Consecuencias para Rusia de la crisis política en Brasil

Alekséi Filippov / Ria Novosti
La crisis política que atraviesa Brasil podría afectar a los BRICS y a las relaciones económicas con Rusia. El país es el mayor socio comercial de Rusia en América Latina.

Desde Rusia se observa con atención lo que ocurre en Brasil, a fin de cuentas el país es socio de los BRICS y el mayor socio comercial de Rusia en América. Los comentarios sobre la crisis política van desde valoraciones moderadas a otras más ideológicas.

Zbigniew Ivanovski, director del Centro de Estudios Políticos del Instituto de América Latina, explica que las razones para la destitución de la presidente Dilma Rousseff no son tan obvias. “El hecho es que que los cargos que se han anunciado de  manera oficial no contienen acusaciones de corrupción”, explica.

Han sido incapaces de mostrar cualquier relación de la presidenta en los escándalos de corrupción vinculados a Petrobras. Se sospecha también que puede haber desvío de dinero público y de cambiar los datos del presupuesto estatal.

Al igual que numerosos expertos latinoamericanos, los rusos creen que no hay evidencias contra Dilma Rousseff. Ivanovski cree que la investigación es cuestionable y que ha estado encabezada por el actual vicepresidente, Michel Temer, y el portavoz de la Cámara Baja del Congreso, Eduardo Cunha, que también ha sido acusado de corrupción. “El vicepresidente que participó con ella en las elecciones se ha convertido en su peor enemigo”, dice Ivanovski, que cree que el país corre el riesgo de quedarse sin una figura que sea el líder.

Temer, que pudo haberse presentado a las elecciones en 2014, prefirió ir como vicepresidente junto con Dilma Rousseff y ahora que la popularidad de Dilma ha caído a causa de la crisis económica,  ve que tiene la oportunidad de llegar al palacio presidencial sin participar en las elecciones.

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También hay otros puntos de vista sobre la situación actual en el país latinoamericano.

“La base de todo esto son los intereses políticos y económicos de los estadounidenses, que no están especialmente contentos con lo ocurrido en Brasil en los últimos 15 años, cuando el gobierno ha estado comandado, y todavía lo es, por el partido de centro izquierda, PT”, comenta Vladímir Travkin, editor jefe de la Revista de América Latina.

Durante la presidencia de Barack Obama América Latina ha perdido importancia. Washington tuvo problemas por la Primavera Árabe, la situación en Afganistán y Ucrania, explica este experto. Durante este periodo Brasil se convirtió en un miembro activo de los BRICS, y estableció relaciones políticas y económicas a largo plazo con Rusia y China. Los BRICS se convirtieron en una nueva plataforma internacional que se oponía al actual sistema financiero basado en el dólar estadounidense. Parece que todo esto ha irritado a Washington.

Parece que acusar a los EE UU de conspirar contra Rousseff es lo más habitual, siguiendo la tradición de las teorías de la conspiración. George Bush y Obama no fueron capaces de “volver” a América Latina, con la excepción de la normalización de las relaciones con Cuba, y en segundo lugar, la interacción con el gobierno izquierdista de Brasil era satisfactoria para Washington.

En 2015 Rousseff visitó los EE UU y pudo restablecer las relaciones bilaterales, expandir el comercio bilateral, las inversiones y la cooperación en proyectos de infraestructura. Se disiparon las tensiones surgidas en 2013 cuando Rousseff canceló una visita a los EE UU, cuando apareció información sobre cómo las agencias de inteligencia de EE UU escuchaban sus conversaciones telefónicas y leían su correspondencia.

La actual crisis política supone un terremoto para toda la región y no solo tendrá consecuencias negativas en los países vecinos.

“La destitución de la presidenta Dilma no va a ser beneficiosa para Rusia”, cree Vladímir Sudárev, experto en América Latina de la prestigiosa MGIMO. “Brasil es el mayor socio comercial de Rusia en América Latina”.

Aunque los expertos señalan que el comercio entre los dos países está desequilibrado: Rusia vende sobre todo fertilizantes y Brasil exporta carne y frutas. Aunque durante la visita de Rousseff a Moscú del año pasado se firmaron importantes acuerdos orientados a la cooperación en la esfera de las altas tecnologías. En concreto, Rusia quiere beneficiarse de la experiencia brasileña en producción de petróleo offshore y de los depósitos ultraprofundos, mientras que los socios brasileños están interesados en los logros espaciales de Rusia.

En caso de que la presidenta sea sustituida es posible que todos estos planes a largo plazo quedasen aplazados indefinidamente.

Golpe a los BRICS

La crisis política en Brasil no solo amenaza estos proyectos. Podría convertirse también en un duro golpe contra los BRICS, cuyos miembros también sufren dificultades económicas.

La prensa rusa lleva tiempo escribiendo acerca del declive de los BRICS, que hace unos pocos años se consideraba como una de las uniones internacionales más prometedoras. Nezavísimaia Gazeta explica cómo han cambiado las perspectivas de los economistas. Goldman Sachs, por ejemplo, cerró en noviembre de 2015 su fondo de inversión en los BRICS. El economista Jim O´Neill, que acuñó el terminó, declaró que Rusia y Brasil “serán pronto excluidas del club”.

Estos economistas aconsejan invertir en Corea del Sur y Taiwán, y utilizan una nueva abreviatura: TICKS (Taiwán, India, China, Corea del Sur y Sudáfrica). Argumentan que las inversiones son mucho mayores en estos países que en los países BRICS. Un cambio de gobierno en Brasil, con consecuencias impredecibles, no haría más que reforzar estas tendencias.

“Rusia le ha dado gran importancia a la construcción de los BRICS”, declara Alexéi Portanski, investigador del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales en la Academia Rusa de las Ciencias. Ha gastado mucho dinero en los encuentros de los líderes de los BRICS que han tenido lugar en Rusia. Moscú le ha dado mucha importancia a la construcción de contrapesos al poder de EE UU. Actualmente los flujos de capitales que se mueven hacia los países en desarrollo también van en contra de los BRICS”, considera esta experto.

Posiblemente la salida de Rousseff tenga como consecuencia que esta unión, establecida en 2006 durante el Foro Económico de San Petersburgo, quede solamente como una unión en el papel.

Eugene Bai es periodista internacional, experto en América Latina y colaborador de medios como The New Times, Nóvaya Gazeta y Expert magazine.

Originalmente publicado en inglés en Russia Direct.

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