El alemán Kurt Reuber se hizo primero sacerdote, luego médico y fue reclutado por la Wehrmacht en otoño de 1939. En el ejército empezó a pintar y experimentó una grave transformación mental. En 1942, en medio de la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad, en Stalingrado, Reuber dibujó a la Virgen con el Niño con carboncillo en el reverso de un mapa geográfico escolar y rodeó su imagen con la inscripción: "Luz. Vida. Amor".
"Una masa gris sin dignidad humana"
Nacido en una familia evangélica en 1906, Kurt Roiber, ante la insistencia de sus padres, recibió una educación espiritual y se hizo sacerdote en el pueblo de Wichmannshausen, cerca de Hesse. Pero de niño, Kurt soñaba con ser médico, por lo que se licenció en Medicina y, en otoño de 1939, fue reclutado por la Wehrmacht.
No se sabe si Reuber era un nazi convencido. Sus opiniones, como las de muchos alemanes, cambiaron a medida que avanzaba la guerra. En 1941, escribió a su país que el ejército soviético sería derrotado pronto, y calificó a la población de los territorios ocupados de "masa gris sin dignidad humana, que no tiene fuerzas para renovarse". Pero sólo un año después, el médico empezó a pensar de otro modo: "Conocí a gente maravillosa... Tantos ríos de sangre y lágrimas, terror del alma y del cuerpo rodaron por este país...".
En otoño de 1942, Reuber obtuvo una excedencia, pero fue llamado de nuevo a la unidad dos días antes del cerco de las tropas alemanas. Así, él y sus compañeros se encontraron en el epicentro de la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad: Stalingrado. Según diversas estimaciones, en ambos bandos en esta batalla murieron, resultaron heridos y desaparecieron cerca de 2,5 millones de personas (Alemania y sus aliados perdieron cerca de 1,5 millones con los capturados).
El icono está en el reverso de un mapa escolar
Kurt creó más de 150 dibujos durante la guerra. Pero el más famoso apareció en Stalingrado, en vísperas de la Navidad católica de 1942. Se trata de un sencillo dibujo a carboncillo en el reverso de un mapa geográfico escolar: la Virgen, completamente envuelta en un velo, sostiene al niño Cristo en sus brazos. "Cuando se abrió la puerta y entraron mis compañeros, se detuvieron como boquiabiertos en un silencio sobrecogedor, asombrados ante el cuadro que colgaba de la pared de tierra, bajo el cual ardía una luz en un tronco clavado en la pared de tierra. Toda la Navidad transcurrió bajo la impresión del cuadro y las palabras que lo enmarcaban: luz, vida, amor", escribió en su diario.
Después de que los soviéticos tomaran Stalingrado en anillo, los alemanes siguieron recibiendo ayuda desde el aire, e incluso algunos soldados fueron evacuados. Entre los evacuados se encontraba un colega herido de Reuber, a quien el artista regaló los dibujos. La familia del médico, a la que se regalaron las obras, acabó donándolas a la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm de Berlín. La Madonna de Stalingrado aún cuelga allí, y su copia fue donada a la iglesia católica de San Nicolás de Volgogrado (antigua Stalingrado).
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