credibilidad y las perspectivas del grupo.

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